Los ritmos del país
Luis Muñoz miércoles 28, May 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
Luego del reconocimiento por parte de la Secretaría de Hacienda de que nuestra economía está, para no variar, a la baja, se lanzó al ruedo el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, para decir con sentido de urgencia que la economía mexicana necesita que las reformas estructurales ayuden a elevar el crecimiento hasta 5 por ciento.
El funcionario subrayó en entrevista con el diario español “El País”, con tono de apremio y hasta de súplica, que “es de vital importancia que esas reformas progresen, que termine la legislación secundaria y que pasemos a la etapa de implementación”.
Recordó, pues, que si bien ya se hicieron las reformas constitucionales en materia de telecomunicaciones, competencia económica y energía, falta precisar ya los detalles de las leyes secundarias.
O sea que urge. Sobre todo en momentos en que los empresarios están molestos con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, de quien esperaban mucho, pero no una decepción con la reforma fiscal que les impuso y con la caída de la economía.
Se quejan de que en 2013 prometió un crecimiento cercano a 4% que terminó siendo del 1.1%. Y que este año pronosticó un aumento de 3.9% y ya lo bajó a 2.7%.
Pero es a nuestros legisladores a los que la situación del país les urge mucho menos que, como se vio, el bienestar de los magistrados electorales. Ellos, nuestros senadores y diputados, tienen nervios de acero frente a la adversidad y ninguna crisis los arredra ni en medio de ella se dejan presionar.
Por eso una veintena de senadores y vaya usted a saber cuántos diputados se irán esta semana –sin nada que les urja en el país- de gira artística a España para participar en el homenaje que rendirán las Cortes a Octavio Paz, con motivo del centenario de su natalicio. En primera línea van el líder senatorial Raúl Cervantes, los coordinadores de senadores del PRI, Emilio Gamboa; del PAN, Jorge Luis Preciado, y por supuesto el presidente de la Comisión de Comunicaciones, Javier Lozano.
Claro que a Javier Lozano, ya no le apuran tanto los trabajos de las reformas secundarias en materia de telecomunicaciones, luego de su intento fallido de imponer su dictamen personal y de haber sido exhibido en flagrante conflicto de interés.
Y el señor Gamboa y el señor Preciado, bueno, ellos son parte de una institución que los mexicanos pagan bien para que ellos puedan sentirse a gusto, relajados, confortados, independientemente de sus resultados.
Como puede verse, los componentes de este país marchan a ritmos distintos. Cada quien a su aire. No es el mismo sentido de urgencia el que puede tener Videgaray adentro del caldero, que el de los senadores que se merecen unas vacaciones de lujo.
En este país no sienten la misma urgencia un damnificado de Guerrero que reclama en las calles de Chilpancingo la atención que no ha recibido desde que el huracán Manuel acabó con su patrimonio en el 2013, que el del gobierno que ocho menos después apenas entregó medio pueblo restaurado en La Pintada, en momentos en que ya inició la siguiente temporada de huracanes.
No es igual la angustia de los empresarios que echan pestes de la reforma fiscal, que la que sienten las amas de casa todo los días cuando visitan el súper, el mercado o el tianguis, y no les alcanza… y no pueden echar pestes.
Total, qué se le va a hacer si, como dice BBV Bancomer, hasta el Mexican moment ya se nos evaporó. Total, ya vendrá otro y si no pues a ver qué sale.