Rebasados por la realidad
Roberto Vizcaíno viernes 14, Nov 2014Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Los obispos y cardenales salieron a dar su diagnóstico sobre la situación actual de México
- Por la tarde recibieron la visita del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong
- Graco Ramírez, a nombre de la Conago, advirtió que todos los gobernadores unirán sus esfuerzos contra la crisis
Actores frecuentes de la primera fila del acontecer nacional, los obispos y cardenales mexicanos se dieron cuenta hace un par de días que la rapidez de los acontecimientos por el secuestro y brutal muerte de los 43 estudiantes de Ayotzinapa amenazaba con dejarlos fuera del escenario.
Representados como Iglesia católica por el boquiflojo sacerdote Alejandro Solalinde, los miembros de la jerarquía católica nacional fueron dejados atrás en este asunto incluso por el papa Francisco quien hace unos días emitió su pesar por los normalistas sacrificados por el mini cártel Guerreros Unidos.
A lo largo de los pasados 48 días que han transcurrido desde que policías de Iguala levantaron a los estudiantes para darlos bajo resguardo de agentes de Cocula quienes a su vez los entregaron a los verdugos del grupo delincuencial que los asesinó, calcinó y disolvió en las aguas del río Cocula, obispos y cardenales mexicanos simplemente vieron los hechos de lejos, cuando debieran haber hecho algún pronunciamiento como representantes de la comunidad religiosa más numerosa e importante del país.
Fue hasta anteayer que finalmente acertaron fijar posición. Y como no lo habían hecho, tenían que hacerlo fuerte, para que los voltearan a ver.
De ahí que los más de 100 obispos y cardenales que integran la cadena de mando de la jerarquía católica mexicana se lanzaron a fondo para advertir que ellos ven y perciben una verdadera crisis nacional impregnada de violencia y miedo, desconfianza e indefensión por parte de los ciudadanos ante la amenaza de grupos criminales y una lamentable corrupción de sus autoridades.
“Los obispos de México decimos: ‘¡Basta ya!… No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desaparecidos. No queremos más dolor ni más vergüenza’”.
El mensaje fue presentado en la sede del Episcopado Mexicano, en Valle de Guadalupe Estado de México, por el presidente en turno de la CEM, Francisco Robles Ortega, acompañado por secretario general, Eugenio Lira Rugarcía y el arzobispo de Acapulco, Carlos Gárfias Merlos.
Y por supuesto en el explosivo pronunciamiento manifestaron su profundo sufrimiento y pesar por el sufrimiento de los padres y familiares de los 43 normalistas sacrificados y por las víctimas en Tlatlaya.
Como otros líderes de opinión, los obispos y cardenales consideraron que hoy regresar la paz y tranquilidad a México requiere de un esfuerzo de todos los mexicanos.
“En nuestra visión de fe, estos hechos hacen evidente que nos hemos alejado de Dios; lo vemos en el olvido de la verdad, el desprecio de la dignidad humana, la miseria y la inequidad crecientes, la pérdida del sentido de la vida, de la credibilidad y confianza necesarias para establecer relaciones sociales estables y duraderas.
“En medio de esta crisis vemos con esperanza el despertar de la sociedad civil que, como nunca antes en los últimos años, se ha manifestado contra la corrupción, la impunidad y la complicidad de algunas autoridades. Creemos que es necesario pasar de las protestas a las propuestas.
“Que nadie esté como buitre esperando los despojos del país para quedar satisfecho. La vía pacífica, que privilegia el diálogo y los acuerdos transparentes, sin intereses ocultos, es la que asegura la participación de todos para edificar un país para todos”, concluyeron.
PRUDENCIA, COLABORACIÓN
Hasta este foro de religiosos llegó horas más tarde el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien en un encuentro cerrado con ellos les explicó lo de Tlatlaya y lo de Iguala, sus consecuencias y respuestas del régimen.
Osorio les sugirió ser factor de unidad y apoyo en la necesaria recuperación de la paz y la tranquilidad y un soporte en el esfuerzo de crear y recuperar confianza en las instituciones de la República.
El funcionario escuchó y respondió todas las preguntas que le hicieron los obispos y cardenales dentro de un ambiente de respeto y colaboración.
¿SE DESLINDAN O NO?
Por cierto, en este contexto pero sobre todo frente a la ola de destrucción y de provocación en que ha entrado la CNTE y sus grupos en varios estados del país, aunada a los anarquistas, no pocos pensamos que los padres de familia y alumnos de Ayotzinapa debieran fijar postura.
Lo que se reclama de ellos es algo muy simple como importante: que digan si apoyan, si están de acuerdo o no con lo que hacen los maestros de la CNTE.
Los padres de familia de los 43 jóvenes asesinados y sus compañeros alumnos de la normal de Ayotzinapa se lo deben al resto de los mexicanos porque los anarquistas y maestros de la CNTE los usan para justificar sus actos.
GONZÁLEZ PÉREZ, EL ELEGIDO
Con 97 de 107 votos, el pleno del Senado designó ayer a Luis Raúl González Pérez como nuevo presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en lugar del cuestionadísimo Raúl Plascencia, quien buscó afanosa, obsesivamente su reelección.
González Pérez estará al frente de la CNDH hasta 2019.
Egresado de la carrera de Derecho por la UNAM, ha sido profesor, secretario administrativo, y abogado general en esta institución.
Fue director general de Gobierno en Gobernación y subprocurador en la PGR donde fue el último fiscal del Caso Colosio.
Con 52 años de edad, González Pérez ha estado 12 en la CNDH como primer y segundo Visitador
González Pérez estuvo junto a Mauricio Farah e Irene Herrerías en la terna final analizada y debatida por los senadores.
Sin duda la primera tarea como presidente de la CNDH, será la de revisar el caso de los 43 normalistas asesinados en Iguala, y reunirse para escuchar a los padres de estos.
LOS VIOLENTOS NO TIENEN FUTURO
Ayer, en un encuentro de especialistas en derecho penal, el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, en obvia referencia a los acontecimientos de violencia realizados por maestros de la CNTE en Chilpancingo, advirtió que “nadie puede exigir justicia violando la ley, porque en la violencia jamás encontraremos la solución”.
A su vez, el gobernador de Morelos, el perredista Graco Ramírez consideró que “en estos momentos la historia y la vida nos enseña, que hay quienes se niegan y no quieren los cambios, quienes prefieren que las cosas se queden como están, porque tienen temor a avanzar.
“Hay quienes apuestan a que la crisis se profundice para que las instituciones se colapsen, y se piensan que pueden ganar… pero se equivocan.
“Quien profundiza una crisis, solamente es el agente de la derrota, nadie gana, todos perdemos, el país pierde.
“Y quienes están aquí y quienes estamos aquí, estoy seguro, somos los que estamos apostando a reconocer la crisis, pero a participar decididamente en la construcción de las nuevas instituciones que el Estado Mexicano requiere… y quiero decirle señor Secretario de Gobernación, porque conozco la opinión de mis colegas gobernadores y del jefe de gobierno del Distrito Federal, que este compromiso que hemos ratificado en la Conago para seguir adelante, y efectivamente se requiere una importante dosis de voluntad política, esto es absolutamente cierto, está patente”.