Política Netflix
¬ Javier Cadena Cárdenas jueves 5, Feb 2015Termómetro
Javier Cadena Cárdenas
Con casi dos décadas de existencia, la empresa Netflix cada día cobra mayor importancia en la oferta de televisión de paga en el mundo entero, o al menos en el occidental.
Creada en 1997 en California como un simple videoclub, 18 años después es una opción que no sólo ha puesto en jaque a las televisoras públicas y de paga de todos los idiomas, sino que también ha marcado el rumbo en materia de hacer series de televisión con temas actuales.
Y como ejemplo de lo anterior, tan sólo hay que traer a la memoria las dos series originales más recientes que ha producido: “Hause of Cards” y “Marco Polo”.
La primera de ellas, que por cierto el próximo 14 de febrero inicia la proyección de su segunda temporada, técnicamente está bien estructurada y bien actuada, por ello ha recibido nominaciones y premios al por mayor, y del tema, pues no hay objeción alguna.
La trama versa sobre el congresista Francis Underwood, interpretado por Kevin Spacey, y su ambición por convertirse en habitante de la Casa Blanca como presidente de los Estados Unidos de América.
Este personaje es por demás maquiavélico, y por lo mismo con certeza el público mexicano de repente se imaginará en él a la encarnación de algún personaje actual dentro del acontecer político nacional, pero aquí sí vale esa expresión de que toda posible referencia a la realidad, es pura coincidencia.
Este congresista, que en apenas los dos primeros capítulos de la primera temporada tumbó a dos posibles integrantes del gabinete del futuro presidente de aquel país e indujo el nombramiento de alguien que no estaba considerado, y todo en alianza con una reportera principiante de un periódico de la capital –Washington-, ha dictado cátedra y algunas de sus máximas ya son la norma a seguir de muchos políticos reales.
Algunas de estas máximas son las siguientes: que siempre te deban favores; el éxito es una mezcla de preparación y suerte; ante una persona orgullosa hay que actuar con humildad para vencerla; las reglas no son cosas sagradas a las que les tenga respeto; el dinero se derrumba y el poder perdura; en ocasiones ser sinvergüenza te da poder y liderazgo; a una ballena se le devora mordisco a mordisco y así se podrían anotar un sinnúmero de ellas.
Por lo que respecta a la segunda serie, “Marco Polo”, hay que reconocer que también está muy bien hecha, pero que en los 10 primeros capítulos, correspondientes a la primera temporada, trata de manera primordial sobre la lucha entre los mongoles y los chinos, y, obviamente, gracias a este personaje proveniente de Venecia, los primeros vencen a los segundos, debido al uso de las catapultas que él les dijo utilizaran para traspasar la gran muralla.
De la serie “Marco Polo” también se deducen enseñanzas, cargadas con mucha ideología, pero enseñanzas al fin, y una de ellas versa en una expresión del canciller chino que ante un enviado del Kan mongol, simplemente manifestó su sorpresa en el sentido de que un extranjero, ni mongol ni chino, le vaya a pedir que se rinda ante sus enemigos.
“Hause of Cards” y “Marco Polo” son dos series de televisión realmente importantes, sobre todo para, al menos, pasar un buen rato de diversión con su posible aprendizaje de lo que hoy en día bien puede denominarse “política Netflix”, muy de moda entre la clase política.