La táctica del gobernador
Augusto Corro jueves 11, Dic 2014Punto por punto
Augusto Corro
Los padres de los normalistas desaparecidos se entrevistaron antier con un grupo de senadores.
Como era de esperarse, los legisladores recibieron una andanada de críticas por su insensibilidad ante la tragedia. Durante la reunión se presentó un pliego petitorio en el que se incluyó la presentación con vida de los normalistas.
Llamó la atención que los padres de las víctimas demandaran una nueva línea de investigación al ex gobernador Angel Aguirre Rivero. Extrañamente, Aguirre Rivero, uno de los personajes más importantes relacionados con el caso Iguala, ve los toros desde la barrera. En las investigaciones de las autoridades sobre la desaparición de los 43 normalistas, apenas si aparece el nombre del ex perredista. ¿Le funcionó la táctica de esconder la cabeza como avestruz?
A raíz del contubernio de las autoridades municipales con los narcos, se destapó la cloaca en Guerrero y se empezó a hablar de más municipios perredistas, en manos de la delincuencia organizada.
¿Qué sabía el entonces el gobernador de la narcopolitica municipal?
Desde el inicio del conflicto, Aguirre Rivero fue acusado de recibir apoyo económico del cártel Guerreros Unidos para su campaña política rumbo a la gubernatura. ¿Esa denuncia ya fue archivada? ¿Lo mismo ocurrió con sus relaciones personales con María de los Angeles Pineda Villa, esposa del alcalde perredista de Iguala, autora intelectual de la desaparición de los 43 normalistas? ¿Qué lo llevó a fingir la búsqueda de los estudiantes casa por casa, si su procurador ya sabía el destino trágico de los jóvenes.
Las autoridades tendrán que centrar sus investigaciones en las autoridades municipales y estatales involucradas en esos hechos deleznables. ¿Ángel Aguirre es una blanca paloma? Por qué ese trato de persona muy importante (VIP)?
La sociedad mexicana espera que un castigo ejemplar se aplique, tope donde tope, a los delincuentes que desaparecieron a los normalistas, con el propósito de que no vuelvan a registrarse hechos inhumanos llenos de salvajismo.
EL CAOS POLÍTICO EN GUERRERO
Entre otras demandas planteadas por los padres de los normalistas fue el relacionado con la cancelación de las elecciones del próximo año en la entidad.
Los hechos de la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre en Iguala mostraron la insensibilidad de los partidos políticos, quienes se concretaron a manifestar sus puntos de vista en discursos demagógicos.
El único que participó directamente fue el Partido de la Revolución Democrática (PRD), pero con el único propósito de defender sus intereses. Optó la cúpula perredista por pedir perdón a los guerrerenses por la tragedia.
Una acción calificada de tardía, porque los dirigentes amarillos tuvieron en sus manos los expedientes que señalaban al candidato perredista a la presidencia de Iguala, como un sujeto con una historia criminal a cuestas. No les importó el pasado del aspirante y lo apoyaron hasta llevarlo a la presidencia municipal. También protegieron a Aguirre Rivero a pesar de que permitió la fuga de Abarca Velázquez.
La administración del ahora ex mandatario estatal permitió la espiral de violencia que azota a Guerrero: civiles armados, asesinatos contra activistas, caídas en el turismo y una presencia cada vez mayor de la delincuencia organizada.
Ante la presión de los guerrerenses, Aguirre Rivero presentó su licencia para dejar la gubernatura. El Congreso local la aprobó y eligió a Rogelio Ortega Martínez como mandatario estatal interino. Esto sucedió a finales de octubre.
A partir de esa fecha, Guerrero cayó en un caos político al que no se le encuentra salida alguna. Ortega Martínez habilitado como funcionario público y no respondió a ninguna expectativa. Aquella entidad sigue sumida en una ola de manifestaciones. El gobernador interino sigue en busca de la fórmula para regresar la seguridad a Guerrero.
No es halagüeño el panorama político frente las elecciones intermedias del 2015. Los partidos políticos se encuentran reprobados en Guerrero, pues hicieron a un lado la tragedia de Iguala.
COLABORACION DE EU
Estados Unidos (EU) ofreció ayuda a México para investigar el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, porque la violencia de su país vecino le “afecta”.
“Esto será investigado. Hemos ofrecido asistencia para saber exactamente lo que pasó, nuestras capacidades forenses se emplearán para llegar al fondo”, dijo el presidente Barack Obama.
Es para agradecerse ese gesto del mandatario estadounidense, aunque si de verdad quiere ayudar a México, no se vería mal que realizará una campaña para disminuir el consumo de enervantes en el país que gobierna.
Tener como vecino al mercado más grande del mundo de adictos a estupefacientes como vecino, nunca fue positivo para los mexicanos. La guerra por la producción y trasiego de drogas, etc., generaron una espiral de violencia interminable.
Es común ver la paja en el ojo ajeno, cuando no distinguimos la viga en el propio. Ora que si de ayuda se habla, bien podría Obama mandarnos a sus chicos de la CIA a interrogar a al ex presidente de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, quien según las autoridades federales se niega a declarar sobre la desaparición de los estudiantes.
En un informe reciente del Senado de EU se apuntó que “la tortura empleada en la era pos 11-2 (el ataque a las Torres Gemelas) fue aún más brutal de lo se sabía previamente”. Es decir, que los agentes de la CIA bien podrían ayudar en sus clases de canto al enmudecido Abarca Velázquez.