Gobernadores-Presidente, nuevas reglas
Roberto Vizcaíno lunes 18, Feb 2013Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Fidel Herrera y otros 9 o más gobernadores priístas se negaron a apoyar a Roberto Madrazo en 2006
- La primera nominación del PRI en la era de Peña Nieto deja una pésima percepción
- La dirigencia de César Camacho va por el triunfo de alcaldes y diputados locales en Puebla
Dicen enterados que la frase del entonces gobernador priísta de Veracruz, Fidel Herrera, podría haber sido la siguiente:
“¿Qué tenemos que apoyar el triunfo de Roberto Madrazo?… ¡Ni madres!… ¿para qué queremos que regrese a Los Pinos un priísta a la Presidencia… si Fox me da todo lo que le pido?… Si ayudamos a Roberto en lugar de darnos nos va a pedir, ¡ni madres!”.
La orden entonces fue retirar todos los apoyos del estado a la campaña presidencial del tabasqueño… y ganó Calderón.
La visión de Fidel no era exclusiva. Lo mismo decían otros muchos gobernadores emanados del PRI. Y Roberto Madrazo perdió porque al menos 10 de ellos pactaron el triunfo del panista Felipe Calderón con Elba Esther Gordillo y el entonces dirigente nacional del PAN, Manuel Espino.
Consciente de eso, el entonces gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto desplegó una estrategia que lo llevó a apoyar las nominaciones de los aspirantes a varias gubernaturas y, aseguran, a proveerlos de recursos financieros y de experiencia electoral.
Durante sus campañas era frecuente ver a Peña Nieto en los tinglados, apoyando con su carisma a esos aspirantes. Ahí están los casos del ahora gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina; del veracruzano Javier Duarte; del quintanarroense Roberto Borge y otros muchos.
Lo mismo lo hizo también con candidatos a alcaldes.
Pero Peña Nieto no se confió: durante su pre-campaña presidencial colocó a Ricardo Aguilar Castillo como secretario de Organización en el tricolor, es decir, al responsable de las redes territoriales del PRI. Ahí se tiene el pulso político de la República y es el área que a su vez decide quiénes lideran al Revolucionario Institucional en estados y municipios.
Otros muchos asumieron cargos de control dentro del PRI. Ahí Peña Nieto cercó a los gobernadores de su partido y vigiló a los de la oposición.
Nadie podía hacer o dejar de hacer nada en ningún estado o municipio sin que el ex gobernador mexiquense se enterara.
Aguilar Castillo fue su compañero de legislatura y luego secretario del Trabajo en la administración del Edomex, de donde pasó a ser el dirigente estatal del PRI y luego fuerte precandidato a suceder a Peña Nieto. Al resultar candidato Eruviel Ávila, Peña lo sacó del estado y lo envió de avanzada al CEN del PRI.
Ricardo, quien era el más fiel de los peñistas, algo se “comió” en el camino porque de ser una pieza clave en la nominación presidencial del mexiquense, pasó a ser un simple delegado regional en Tamaulipas y luego fue olvidado en el reparto de cargos importantes desde la Presidencia.
LA PRIMERA NOMINACIÓN
Desde que llegó al poder el primero de diciembre pasado, Enrique Peña Nieto ha comenzado a tejer una nueva relación con los gobernadores. Lo que se ha visto en encuentros como cuando anunció el Programa Nacional de Seguridad o la Cruzada contra el Hambre, a los que han asistido prácticamente todos los 31 mandatarios estatales y el del DF., es que Peña No tiene preferencias.
Conversa con todos y a todos saluda. Y en sus mensajes siempre reitera que su responsabilidad es trabajar sin distingos partidarios.
En apenas los 2 meses y medio que lleva en el poder, tampoco se ha presentado ningún conflicto que le haya llevado a actuar contra ningún gobernador.
Apenas este pasado fin de semana se dio el primer indicio de lo que podría ser su conducta dentro de las nominaciones de su partido. En Baja California el PRI finalmente registró al diputado Fernando Castro Trenti, un político al que se conoce como del redil del sonorense Manlio Fabio Beltrones.
De trato despótico, prepotente, de corta inteligencia, Castro Trenti metió en un conflicto a la directiva nacional del PRI que dirige César Camacho Quiroz –y a su padrino Beltrones–, al autolanzarse como candidato de unidad en Tijuana.
El ahora candidato del tricolor a la gubernatura, hizo entonces a un lado las normas que indicaban que primero se tenía que registrar como aspirante, para que la Comisión Electoral lo considerara precandidato y después de hacer proselitismo interno poder designarlo candidato.
La actitud prepotente, irreflexiva de Castro Trenti al autolanzarse, estuvo a punto de echar por la borda el acuerdo interno tejido por Camacho Quiroz, a fin de obtener la aceptación de los otros aspirantes: de Jorge Hank Rhon y los alcaldes de Tijuana, Carlos Bustamante y el de Mexicali, Francisco Pérez Tejada.
Finalmente la evidente instrucción superior de darle el apoyo a Fernando Castro Trenti se impuso, pero eso no quiere decir que los aspirantes derrotados vayan a pedirles a sus seguidores en BC que voten por el ahora candidato.
Es tanto el enojo e inconformidad provocados por el desaseo con el que se le designó candidato a Castro Trenti, que es muy posible que teniendo prácticamente todo para recuperar la gubernatura, el PRI la pierda el próximo 7 de julio.
El caso es que Castro Trenti es el primer candidato del PRI que surge desde que Peña Nieto llegó a la Presidencia y existe la idea por lo tanto de que las siguientes nominaciones seguirán el mismo patrón: surgirán no del grupo de amigos de Peña Nieto, sino de los círculos de sus adversarios.
Y este hecho marcará sin duda su relación con los gobernadores.
HOY, LA CONAGO
En este contexto es que hoy Peña Nieto asistirá en la ciudad de Chihuahua al relevo de la presidencia de la Conferencia Nacional de Gobernadores, la Conago.
Hoy este cargo lo dejará el gobernador de Chihuahua César Duarte y lo recibirá el expriísta Mario López Valdés, mandatario de Sinaloa.
Es la primera vez que Peña Nieto asiste a una reunión de la Conago, pero no a un encuentro con todos los gobernadores.
Como Usted sabe, de los 31 gobernadores y un jefe de Gobierno que existen en la República, 20 son emanados del PRI, 7 del PAN, 4 del PRD y 1 del Verde Ecologista.
Dentro de este conglomerado hoy será importante el comportamiento y el discurso que asuma y dé Peña Nieto en Chihuahua.
Como sea, está el antecedente del dicho de Fidel Herrera… ¿Será que al igual que Fox, Peña Nieto atienda mejor a los de la oposición que a los de su propio partido?
Ya veremos.
VAN POR PUEBLA
Entre las 14 elecciones que habrá este año en igual número de estados, el PRI intentará –dijo su presidente, el mexiquense César Camacho Quiroz–, llevarse el carro completo (o casi) al ir por las 41 diputaciones locales y el mayor número y las más importantes plazas de los 217 ayuntamientos en juego.
La confianza de que eso ocurrirá surge de que, en los comicios de julio del año pasado, el PRI ganó 14 diputaciones federales de 21 y 2 senadurías de 4, es decir la mayoría.
Acompañado por la secretaria general, la ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, el delegado general del CEN, Fernando Moreno Peña, el presidente del Comité Directivo Estatal, Pablo Fernández y del secretario de Acción Electoral, Samuel Aguilar, César Camacho encabezó un encuentro con dirigentes en Puebla, a quienes dijo que “el PRI nacional sabe que la elección de Puebla está en manos de los poblanos y por eso hay la certeza del triunfo”.
A su vez Aguilar Solís agregó:
“Ustedes son un gran ejército de priíostas, gente apasionada, convencida, que sabe dar la pelea, que sabe sumar; militantes de mucha inteligencia, de mucha garra, de capacidad para trabajar en equipo; por eso vamos a ganar”.
En Puebla los tricolores enfrentan a Rafael Moreno Valle, un gobernador que militó en el tricolor y que ahora se ha sumado al panismo y que a su vez rinde lealtad a la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo, pero sobre todo que realiza toda clase de campañas bajo la idea de que él puede ser el candidato del PAN a la Presidencia de la República en el 2018.
Lo evidente es que Moreno Valle va a hacer todo lo que esté a su alcance y más, para impedir que su expartido triunfe en los siguientes comicios, porque de quien obtenga el mayor número de plazas en juego, dependerá no sólo quien gane las siguientes elecciones a gobernador y eso será un apoyo importante en la contienda presidencial.
Puebla está dentro del circuito de estados con el mayor número de votantes en el país.











