Los “negritos” del arroz
Augusto Corro martes 3, Mar 2015Punto por punto
Augusto Corro
Sin sorpresas terminó la etapa de designación de los candidatos plurinominales a una curul en San Lázaro.
Los “pluris” son aquellos que tienen segura su estancia en la Cámara de Diputados sin hacer campaña: los beneficiados por la partidocracia.
Marcelo Ebrard Causabon, ex jefe del gobierno capitalino, logró colarse y será diputado por el Partido Movimiento Ciudadano (MC).
Luego de ser rechazado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Marcelo encontró refugio en el partido, propiedad de Dante Delgado.
Desde esa trinchera seguirá en su proyecto político rumbo al 2018, a pesar del conflicto de la Línea Dorada del Metro, que pende sobre su cabeza y amenaza con agudizarse.
Marcelo renunció al PRD en un momento oportuno, cuando ese instituto político vive uno de sus peores momentos derivados de su lucha interna.
En el Partido Acción Nacional (PAN) el equipo de Gustavo Madero le negó la curul “pluri” a Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Con esa negativa se acentuó la pugna por el poder en el partido blanquiazul. La aspirante frustrada amenazó con buscar la dirigencia nacional panista.
Calderón y sus seguidores asimilaron esa derrota. Sin embargo, el michoacano dejó entrever que si continúan los conflictos en Acción Nacional, él podría renunciar al panismo y fundar su propio partido.
En el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), cuyo propietario es Andrés Manuel López Obrador, se estrenó una forma de seleccionar a los plurinominales.
Se trató de que fuera la suerte y no el trabajo o la trayectoria política la decidiera quién o quiénes irían como “pluris” a San Lázaro.
Si se trató de culpar a la tómbola por los que fueron eliminados, el resentimiento alcanzó a muchos aspirantes que se sentían con derecho para ir a dormitar en los sillones mullidos de la Cámara de Diputados.
¿De qué sirve la lucha política real, esforzada, si al final competirás con personas ajenas al partido y a sus principios?
La llamada izquierda mexicana, en su afán de renovación, que se ve casi imposible, ensaya con métodos que sólo causan polémica. Allá ellos.
En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) el controvertido “príncipe de la basura”, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, alcanzó un premio, a pesar de su mala conducta al frente del tricolor en el Distrito Federal (DF); su madre Guillermina de la Torre Malváez fue designada “pluri”.
Nadie mejor que una mamá con fuero para defender al hijo con problemas mayúsculos.
Cuauhtémoc renunció a la dirigencia tricolor en el DF, debido a las acusaciones en su contra relacionadas con trata de personas, delincuencia organizada, etc. También la ex secretaria del ex líder, Sandra Esther Vaca Cortés, se registró ya como aspirante a diputada local.
LA FIESTA DEL ALCALDE
Alguien tendrá que sugerirle o comentarle al presidente municipal de San Blas, Nayarit, que debe alejarse del escándalo.
El sábado pasado, Hilario Ramírez Villanueva, alcalde del citado municipio, echó la casa por la ventana al festejar sus 44 años de vida. El político, ya conocido por sus declaraciones cínicas, “sí robé, pero poquito”, cuando se refería a la primera vez que fungió como presidente municipal, organizó una fiesta en la que se gastaron 15 millones de pesos.
De acuerdo con las versiones periodísticas, Hilario invitó a 50 mil habitantes de su municipio. Les ofreció 50 mil cartones de cerveza y 50 cabezas de ganado en birria. A la reunión asistió la banda El Recodo.
El festejó costó un poco menos que los 15.9 millones de pesos que el Ayuntamiento nayarita destina este año a la Dirección de Seguridad Pública, Tránsito, Vialidad y Protección Civil.
En un video, el alcalde baila al ritmo de la banda El Recodo que le cantó “Las mañanitas”. Sin ningún gesto de caballerosidad, el funcionario le alza la falda a su pareja, en dos ocasiones, para mostrar sus piernas y ropa interior.
La patanería del munícipe nos recuerda a aquella fiesta de los legisladores panistas con taiboleras y una banda de música en Puerto Vallarta, Jalisco. A los blanquiazules se les dan bien las reuniones y los escándalos.
Hilario, en su primer gobierno municipal estuvo bajo la sombra de Acción Nacional. En la segunda ocasión participó en la justa electoral como candidato independiente.
UNOS DÍAS RICOS Y…
Vivir aunque sea unos cuantos años de riqueza, en vez de una vida completa de pobreza, sin importar las consecuencias.
Este dicho de los delincuentes alcanzó a Servando Gómez Martínez “La Tuta”. Tras ese poder económico y político generado por la violencia, el líder “templario” cayó en desgracia.
Sus últimos días en libertad los vivió en fuga permanente. Se escondía en cuevas y en casas abandonadas. Lejos de las comodidades elementales de alimentación e higiene.
Antes de su captura en Morelia, “La Tuta” habitó en una choza de madera, con un sanitario de paredes de cartón, en la Sierra de Aguililla, y en Tumbiscatío, en una caverna conocida como “La Cueva del Diablo”.
Los años de poder y riqueza del líder “templario” quedaron atrás, ahora tendrá que rendir cuentas sobre la muerte de 12 agentes federales de la División Antidrogas que ocurrió en 2009, cuando encabeza una célula de “La Familia Michoacana”.