El daño
¬ Juan Manuel Magaña lunes 6, May 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Qué manera de tirar el dinero tuvo Felipe Calderón. ¿Y no se le piensa hacer nada?
Resulta que la Secretaría de Gobernación entregó a la Cámara de Diputados la Cuenta Pública 2012, que revela un fuerte incremento en el gasto de la Presidencia de la República al haberse elevado en mil 18 millones de pesos más de los mil 986 autorizados para ejercerse durante todo el año pasado.
Y vėase cómo se justificó el gasto de ese dinero, en el año de la elección presidencial: para atender la logística de Calderón en actos oficiales y giras de trabajo, así como para la organización y coordinación de personal especializado para realizar funciones sustantivas de asesoría, organización, apoyo técnico, seguridad nacional y despacho de asuntos en general.
Como si todo eso hubiera servido para algo y hubiera hecho una diferencia con los mediocres años anteriores. Ni que él hubiera sido candidato.
¿Año de Hidalgo? Ya veremos qué nos dicen los diputados cuando analicen los datos.
Y luego también surgió esta otra frustrante noticia: “Pone en venta Petróleos Mexicanos su fallida inversión en Repsol”. “Acumula la paraestatal pérdidas por 10 mil 200 millones de pesos, casi la mitad de lo que invirtió en 2011”.
Irritante, ¿no? Resulta que después de 20 meses y una inversión superior a los 20 mil 783 millones de pesos, Pemex clasificó su participación accionaria de casi 10 por ciento en la propiedad de la petrolera española Repsol como activos disponibles para su venta.
Apenas en agosto de 2011, Pemex había adquirido 57 millones 204 mil 240 acciones para incrementar su derecho económico y de voto en Repsol a 9.49 por ciento, sin que eso le diera algo a México.
Esta operación fue financiada en su mayoría con deuda.
Pero eso sí, Calderón siempre calificó esta operación como una inversión estratégica y consideró que ese era el primer paso para la internacionalización de la petrolera nacional.
El entonces director general de Pemex, Suárez Coppel, justificó en cuanta entrevista dio la compra de acciones de Repsol como algo que servía para dar valor a Pemex.
“No es dinero tirado a la basura, no es inversión para ver qué nos da. Estamos invirtiendo en un activo líquido, que nos paga un dividendo que alcanza más que a cubrir el costo de la deuda… Además, existe un beneficio adicional: hay un gran potencial para ganar en ideas, tecnología, capacidad de ejecución y de gestión”.
Así se le ha mentido a este país. ¿Nadie debería responder por este daño al patrimonio nacional?