Nikito Nipongo, desenróllame tu rollo
¬ Humberto Matalí Hernández martes 27, Sep 2011Al son de las fábulas
Humberto Matalí Hernández
Diría que el escritor no es un artista
protegido por dioses que lo inspiran; es el
escritor, en realidad, un artesano solitario.
Raúl Prieto / Desenróllame tu rollo
El maestro lexicólogo, columnista, caricaturista y escritor, Raúl Prieto Riodelaloza (1918-2003) es uno de los escritores más críticos de la rigidez y tonterías, como decía, de la Real Academia de la Lengua Española y de la Academia Mexicana de la Lengua, por lo tanto de todas las instituciones de ese renglón de hispanohablantes, en los libros “Madre Academia” y “Vuelve la Madre Academia”, y en cientos de columnas periodísticas escritas con el título de “Perlas Japonesas” que durante 50 años publicó en “Excélsior”, “unomásuno”, “Proceso” y otras publicaciones, con el seudónimo “Nikito Nipongo”.
La pluma del maestro Raúl Prieto era certera, audaz y sobre todo hiriente y sarcástica, no sólo por la forma en como se usa u desusa el lenguaje, sino por las estupideces y aberraciones -él utilizaba otras expresiones ofensivas- cometidas por los locutores, lectores de noticias, reporteros de radio y TV y sobre todo dirigidas a los que se atrevían a dejar constancia por escrito. Caer en sus manos no sólo era aprender, al mismo tiempo se recibía una excelsa colección de insultos. Un enriquecimiento muy útil para el balaje propio. Peor todo dicho con una solemnidad y seriedad de un caballero.
Su última obra, data de 1998, es una novela con picardía, humorismo y alegría por vivir con el título “Desenróllame tu rollo”, donde un falso sicólogo (sic) es sometido, al igual que los pacientes a pruebas y experiencias en donde poco a poco, muestra las aberraciones, aciertos y torpezas del sistema y forma de vida mexicanas.
Por fortuna, para el lector lo hace con un asombroso sentido del humor, alegría y sarcasmos para exhibir sus experiencias a lo largo de las ocho décadas que llevaba de vida en los momentos de crear este “divertimento” y que perdone el maestro Prieto, donde se encuentre, por el extranjerismo.
El improvisado sicólogo Ricardo, con título obtenido en el “campus” universitario de Santo Domingo del Centro Histórico del DF, se enfrenta a los conflictos personales de los pacientes del titular de la terapia, Claudio, que se lanza a un recorrido por Europa durante varios meses. Para no perder pacientes ni las ganancias, idea el engaño con su amigo y comparten las utilidades.
Así aparecen desde un diputado asesino, un ama de casa millonaria aficionada a la prostitución, un homosexual asesino y otra serie de personajes dignos de la modernidad nacional. A una escritora incapaz de concluir un texto y además hace un extraordinario reconocimiento a Edgar Allan Poe, mi amigo don Raúl digno antiacademista lo apunta Edgar Alan Poe.
También, con vista al futuro, nos habla de cómo asesinar a un matón o como reunir coca en diferentes lugares de la casa hasta ocupar la cocina. La gama de personajes sometidos al burlón psicoanalista reunidos por el maestro Raúl Prieto, son y seguro conociéndolo así mis imaginó, una clara muestra de la idiosincrasia de los mexicanos, imbuidos en el tiempo de la modernidad, sin lograr aún deshacerse de los dolores del pasado. Que incluyen frustraciones y violencia, como un diputado que es ejecutor, asesino y a pesar de ello justiciero y mezquino hasta dar pena ajena.
Renglón aparte merece el manejo, elegante y alburero, candente y violento de cuadros literarios sexuales en donde la picardía y el humor le quitan la falsa solemnidad de la literatura erótica, donde el erotismo es tratado con un baño decimonónico. Nikito Nipongo lo evita en su personalidad del escritor Raúl Prieto Riodelaloza, y sin embargo la novela esta firmada por Nikito Nipongo. Seguro fueron conflictos del autor con su seudónimo-personaje. Pero es seguro con esa expresión tan seria y formal, con la barba blanca, el amigo Raúl Prieto estará en la recepción del lugar a donde van a dar los periodistas y escritores, poetas y cuentistas, para soltar uno que otro chascarrillo por alguna de las aberraciones que se atrevieron los autores a poner en papel blanco o más simple en la pantalla de un monitor. Sin contar las estulticias y barbarismos de los locutores de TV y radiofónicos, que suponen estar frente a cámaras y micrófonos los convierte en propietarios de la verdad absoluta y del razonamiento filosófico de la sabiduría humana. Después de sus aberraciones disfrazadas de verdad, el diluvio diría mi maestro Nikito Nipongo.
PREMIO A MARCO AURELIO CARBALLO
Por unanimidad, el jurado del II Premio Nacional de Novela “Luis Arturo Ramos” fue otorgado a Marco Aurelio Carballo por su novela “Diabluras”, título provisional. La editorial Ficticia lo presentará en noviembre próximo en la Feria Internacional de Literatura (FIL), de Guadalajara, Jalisco.
Integraron el jurado Eduardo Milán, Agustín Ramos y Pedro Ángel Palou. En el dictamen se lee: “Por su capacidad para contar una historia, su escritura contenida y precisa y su manejo de las atmósferas narrativas, el jurado decide conceder por unanimidad el Premio Nacional de Novela ‘Luis Arturo Ramos’…”
Marco Aurelio Carballo presentó su novela al concurso con el seudónimo de Sergio Southman. Compitieron otras veintidós novelas. El premio, que consiste en la publicación del libro, lo otorga el ayuntamiento de Boca del Río, Veracruz.
Esta será la octava novela de Marco Aurelio Carballo, originario de Tapachula, Chiapas. Además lleva publicados cinco libros de cuentos y cuatro de crónicas. Entre su obra destaca la novela realista y con un concepto moderno de histórica sobre el Diario Uno Más Uno titulada “Morir de periodismo”.
Entre los reconocimientos obtenidos por el reportero y escritor destacan el Premio Chiapas de Literatura “Rosario Castellanos” (1994), el Premio Nacional de Periodismo en entrevista (1997) y el Premio Nacional “José Pagés Llergo” en Crónica (1998).