Escándalo y burla
Augusto Corro martes 10, Feb 2015Punto por punto
Augusto Corro
The New York Times (NYT), el influyente diario estadounidense, publicó que la familia de José Murat Casab, ex gobernador priísta de Oaxaca, adquirió media docena de propiedades inmobiliarias en Estados Unidos, entre otras un departamento carísimo en una de las torres del Time Warner Center.
El rotativo anunció una serie de reportajes sobre la compra-venta de inmuebles en condiciones secretas o sospechosas. En algunos casos, las propiedades se registran sin proporcionar el nombre del dueño.
Mañana miércoles se conocerá la información completa sobre la adquisición de departamentos de Murat Casab en el vecino país. Se avecina, pues, un escándalo mayúsculo para el ex mandatario oaxaqueño, quien participó intensamente en la integración del Pacto por México.
Sin embargo, experto en los laberintos internos de la política, el ex mandatario sabe que no tiene por qué preocuparse. Sólo algunos cuantos adversarios les solicitarán a las autoridades que se investigue el origen de sus recursos económicos para comprar él o los departamentos en Nueva York. El NYT habla de media docena de propiedades.
Con el desprestigio de la clase política mexicana no se necesita rascarle mucho para saber cómo se enriquecen aquellos que se dedican a la grilla, que sólo basta un sexenio o menos tiempo para llenarse las bolsas del dinero público. Murat Casab no tenía por qué ser la excepción de la regla.
Es decir, su comportamiento obedeció a la “tradición” de los “virreyes” (gobernadores) de enriquecerse cuando ejercen el poder. Así lo hicieron el propio sucesor de Murat Casab en el cargo. Nos referimos a Ulises Ruiz Ortiz, también de extracción priísta, otro impresentable, acusado en su momento de manejos oscuros en el renglón financiero de su administración.
En México, las tropelías de los “virreyes” difícilmente terminan ante un juez. Llenos de privilegios y de impunidad, los ex gobernadores nunca son juzgados. Salvo en casos donde ya no se puede esconder el botín de lo robado por su tamaño. Así le ocurrió a Andrés Granier Melo, ex mandatario Tabasco, quien se encuentra en una cárcel-hospital, en espera de que el paso del tiempo lo ayude a burlar las acciones de la justicia.
Así pues, a Murat Casab sólo le aumentará el desprestigio político que amasó durante su carrera de líder priísta que coronó con la gubernatura. ¿Cómo llegó a la gubernatura? Como ocurre siempre son los sujetos que se dedican a la grilla: individuos grises beneficiados por el “cuate” o el compadre.
Aunque en la presente situación, el escándalo sí podría preocupar al multicitado Murat Casab, porque el desprestigio familiar podría alcanzar a Alejandro, su hijo. Este es el titular del Infonavit y su ilusión es convertirse en gobernador de Oaxaca.
Claro, con la ayuda de los desmemoriados, al poco tiempo se olvidará el affaire del NYT y borrón y cuenta nueva. Con la experiencia del papá, Oaxaca podría contar con Alejandro, un gobernador joven muy bien “asesorado” por un experto en escándalos. Por lo pronto, se enturbia, pues, el panorama político para Alejandro.
En fin, el ex mandatario multicitado volverá a burlarse de la justicia. Tiene padrinos muy poderosos que lo ayudarán a sortear la tormenta. Entiende el significado correcto de las palabras impunidad y corrupción. Sus aliadas, que lo ayudarán a conciliar el sueño y le alejarán las pesadillas.
A mediados de julio del 2013, el ex gobernador Murat Casab y dos ex mandatarios más fueron acusados ante la Procuraduría General de la República.
En la denuncia, presentada por legisladores perredistas, éstos solicitaron una investigación sobre la existencia de 123 contratos “por un monto de 1,829 millones de pesos a cuatro empresas constructoras que podrían estar vinculadas con los ex gobernadores del PRI, Fidel Herrera y José Murat Casab, coludidos con el ex gobernador Juan Sabines”.
Los ex mandatarios, según los congresistas, entregaron licitaciones irregulares a constructoras fantasmas para realizar obra pública en Veracruz, Chiapas y Oaxaca.
Dichas constructoras denominadas Muraza, Alzurio, Sureste y Goli no cumplieron con los contratos y entregaron los trabajos que les encargaron en malas condiciones o incompletos, lo que fue considerado como un fraude. La denuncia se fue al archivo.
Mientras el ex gobernador Casab Murat disfruta de sus mansiones neoyorquinas, en Oaxaca los maestros se encuentran en paro; el inepto mandatario estatal Gabino Cué busca la cuadratura al desgobierno, y más de un millón 300 mil alumnos de educación básica se encuentran sin clases.