Michoacán
¬ Augusto Corro lunes 20, May 2013Punto por punto
Augusto Corro
Fueron múltiples las causas que llevaron a Michoacán a la espiral de violencia en la que se encuentra.
Entre otras, los malos gobiernos perredistas que se hicieron de la vista gorda cuando el narcotráfico empezó a crecer en la zona. Hoy esa entidad es víctima del terror por el sinnúmero de agresiones de la delincuencia organizada, los llamados grupos de autodefensa y las manifestaciones de maestros y normalistas, en franco reto a las autoridades.
Estos últimos se han dado el lujo de retener policías y vehículos. La intensidad de los hechos violentos se acentuó la semana pasada cuando, en Ario de Rosales, grupos de autodefensa, con palos, machetes y armas de fuego, tomaron el palacio municipal. Posteriormente, alrededor de 150 personas se apoderaron del centro del municipio de Coalcomán.
Michoacán pues, se encuentra afectado en su tranquilidad desde que Calderón desató la guerra contra la delincuencia organizada. Los cárteles de la droga, en vez de desaparecer, se multiplicaron. Por ejemplo, de La Familia Michoacana se derivó al cártel de Los Caballeros Templarios. La guerra fallida de Calderón solo provocó mayor violencia en la entidad.
LAS AUTORIDADES
En cuanto llegó a la Presidencia de la República, Calderón empezó su guerra fallida en Michoacán, su tierra natal.
El desorden no se hizo esperar. Apoyado en testigos protegidos inició la cacería de autoridades supuestamente vinculadas al narco. Así, fueron detenidos decenas de funcionarios públicos estatales y municipales, para enviarlos a la cárcel.
Poco tiempo después fueron liberados porque no se comprobó culpabilidad alguna.
Los inefables Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy, ambos de extracción perredista, no pudieron o no quisieron erradicar a la narcodelincuencia.
Sus gobiernos anodinos sólo propiciaron mayor violencia.
Por cierto, es que Leonel, en pleno poder, tuvo que soportar la andanada de críticas por su hermano Julio César Godoy, un político perredista, relacionado con La Familia Michoacana.
A la crisis que viene de la presencia del narco en Michoacán, debe sumarse el desgobierno que priva en los últimos meses. El gobernador Fausto Vallejo tuvo que dejar el cargo debido a problemas de salud. Según se informó, estará fuera de circulación debido a un transplante de hígado. Es posible que el citado Vallejo se olvide de la política.
El interinato quedó en manos de Jesús Reyna, un político rebasado por los acontecimientos.
Ojalá que con el arribo del general Alberto Reyes Vaca, como nuevo secretario de Seguridad Pública de Michoacán, los michoacanos empiecen a respirar con más tranquilidad.
SECUESTRADO Y ASESINADO
Fue secuestrado y asesinado Ángel Humberto Marín Licona, de 25 años, hijo del periodista Antonio Marín Cardín, jefe de redacción del diario Notiver, de Veracruz.
El plagio ocurrió el 2 de mayo, luego de que el joven le avisó a su papá que permanecería en el Distrito Federal para acudir a un parque de diversiones.
El día 3 de mayo, Antonio Marín Cardín recibió una llamada a través del teléfono de su hijo, en la cual un desconocido le exigió un millón de pesos, a cambio de respetar la vida de Ángel Humberto.
El comunicador contestó que no tenía tal cantidad de dinero y le pidió un tiempo para reunirla.
Toda la familia se movilizó para juntar el dinero. Se hizo una colecta en la que participaron parientes, amigos de la familia y periodistas. Únicamente juntaron 30 mil pesos, pero ya no volvieron a tener contacto con los los secuestradores.
El sábado pasado, un familiar le avisó a Antonio Marín Cardín que en el Servicio Médico Forense de Ecatepec se encontraba un cuerpo que podría ser el de su hijo. El periodista se trasladó al mencionado lugar y comprobó que se trataba de su vástago.











