Bisutería perredista
¬ Gustavo Mora jueves 8, Jul 2010Nostálgicos y acelerados
Gustavo Mora
Ni el oaxaqueño Gabino Cué Monteagudo, ni el poblano Rafael Moreno Valle, ni el sinaloense Malova, recibieron el Sagrado Bautismo de perredistas por el fundador, primer presidente, candidato presidencial y jefe de las principales comisiones a las que renunció, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
El dirigente moral del perredismo (los demás son de utilería) declara que como militante del partido del sol azteca que fundó al salirse del PRI, no sintió nada con el triunfo de las coaliciones que se hicieron con Acción Nacional en Oaxaca, Puebla y Sinaloa. Entre otras cosas, porque ninguno de los candidatos triunfadores es perredista químicamente puro.
“Las victorias que le arrebataron al PRI no las siento como mías”.
Y se fue todavía más lejos: “el Partido de la Revolución Democrática carece de futuro propio para la elección presidencial del 2012”, por aliarse con otras corrientes que son contrarias a las de su partido. Y si piensan seguir el mismo rumbo el año próximo con el Estado de México, allá ellos”.
Oaxaca, Puebla, y Sinaloa pudieron ganarse solos (detrás de la cruz en que está el diablo) con una buena propaganda sólida, fundamentos ideológicos y un buen Programa de Gobierno, no prestado de la reacción.
Cárdenas Solórzano piensa que con estas alianzas, el PRD se está desdibujando y disminuyendo su presencia en los electores. Y como aliado del PAN, no ganó nada.
Es imposible contar cuántos de los votos ganadores fueron para el partido del sol azteca y con cuántos sufragios participaron las alianzas.
Lo que hubo –dice Cárdenas– fueron acuerdos imaginarios e inconfesables (alcaldías, diputaciones locales, regidurías), pero no principios.
Y nosotros firmamos letra por letra lo que dice Cuauhtémoc.
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Marcelo Ebrard Casaubón se llevó entre las patas a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Rosario Robles y Alejandro Encinas con su declaración de que: “En 13 años, hemos hecho más obra que en 70”. Claro que la dedicatoria era para malos ex regentes priístas como Manuel Camacho Solís (su ex jefe), Óscar Espinosa Villareal, Octavio Sentíes Gómez y otros. Pero la piel está muy sensible. Sobre todo en Andrés Manuel López Obrador que es el principal en la lista de perredistas superados por la obra de Ebrard Casaubón.
Los segundos pisos valieron gorro. Y desde luego, los campamentos que pusieron a la Plaza de la Constitución como la ciudad más horrible y pestilente del mundo. Nada tiene que hacer todo esto frente a las pistas de hielo, los bailes de 15 años, los saraos en el Ángel de la Independencia, las roscas de Reyes que baten records mundiales y otras realizaciones de la Administración Marcelista. También compite en galanura con su vecino cuando aparecen juntos. En fin, que a Rosario Robles, ni la toma en cuenta.
¿Estarán de acuerdo los capitalinos?
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Nada de que borrón y cuenta nueva exigen los oaxaqueños a Gabino Cué Monteagudo. Más bien le piden que aplique el ojo por ojo y diente por diente. Y lo mismo le sucede a Rafael Moreno Valle, respecto del desprestigiado Mario Marín Torres… Fidel Herrera Beltrán tiene pocas posibilidades de ser candidato presidencial, ni siquiera ser presidente del PRI, porque la elección de Veracruz está cuestionada ante las autoridades electorales. Y en esas condiciones, es difícil negociar con los que verdaderamente deciden estas cosas… Un caso similar aunque desproporcionado, es el de Ulises Ruiz a quien José Murat Casab le metió la chifladura de promoverse para la dirigencia nacional priísta. A ver si no mejor los expulsan por indeseables… Una buena coalición con un buen candidato, puede arrojar resultados como los de Oaxaca, Puebla, y Sinaloa. Una buena coalición con un mal candidato, ni con chochos gana. Lo que perdió Beatriz Paredes Rangel en gobiernos estatales, lo compensa con la aplanadora priísta en los Municipios de Baja California (gobernada por el PAN) y el descalabro de Amalia García en Zacatecas.
