Fichitas azules
Francisco Rodríguez lunes 21, Ene 2013Índice político
Francisco Rodríguez
Recuerdo muy frecuentemente la frase que uno de mis grandes amigos guanajuatenses me dijera allá por el 2000 -y que ya he compartido con usted en otras ocasiones-, justo cuando el país vivía la esperanza de mejoría, a partir de la transición partidista. Así, poco antes de que Vicente Fox llegara a Los Pinos le escuché a aquél: “Nada más ten en cuenta que los panistas no son suizos”.
Mi amigo había conocido y hasta padecido a Fox. A los panistas que con él llegaron a dizque gobernar a Guanajuato. Sabía de cuál pie cojeaban: la corrupción, no obstante que en su discurso tal práctica era anatematizada.
No importa el color del partido del que se provenga al llegar al poder. El resultado, ya lo sabemos, es el mismo: las “comaladas sexenales de millonarios”, cuando ese mismo poder los deja atrás.
Transparencia Internacional, el organismo mundial que mide las prácticas corruptas en los gobiernos de los países, da a conocer con periodicidad sus encuestas. Los resultados son alarmantes: los partidos políticos, eje central de la democracia, son percibidos por los ciudadanos como las instituciones más corruptas en la mayoría de las naciones, seguidos de los poderes legislativos, la policía, la justicia y la hacienda pública.
¿Puede haber un diagnóstico más pesimista?
La corrupción política (corrupción en los altos niveles de la sociedad cometida por las élites políticas y empresas importantes) es identificada como un problema mayor por casi el 60% de esos muestreos, mientras que alrededor del 40% menciona los actos de corrupción menor o corrupción administrativa (actos cometidos por ciudadanos comunes en sus vidas diarias, tales como sobornos pagados por licencias o infracciones de tránsito) como “un gran problema”.
Si el sexenio de Calderón se convirtió en “una fábrica de pobres”, tal obedece, entre otras muchas cosas, a la gran corrupción del sexenio apenas concluido. Johann Graf Lambsdorff, profesor de la Universidad de Passau, Alemania, explica que, más allá de los lugares comunes, se ha demostrado que un incremento de la corrupción en un punto en una escala de 10 (altamente honesto) a cero (altamente corrupto) baja la productividad en un 4% del PIB y hace disminuir los flujos netos anuales de capital en un 0.5% del PIB; una mejora respecto de la corrupción en seis puntos del IPC de Transparencia Internacional -por ejemplo, que México llegase al nivel del Reino Unido- incrementaría el PIB en más de un 20% y aumentaría los flujos netos de capital a alrededor del 3% del PIB.
COMISIÓN CASINERA
Indignados, porque arguyen que se trata de una campaña en su contra, las fichitas azules, reunidas este último sábado en Consejo Nacional, decidieron crear una comisión interna que, en términos de su incendiario vocero Juan Molinar Horcasitas, deberá investigar sobre la eventual relación de panistas con casinos, de manera que el blanquiazul cuente con información veraz y verificable sobre el tema para fijar una posición clara al respecto.
Eso sí, dijo, ninguno es culpable hasta que se demuestre lo contrario, no obstante que desde hace un par de semanas buena parte de los medios han ofrecido todo tipo de documentos en los que aparecen los nombres y en algunos casos hasta las firmas de panistas con cargos relevantes en la fallida administración de Felipe Calderón -aún ahora, cual es el caso del coordinador de los panistas en la Cámara baja-, ya como “coyotes” que actuaron a favor de los casineros o, incluso, ellos mismos como accionistas o propietarios de los centros y casas de apuestas que, en los últimos 12 años, brotaron como hongos en prácticamente toda la geografía nacional. Si es campaña en contra o no, tal ya es ahora lo de menos. En 15 días la mayor parte de la ciudadanía ha confirmado que, efectivamente, “los panistas no son suizos”.
Índice Flamígero: En 1926, Manuel Gómez Morín -quien 13 años más tarde fundaría al Partido Acción Nacional- escribió: “Porque infortunadamente no solamente han existido oscuridad intelectual y desorientación política. También son parte de esos años un terrible desenfreno y una grave corrupción moral”. Se refería a los años posteriores a la lucha armada de la Revolución Mexicana, pero es aplicable a los últimos 12 años de panismo. También afirmó: “¡Cuántos, de buena fe, se gastan y gastan a los demás, revolviéndose y predicando la rebelión contra una tiranía corrompida, sin advertir que necesariamente caerán en otra corrupción y hallarán otro tirano, porque el mal que exige remedio está más allá de la acción política inmediata!”.