Tras “La Tuta”
Augusto Corro lunes 19, May 2014Punto por punto
Augusto Corro
Le pisan los talones a Servando Gómez Martínez “La Tuta”, líder “templario” de mayor jerarquía en ese cártel de narcodelincuentes.
Su captura es considerada como la cereza del pastel por las autoridades federales que luchan contra la mafia en Michoacán.
En la persecución, el viernes pasado, los representantes de la ley se enfrentaron a templarios que protegían a “La Tuta”: cuatro guardaespaldas del líder “templario” perecieron en la refriega. Hubo varios detenidos, entre éstos un escolta del capo, quien logró huir.
Los patrullajes en busca de “La Tuta” se intensificaron en los municipios de Arteaga y Tumbiscatío, ubicados en la mencionada entidad. Específicamente, el rastreo del delincuente se realiza en la zona serrana.
También, las autoridades federales investigan en los municipios de Aquila, Aguililla, Múgica y Tepalcatepec, pues suponen que “La Tuta” podría esconderse en algún sitio de esa región.
Participan en la lucha contra la delincuencia las secretarías de Marina y Defensa Nacional, así como personal de la Policía Federal.
CAYO “El TIGRE”
Por otra parte, las autoridades federales se anotaron un punto a su favor al capturar a uno de los delincuentes más peligrosos que operaban en Guerrero.
Nos referimos a Leonor Nava Romero “El Tigre”, de 45 años, líder de la banda criminal “Los Rojos” y socio de Héctor Beltrán Leyva.
A “El Tigre” se le imputan los delitos de delincuencia organizada, secuestro y extorsión. Fue señalado por el gobierno estatal como “el objetivo prioritario en la escala delincuencial”.
Además, lo acusan como probable responsable de secuestros y homicidios de integrantes de grupos enemigos, así como de ocho elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, en Chilpancingo.
“El Tigre” es considerado como el principal narcotraficante en Guerrero. Era buscado por el intento de homicidio contra el ex dirigente empresarial, Piquinto Damián Huato, en Chilpancingo, Guerrero, en enero del presente año; en ese hecho violento murió su nuera Laura Rosas Brito.
El delincuente fue capturado en el 2013 por el Ejército Mexicano, pero un juez de Tamaulipas le otorgó la libertad provisional bajo caución.
EXTORSIÓN TELEFÓNICA
La exigencia del pago de “derecho de piso” se extendió por todo el país. Los delincuentes no cesan en sus agresiones contra la población, principalmente en el Distrito Federal (DF) y en el Estado de México.
Los extorsionadores se identifican como integrantes de “Los Zetas”, “Los Caballeros Templarios” y “La Familia”.
Las cifras sobre ese delito son alarmantes. Por ejemplo, las denuncias sobre este ilícito se contabilizaron en 117 mil 829 del 1 de diciembre de 2012 al 24 de abril de 2014.
Los datos que maneja la Policía Federal son los siguientes: la tentativa de extorsión telefónica tiene el primer lugar en denuncias. Luego, los “delitos en internet con 16 mil 734; robo de vehículo con 11 mil 706; extorsión telefónica consuma con 5 mil 169 y el narcomenudeo con 2 mil 983 casos.
La mencionada policía también tiene conocimiento de 888 denuncias por el delito de secuestro, 460 desaparecidos o extraviados; 428 por trata de personas; 349 por tráfico de armas; 271 contra presuntos secuestradores; 151 contra extorsionadores; 147 contra traficantes de droga y 93 por “daños a la nación”.
“LEVANTAN” A SACERDOTE
En Guerrero fue “levantado” el sacerdote ugandés, John Ssenyondo. Esto ocurrió el 30 de abril, en el municipio de Chilapa. A la fecha se ignora su paradero.
“Solo les pido que lo regresen”, dijo Alejo Zavala Castro, obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa a los delincuentes en un mensaje.
El vicario manifestó que se han registrado tres agresiones graves contra representantes de la Iglesia católica en zonas colapsadas por la narcoviolencia.
El obispo descartó que la privación ilegal del sacerdote se trate de un secuestro, porque los delincuentes no se han comunicado para exigir rescate.
John Ssenyondo, de 56 años, es originario de Masaka, Uganda, y pertenece a la congregación denominada Misioneros Combonianos Corazón de Jesús. Llegó a Guerrero hace seis años.
Según se informó, la tarde del 30 de abril, luego de oficiar misa en el poblado de Santa Cruz, el sacerdote abordó su camioneta para alejarse del lugar. Fue cuando un grupo de hombres armados lo interceptó “y se lo llevó por la fuerza”.