Y de ahí no salimos
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 8, Oct 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
Los siguientes indicadores no hablan de que México haya tenido mala suerte en los últimos lustros. No dicen que, sin querer, las cosas han salido por más que se han esforzado quienes se han dicho sus gobernantes.
Más bien hay que leer en ellos cómo al país, literalmente, se le ha crucificado.
Para variar, México salió reprobado en un estudio sobre calidad de vida en los 34 países socios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Quedó por debajo del promedio en áreas tan cruciales como seguridad, salud y el ingreso.
Y no se diga en cuanto a acceso a Internet. Si a ese perfil le incorporaran los temas de corrupción y miseria, el país quedaría pintado de cuerpo entero.
Así que México aparece último en la lista de la OCDE, la misma que nos da recetas para seguir por el mismo barranco, en términos de seguridad, con 22.9 homicidios por cada 100 mil habitantes, más de cinco veces el promedio de 4.2 por cada 100 mil habitantes del grupo de 34 países, que incluye desde economías avanzadas como Estados Unidos, hasta naciones emergentes como Turquía.
En cuanto a “ingreso disponible de los hogares”, México quedó en el lugar 33 de 34, sólo por arriba de Chile, con 6 mil 554 dólares per cápita, contra un promedio de 18 mil 907 dólares para los socios del grupo de naciones. Es grande la diferencia, ¿no cree?
En su reporte, la OCDE dice: ‘‘La tasa de homicidios, el ingreso disponible de los hogares, el acceso a conexiones de banda ancha y la parte de la fuerza laboral con al menos un título de secundaria, son los indicadores de bienestar donde la brecha entre las regiones de México y el promedio de la OCDE es mayor’’.
La violencia destaca como contexto de este documento, al tenerse en cuenta que México enfrenta una ola de violencia relacionada con bandas de narcotraficantes que trafican cocaína, mariguana y otros estupefacientes a través de la frontera hacia Estados Unidos, y que ha dejado una estela de más de 100 mil muertes desde 2006.
El siguiente dato tiene su buena dosis de dramatismo: Sólo 40 por ciento de la fuerza laboral mexicana tiene un título de educación secundaria, contra un promedio de la OCDE de 74.6 por ciento.
Así que el país lleva décadas viviendo hechos “indignantes, dolorosos e inaceptables” y escuchando discursos de que “vamos por el camino correcto” y de que “lo mejor está por venir”.
Un día nos dicen que el cáncer es muy local, una excepción, y otro día hay que decirle a la nación que la enfermedad es general, para recetarle medicinas dolorosas.
Así va a seguir este país, en una marcha cada vez más dificultosa, hasta que un día caiga, ya no se levante y deje de existir. Con los ojos del mundo encima como testigos.