Guerra en el narco-estado
¬ Juan Manuel Magaña lunes 13, Ene 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
Tan sólo con lo ocurrido durante el pasado fin de semana, ¿quién podría negar que efectivamente Michoacán está inmerso en una guerra civil?
Con la dinámica de la violencia de estos días se puede redactar un episodio de este enfrentamiento fratricida, tan sólo presenciado por las instancias federal y estatal que ni siquiera meten las manos… directamente. La dinámica es muy clara: En toda la región de Tierra Caliente y la sierra Occidental no hay transporte foráneo.
En Apatzingán los comercios cerraron y elementos del Ejército patrullaban las calles.
El viernes, por la mañana unas 400 personas se dividieron en dos grupos para bloquear la salida de Cuatro Caminos (en la periferia de Nueva Italia) y el acceso a Parácuaro, a unos 12 kilómetros, casi a la mitad de distancia a Apatzingán. Entonces se suspendió la circulación vehicular y las corridas de autobuses. Cientos de pasajeros quedaron varados y otros tuvieron que regresarse.
Nadie entraba ni salía de esta región a menos que fuera estrictamente necesario. Llegado el medio día, retuvieron dos camiones pesados en Cuatro Caminos y los cruzaron en la salida al valle de Apatzingán. Después, en el entronque a Parácuaro, en la entrada a la cabecera municipal, atravesaron un autobús y un camión.
Mientras, sobre la carretera cruzaron otras dos camionetas. Después de las 18:00 horas les prendieron fuego a los seis vehículos. Por la tarde se escucharon varias balaceras en el acceso a Parácuaro y por la colonia Los Girasoles, en Apatzingán.
A esas horas los inconformes con las autodefensas prendieron fuego a una camioneta frente a las instalaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social. Casi simultáneamente hicieron lo mismo con el Oxxo ubicado a la salida a Cuatro Caminos, mientras que a una cuadra de la alcaldía incendiaron un Coppel Canadá.
A eso de las 20 horas, desconocidos lanzaron bombas molotov y arrojaron combustible al interior de la alcaldía y después lo encendieron, ocasionando daños materiales en la planta alta, algunas oficinas de la planta baja y la oficina de correos.
Los militares que mantenían un puesto de revisión, a unos cinco kilómetros del entronque con Parácuaro, se retiraron desde el jueves. Sólo patrullas de la Policía Federal recorrieron la autopista Uruapan-Lázaro Cárdenas, que pasa a un kilómetro de Cuatro Caminos, y se concentraron en el puerto. Cerca de ahí, después de las 18:00 horas, el grupo de autodefensas que tomó la cabecera municipal de Parácuaro el pasado 4 de noviembre arribó y ocupó el ejido de Antúnez, en este mismo municipio; esta comunidad se localiza a un costado de la carretera Cuatro Caminos-Apatzingán.
Unos 70 hombres armados con rifles de asalto, que se identificaron como guardias comunitarios, tomaron también la cabecera municipal de Coahuayana, instalaron una barricada a la entrada de dicha población y otra en el crucero que comunica Palos Marías y Achotan.
Integrantes del Consejo de Autodefensas de Michoacán convocaron a los lugareños a una reunión, en la que los invitaron a que conformaran su propia guardia de autodefensa, y en pocos minutos ésta quedó establecida. Cerca del grupo se encontraba una partida militar. Para la madrugada del sábado, opositores a los grupos de autodefensa continuaron los disturbios en Apatzingán: incendiaron otras dos tiendas Oxxo, balearon oficinas de Banamex y las sucursales de Elektra y Famsa.
Las calles de la cabecera municipal estuvieron semidesiertas y el comercio cerró totalmente. Cerca de Cuatro Caminos, sobre la vía que parte de Apatzingán, le prendieron fuego a un camión que transportaba 20 toneladas de limón.
En el ejido Antúnez, municipio de Parácuaro, la mañana del sábado un joven fue encontrado muerto debajo de un puente, con una herida de bala; trascendió que pudo tratarse de un vigía de la delincuencia organizada.
Para resumir: la disputa por Apatzingán era cerrada, mientras los autodefensas tomaban ayer un municipio más, el de Nueva Italia. El gobernador Fausto Vallejo Figueroa anunciaba ayer que este lunes se reunirá con el gabinete de seguridad “para determinar acciones”. ¿Por qué hasta hoy? Es claro el vacío de poder. Y ya preocupa que, en un escenario así, el año que entra no habrá elecciones ni libres ni democráticas. Y entonces se confirmará que Michoacán es un narco-estado de la República.