Los michoacanos le perdieron el miedo a los “Templarios”
Roberto Vizcaíno lunes 20, Ene 2014Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El comisionado Alfredo Castillo tiene el reto de aprehender a los Templarios y desarmar al pueblo
- Mientras, los ciudadanos siguen armados y confiscándoles armas y bienes a los malos
- Madero ha puesto en ridículo una y otra vez a Felipe Calderón y a su grupo
Sin haber desmontado y sometido todavía el poder de los cárteles que operaban en Michoacán, y que ahora al parecer se han dispersado por otros estados de la República debido al despliegue militar y ciudadano en su contra, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto busca solucionar sin violencia y con extremo cuidado al impacto mediático, el problema creado por los grupos de autodefensa integrados por cientos, quizá miles -nadie sabe exactamente cuántos son-, de ciudadanos armados que dominan Tierra Caliente en Michoacán.
Mientras tanto, estos grupos ganan terreno no sólo en los medios informativos nacionales y extranjeros -en los cuales aparecen en los principales espacios con sus armas largas, las más sofisticadas y letales-, sino en un combate contra los malos, logro que les hace conquistar simpatías y apoyos entre el resto de los habitantes del país.
Durante la semana pasada, al mismo tiempo en que el presidente Enrique Peña Nieto nombraba a Alfredo Castillo como comisionado especial con las más altas atribuciones, recursos financieros, apoyos políticos y poderes para no sólo pacificar Michoacán, sino para crear las condiciones de desarrollo económico a fin de restaurar el tejido social de la entidad, los grupos de autodefensa aparecían en las primeras planas de los principales diarios del mundo mostrando casas de jefes de los “Caballeros Templarios”.
Las fotos e imágenes de simples ciudadanos armados dentro de los santuarios de los líderes de los “Templarios”, criminales hasta ahora conocidos por su poderío y capacidad de reacción, dejaban la percepción de que los grupos de autodefensa estaban logrando mayor justicia que las autoridades.
Nadie hasta ahora ha negado o demostrado que las residencias y casas decomisadas por los grupos de autodefensa no sean de jefes “Templarios”.
No ha habido ninguna autoridad que llegue a ellas para entrar en posesión de los inmuebles e iniciar un proceso legal en contra de sus dueños.
Tampoco se sabe dónde están ahora esos líderes del grupo criminal ni de sus comandos y guardias personales.
Luego de una semana y días de que llegaron a Michoacán miles de soldados, y que se diera el nombramiento de Castillo, la PGR ha podido sólo detener a un par de jefes “Templarios” de medio pelo y a un sujeto que dijo ser el responsable del incendio en una farmacia de Apatzingán.
Nada se sabe de los tres principales cabecillas de los “Templarios” que dice el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong tiene debidamente identificado el aparato de inteligencia del Estado, ni de los 7 líderes del cártel de que hablan los comandantes de los grupos de autodefensa.
Luego de que fracasó un primer y arrebatado intento del gobierno de desarmarlos, los autodefensas continúan debidamente pertrechados y en expansión.
Ahora estos grupos avanzan hacia otros municipios y por la red de pequeños poblados, rancherías, fincas y ejidos de la zona donde organizan a la población y apersoguen a la estructura territorial de “Los Templarios”.
Proliferan las fotos y videos en que se ve a los civiles armados al lado o frente a convoyes militares que dicen tener ya ahora bajo control a la conflictiva región de Tierra Caliente, a la que pertenecen unos 20 importantes municipios michoacanos.
Los hechos indican que quienes han capitalizado la situación, y quienes sí han conseguido controlar la región, son los grupos de autodefensas que han logrado quitarles no sólo casas y propiedades urbanas a los jefes “Templarios”, sino fincas agrícolas que habían despojado a productores privados a quienes los autodefensas han comenzado a regresar a sus propietarios originales.
¿Hay detrás algún procedimiento legal? No, simplemente los comandantes de los grupos de autodefensas convocan a los ciudadanos y a los medios a presenciar, testificar la entrega de esos predios a sus propietarios.
¿Cómo saben que estos pertenecen a quienes los entregan? Porque son vecinos, son gente del mismo pueblo y simplemente lo saben desde siempre, quién es el dueño de qué, de cada cosa, de cada casa, de cada negocio.
Así es también como actúan en contra de los integrantes de los cárteles y sus mandos.
Simplemente saben quiénes son los jefes y quiénes trabajan con ellos. Lo saben porque son de la misma comunidad, porque incluso algunos son hasta parientes suyos.
En este contexto, con este impulso alcanzado por los grupos de autodefensa cuyo ejemplo ya comienza a contaminar a otras poblaciones de otros estados afectados por otros grupos de delincuentes, es que el gobierno debe, tiene que comenzar el desarme de estos civiles.
PERDIERON EL MIEDO
Va a ser una tarea muy difícil. Los ciudadanos ahora armados han probado el sabor de la victoria en algunos enfrentamientos con los malos, y han logrado expulsarlos y someterlos. Les han confiscado casas, residencias y armas.
Pero sobre todo y lo fundamental: les perdieron el miedo a los “Templarios” y a todos los demás malos del momento mexicano.
Y eso es lo que les quiere quitar el gobierno al desarmarlos y obligarlos a que regresen a la vida anterior.
Va a estar muy difícil. Ya probaron que se puede, que cada uno puede y de eso no hay regreso.
El gobierno a través del comisionado Castillo deberá crear otras salidas, brindar otras alternativas, quizá incorporar a no pocos de estos guardias de autodefensa a las agencias de seguridad municipales, estatales y federales que deberán surgir para mantener la paz en ese estado.
Capacitarlos, introducirlos a la institucionalidad, reconocerles que lograron echar fuera a los “Templarios”.
Una prueba que medirá la capacidad del régimen y sobre todo del Comisionado Castillo.
NUEVO TRIUNFO DE MADERO
Esté o no detrás de él algún grupo o poder extrapanista, Gustavo Madero ha demostrado que es un estratega político que hasta ahora le ha ganado todas las batallas a sus adversarios.
No le demos vueltas: ha puesto en ridículo a Felipe Calderón y su grupo cuantas veces se les ha enfrentado.
Su más reciente victoria fue haber echado fuera de la coordinación de los senadores del PAN a Ernesto Cordero —gerente del grupo del calderonismo y candidato del ex presidente para someter a Madero-, y con ello le quitó el control sobre 18 millones de pesos mensuales provenientes de las arcas senatoriales y cuyo manejo era discrecional… y lo sacó del circuito de la alta interlocución con el gobierno (desde el Presidente de la República a los secretarios de Estado y gobernadores y dirigentes empresariales y gremiales, así como con embajadores y otros gobiernos externos) y le restó presencia como un “poder” dentro del Congreso.
El sábado Madero los volvió a dejar de lado al sacar adelante sin conflictos y sin oposición real, la aprobación de la Comisión Nacional Organizadora de Elecciones que deberá conducir su reelección.
¿Hay quejas e inconformidades? ¡Claro! Pero nada que ponga realmente en riesgo la integración de esta comisión y el proceso interno que le garantiza desde ahora la permanencia al frente de Acción Nacional por otros tres años… y quizá -¿por qué no?-, la creación de una plataforma para ser el candidato del PAN a la presidencial del 2018.
¿Qué estamos medio chiflados?… bueno, como dicen algunos, al tiempo.
Por lo pronto Gustavo Madero logró integrar una comisión de elecciones que combina representantes de varias corrientes, con acento incluso calderonista, pero donde al final predomina la suya.
El fin de la semana logró además que se aprobara legalmente un procedimiento electoral en el que se establece que la segunda vuelta de la elección podría darse el mismo día a fin de poder enfrentar el costo financiero de ese proceso.
Durante la realización del encuentro Madero recibió duras criticas por su inacción frente a las denuncias de “moches” y sobornos de diputados federales del PAN a alcaldes de este mismo partido, a fin de gestionarles recursos adicionales dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2014.
El dirigente aguantó y desvió las criticas -en las que nunca se exigió su renuncia-, al aceptar formar una comisión que analizará e investigará la supuesta corrupción en el grupo legislativo panista.
Los resultados que genere esta comisión, convinieron los consejeros, se manejarán dentro del PAN.
En fin, que Madero seguirá al frente de este partido hasta el día de la elección de nuevo dirigente, que se supone podría ser en mayo próximo.