Hoy no; mañana, tampoco
Francisco Rodríguez jueves 5, Jun 2014Índice político
Francisco Rodríguez
¿Por qué ponen el grito en el cielo? ¿Por qué dicen que va a ser muy difícil sacar en el período extraordinario las reformas reglamentarias, nada más porque el PAN está condicionando su voto a que se aterricen las reformas políticas en los estados y el PRD condiciona su voto a las de telecomunicaciones, si se aprueba el estatuto político para el DF?
¿Por qué ahora dicen los financieros que el crecimiento del PIB vendrá cuando se “acabe la violencia” en México?
¿Por que la hacen de jamón y le hacen al canelas quienes tienen la responsabilidad de resolver los crucigramas del poder?
¿Qué no pueden con esto? ¿Para qué les pagamos? ¿Para que nos traigan en sobresaltos sociales y se nos corte la leche? ¿Qué no tienen todo el arsenal del Estado para operar lo aparentemente difícil? ¿Qué no siempre ha sido así de difícil, aún cuando el país era de partido hegemónico?
Yo creo que siempre ha sido así. Que la política es el juego de toma y daca por excelencia. Si no saben eso, mejor que se vayan. Yo no quiero despertarme un día con la noticia de que ya no hay país, Estado, ni poder y que los que mandan son los más organizados: los narcos.
¡Qué duro!, ¿no? Ya dejen de jalársela, porque en una de esas… ¡van a despertar al león!
Pero lo peor, no es eso.
Lo peor es ¿Por qué creerán que las amenazas de chantajes que reciben de los partidos de oposición no deben apechugarlas, sino en un acto de infidencia, trasladarlas en crudo a la sociedad, que se la pasa viviendo a cada rato los calambres de un desvelado?
Porque primero, no sueltan el gasto… después, nos amenazan que no lo van a soltar hasta que baje María Santísima… luego, nos aterrorizan fiscalmente… más adelante, nos acalambran con los chantajes de la oposición que son para ellos, no para los ciudadanos contribuyentes de a pie… y, finalmente, nos dicen que los beneficios los veremos ¡cuando ellos ya se hayan ido!
¿A qué creen que están jugando?
Pareciera que al cuento de ahí viene el lobo… hasta que venga y ya nadie les crea.
MI CASA ¿ES SU CASA?
Y ahí tiene usted esa otra ocurrencia de los tecnócratas oaxaquenos del SAT, ¡por si faltarán obstáculos al crecimiento de la economía!
Ahora, anunciaron, cotejarán los domicilios fiscales de los contribuyentes.
Mi casa será ahora su casa.
Primero, la gente dejó de usar dinero líquido… luego, dejó de usar tarjetas de crédito… ahora, de plano, se va a refugiar en la economía clandestina, en el mercado negro, en los sótanos de la sociedad.
¿Qué buscan estos nuevos aprendices de brujo? ¿Que México se convierta en el Casbah de Pépé le Moko?
Pero, además, ya se preguntaron si ¿cuentan con el ejército suficiente para realizar esta auténtica cacería de brujas? ¿Ya le preguntaron a su jefe si esas son las instrucciones que trajo? Porque ni allá se avientan a hacer estas jaladas, ¿o no?
¡AY “OJITOS”, PAJARITOS!
Ya acusaron recibo del golpazo del diputado Jorge Sotomayor.
Y muestran estar preocupados en el bunker de Nativitas, donde Marcelo Ebrard tiene ahora sus cuarteles. Por tal el colimense mejor conocido como “El Ojitos” Delgado dice que en la Línea 12 del Metro no hubo corrupción en la Secretaría de Finanzas, que él ocupó, “porque ésta no compra trenes”. Qué dizque sólo hay un “diferendo técnico “ en cuestiones de mantenimiento.
Sería mejor Ebrard ya no mandara a declarar a “El Ojitos” Delgado, pues eso no es lo suyo. Mejor que lo deje dedicarse a promover sus reformas ¡¡¡constitucionales!!! para prevenir el “bullying”, pues se ve a leguas que de niño lo sufrió mucho.
Y es que, como decía Pedrito Rico: con este tipo, y sin dinero, ¿quién me va a querer a mí?
Sotomayor estuvo en monstruo. Sólo, insisto, le faltó dar el nombre del beneficiario de los contratos vagoneros inservibles, que le reportarán comisiones hasta que se lleven a cabo ¡los Juegos Olímpicos del 2028!
Índice Flamígero: Con dedicatoria a Felipe Calderón, Juan Molinar Horcasitas, Eduardo Bours y demás criminales que les acompañan, el epigrama de El Poeta del Nopal, pseudónimo de don Alfredo Álvarez Barrón: “La adversidad como un manto / desciende de las alturas / y escribe, sin borraduras, / la crónica del espanto; / mientras se renueva el llanto / se va perdiendo la fe, / si la justicia anda a pie / la ley pone oídos sordos, / al avivar los rescoldos / de la Guardería ABC.”