Leishmaniasis, la úlcera del chiclero
Elsa Rodríguez Osorio, Salud viernes 15, Ago 2014Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- La vacunación ayuda a evitar hasta 3 millones de muertes
- Fumar y usar anticonceptivos aumenta el riesgo padecer infartos
La doctora Ingeborg Becker, de la Facultad de Medicina de la UNAM, señala que la leishmaniasis es un conjunto de enfermedades causadas por un protozoario intracelular del género leishmania, y su transmisión es a través del piquete de una mosca que deposita sus huevecillos en la piel. También se manifiesta en las mucosas de las vías aéreas y en las vísceras. Se conoce como la úlcera del chiclero porque en la antigüedad picaba a los hombres que sacaban el chicle. Actualmente ataca a quienes trabajan en el cultivo del café y cacao. Afecta principalmente a los estados de Chiapas, Tabasco, Oaxaca, Veracruz, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Nayarit. Se calcula que 73% de los casos de leishmaniasis se presenta en hombres entre 25 y 44 años edad. Se asocia también a la malnutrición, los desplazamientos de población, las malas condiciones de vivienda y la debilidad del sistema inmunitario. Se considera un problema de salud pública, debido a su amplia distribución geográfica y porque puede producir lesiones destructivas e incluso discapacitantes. Las orejas son la principal zona del cuerpo donde pica el insecto provocando deformaciones e incluso destrucción del óvulo. De acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, en el periodo 2000 a 2013 se registraron 11,459 casos nuevos del padecimiento. La proporción de género es de dos hombres por una mujer. Robert Sebbag, vicepresidente del programa Access to Medicine de Sanofi, destacó que una de las principales líneas de acción en la lucha contra esta enfermedad es educar a la gente, poner a su alcance el tratamiento y lograr un cambio cultural que permita no solo tratar, sino prevenir la enfermedad.
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En 1991 se creó el Programa de Vacunación Universal, el cual es una política sanitaria, y tiene como propósito proveer protección específica contra algunas infecciones. Se estima que cada año la vacunación ayuda a evitar hasta 3 millones de muertes. En cuanto a vacunación infantil, el actual esquema de vacunación para menores de 8 años de edad protege de 13 enfermedades: poliomielitis, sarampión, rubéola, tosferina, difteria, tétanos, hepatitis B, haemophilus influenzae tipo b, rotavirus, neumococo, influenza, infección por virus del papiloma humano (VPH) y parotiditis. La vacunación en adolescentes señala siete vacunas que previenen enfermedades como tétanos, difteria, sarampión, rubéola, hepatitis B, VPH y tosferina. Para los adultos también existen vacunas para protegerlos de enfermedades como la rubéola, el sarampión, la hepatitis B, la gripe, VPH, el tétanos y para los adultos mayores de 60 años, deben vacunarse contra la influenza y la enfermedad neumocócica Entre los avances en la vacunación para los adultos en México se espera la llegada de la vacuna contra el herpes zóster a finales de 2014, que reducirá el riesgo de padecer la enfermedad y el dolor prolongado, conocido como neuralgia postherpética que puede presentarse posteriormente. Esta vacuna se recomienda en las personas mayores de 50 años, incluso en aquellas que ya han sufrido un episodio de herpes zóster.
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Fumar y además ser usuaria de anticonceptivos, hormonales combinados, aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, en especial un infarto agudo del miocardio. Sin embargo, existen opciones anticonceptivas que disminuyen los riesgos de las fumadoras, como los anticonceptivos hormonales de progestina sola, ya sea en píldoras o el implante subdérmico, que de acuerdo con la OMS pueden ser utilizados sin restricción alguna.
Acudir a un médico para recibir la asesoría adecuada es fundamental para las mujeres que desean iniciar con un método anticonceptivo, sean fumadoras o no. El humo de tabaco contiene aproximadamente 4 mil productos químicos conocidos, de los cuales se sabe que 250 son nocivos y más de 50 cancerígenos para el ser humano. La exposición al humo de tabaco es causa de mortalidad, morbilidad y discapacidad, por lo cual las medidas preventivas son esenciales. Dejar de fumar puede contribuir a disminuir estos factores de riesgo, al tiempo que ayuda en otras ramas de la salud relacionadas con enfermedades respiratorias y cancerígenas.