¿Y la cereza del pastel?
¬ Juan Manuel Magaña jueves 21, Ago 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
El tiempo en Michoacán se la ha venido encima al comisionado Alfredo Castillo, el mismo que nombrara a “La Tuta” como la cereza misma de su pastel, y con ello se multiplican las dudas y las críticas sobre la efectividad de actuación en aquel estado convulso.
Las cifras oficiales son en sí mismas un cuestionamiento a la infalibilidad de ese funcionario que pone y dispone en aquel estado como hacían aquellos dictadores romanos investidos con poderes extraordinarios para enfrentar grandes amenazas.
Castillo fue nombrado comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral en Michoacán, el 15 de enero pasado.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) entre enero y junio de 2013 se registraron en Michoacán 384 homicidios dolosos y durante el mismo lapso del presente año ya van 555.
En el caso de los secuestros, en la primera mitad del año pasado se registraron 89 denuncias y hasta junio de 2014 se contabilizaban ya 91, una cifra superior en dos por ciento, pero que rompió ya el récord de 2013.
Mientras, las extorsiones del primer semestre de 2013 fueron 157 y las de 2014 ascienden a 225. Y eso que el último semestre con mayor número de extorsiones en el estado data de 2009, con 229.
Es decir, en lo que va de 2014, en Michoacán las cifras de homicidios y secuestros ya son récord de los reportados desde 2006, y los homicidios y las extorsiones ocurridas en este primer semestre de 2014 ya superan en 30 por ciento a los denunciados en el mismo periodo de 2013.
Luego entonces, la violencia en Michoacán es creciente no obstante toda la fuerza del Estado desplegada en aquellos lares tanto en el sexenio pasado como en este. ¿Pues de qué estará hecho La Tuta que, entre otras cosas, le roba las primeras planas de los diarios al comisionado Castillo?
Los cinco municipios donde se concentra la incidencia delictiva de Michoacán son Morelia, Apatzingán, Lázaro Cárdenas, Uruapan y Zamora, de un total de 113 en los cuales está dividida la entidad.
Ahí el comisionado Castillo ha llegado a declarar que “ya no hay cobro por derecho de piso o extorsiones”. Pero las organizaciones sociales, que están al tanto de las cifras, critican que los datos del funcionario no corresponden ya no con la realidad sino con las cifras oficiales.
Claro que, un poco en descargo de Castillo, también es posible ver de una forma muy distinta lo que pasa en Michoacán. Ayer un diario “nacional” publicaba que en este año han sido detenidos o sujetos a proceso por diversos delitos 146 funcionarios en Michoacán, que van desde servidores públicos municipales hasta el caso de José de Jesús Reyna García, ex gobernador interino y ex secretario de Gobierno, capturado el 4 de abril pasado, acusado de tener nexos con la delincuencia organizada.
Pues sí, pero eso de qué ha servido, si todos los días vemos en video o en foto que buena parte de la nómina política de Michoacán –hasta el hijo de Fausto Vallejo- ha circulado por la mesa del líder de “Los Caballeros Templarios”, esa cereza que Castillo no ha podido coger para su pastel.
¿Pues cuántos políticos más faltan de irse a la cárcel como para que eso mueva a la baja tanta comisión de delitos?
Antes que “La Tuta”, me gustaría que Castillo o la autoridad pudieran decirle a la sociedad si el ex gobernador Vallejo estuvo vinculado a la mafia. Claro, si es que lo están investigando. A lo mejor la cosa va por ahí.