43 años
Ramón Zurita Sahagún miércoles 11, Jun 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Dos fechas han quedado marcadas como fatales para la posteridad en lo tocante a la obtención de derechos ganados con sangre por los ciudadanos.
Hasta antes de esas fechas (dos de octubre y 10 de junio), no existía en forma real el derecho de manifestación, por lo que los jóvenes de aquel entonces salieron a las calles armados de su propio valor y pagaron un alto precio de sangre, por ese arrojo.
Los jóvenes de antes y hasta 1968 y 1971 eran poco escuchados en sus reclamos por las autoridades, sordas y ciegas ante las peticiones y el clamor de los jóvenes, especialmente de los estudiantes.
La historia detalla dos masacres, la de Tlatelolco y la del Jueves de Corpus. Las dos con un terrible saldo de muertos y heridos, cuota pagada por los jóvenes de entonces, para que los de ahora disfruten de lo prohibido de entonces.
En aquel entonces, la sociedad era sumamente cerrada, los medios de comunicación mayormente controlados desde el gobierno y el respaldo recibido por los jóvenes no fue como se esperaba.
Surgieron severas críticas y hasta fueron acusados de haber provocado ambas masacres, aunque el tiempo arrojó luz sobre las dos y se aclaró la represión gubernamental.
Gracias a esos movimientos que pagaron con sangre decenas de jóvenes, se derribaron barricadas que impedían aperturas de la modernidad y que hoy se disfrutan en un país más democrático y libre.
Las cifras de muertos de una y otra matanza varían mucho, ya que las distintas versiones hablan de decenas y hasta centenas, aunque otras establecen que no pasaron de 30 en cada una. Versiones van y vienen sobre lo sucedido en las dos ocasiones, aunque queda patente el uso de la fuerza bruta y el abuso de autoridad, por lo que varios lustros después se logró conformar una comisión de la verdad que no dejó satisfechos a muchos, aunque logró el enjuiciamiento del ex Presidente Luis Echeverría Álvarez, secretario de Gobernación en 1968 y Ejecutivo federal en 1971.
Los derechos ganados en la calle por los jóvenes de aquel entonces han servido de pretexto en varias ocasiones para que una serie de vándalos, escudados en la protesta de los jóvenes cometan abusos al por mayor.
Se trata de provocadores que salen una y otra vez a las calles, sin demandas reales, para, supuestamente, reivindicar los derechos de las víctimas del pasado.
Las fechas del dos de octubre y 10 de junio han sido usadas en ocasiones diversas para desmanes en lugar de conmemorar la ocasión en que aquellos jóvenes que no tuvieron miedo a la autoridad o a quebrantar las rigurosas leyes del pasado exigieron respeto para ellos y las nuevas generaciones que hoy disfrutamos de libertades.
43 años han transcurrido desde aquel trágico momento del Jueves de Corpus en que las autoridades recurrieron de nueva cuenta a la represión, para frustrar un derecho, el de libre manifestación, del que hoy se abusa en gran manera.
Solamente para ilustrar es fecha del 10 de junio de 1971, recurrimos al reportaje publicado originalmente dos semanas después de la repudiada masacre en la revista ¿Por qué? Por el joven reportero Horacio Espinosa Altamirano y reproducido en el sitio web de Animal Político:
“Por la mañana de este día, camiones y tranvías del servicio urbano fueron pintados, invitando a la manifestación; por aquí y acullá se leían consignas y papeles engomados. La tensión subía de nivel a medida que transcurrían las horas; la pregunta que infinidad de trabajadores y ciudadanos nos planteábamos era: ¿permitirá el régimen la manifestación? ¿Tendrá la suficiente flexibilidad e inteligencia de permitir su realización, máxime cuando en el mundo está fresca la noticia del 2 de Octubre, de los presos políticos, de los desterrados (los líderes estudiantiles exiliados) y que las consecuencias de los desgobiernos las ha sorteado el propio Díaz Ordaz durante su breve permanencia en Francia?
A las tres de la tarde, las rutas de los camiones que iban para las colonias que rodean el citado Casco de Santo Tomás fueron desviadas, con el obvio propósito de impedir la concentración masiva de los estudiantes y el pueblo. Hay que advertir que, días atrás, sin ocultarlo, la Ciudad de México estaba sobre vigilada, pero este 10 de junio el Ejército, la Policía de Tránsito, los Bomberos, las policías de los innumerables cuerpos secretos, los granaderos y porras y Halcones y el MURO (Movimiento Universitario de Renovadora Orientación, grupo de ultraderecha), fueron acuartelados y permanecían en estado de alerta”. El resultado es de todos conocidos, por eso las fechas del dos de octubre y 10 de junio, son aniversarios luctuosos, de la página negra en la historia de México.
NUVIA MAYORGA
Nuvia Mayorga Delgado, Directora General de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, realiza hoy una gira de trabajo por el conflictivo estado de Michoacán, dentro del programa de las Obras y Acciones que el Gobierno de la República impulsa a través del Plan Michoacán.
La diputada federal con licencia iniciará con la “Inauguración de obra de perforación y equipamiento de pozo profundo y entrega de apoyos a proyectos culturales de la región Purépecha”. Situado en las instalaciones del pozo profundo en la localidad Isla de Janitzio, del municipio de Pátzcuaro.
Luego realizará una visita al centro de atención a la mujer indígena en el mismo municipio de Pátzcuaro, además de la entrega de recursos a CAMI´s, y entrega de proyectos productivos”. Será en el Centro de Atención a la Mujer Indígena en la cabecera municipal de ese municipio.