Schwab, hombre de palabra
Mauricio Conde Olivares viernes 15, May 2015“Hora 14”
Mauricio Conde Olivares
En el mundo, el cumplimiento a la palabra empeñada se ha ido perdiendo, recordemos la frase de “papelito habla”, pero aún existen ejemplos de que este principio de valor prevalece, como me lo demostró Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, quién prometió y cumplió enviar con toda oportunidad el Reporte de Capital Humano de este organismo multilateral: “donde al parecer México anda situado entre los lugares 50 y 60 de 124”, refirió.
En plática, durante su pasada estancia en Playa del Carmen, con motivo de la reunión del Foro Económico Mundial sobre América Latina, Schwab nos adelantó que “el talento, no el capital, será el factor clave que relacione innovación, competitividad y crecimiento en el siglo XXI. Para realizar cualquiera de los cambios necesarios para desbloquear el talento latente en el mundo y por lo tanto su potencial de crecimiento debemos mirar más allá de los ciclos de campaña y los informes trimestrales. El diálogo, la colaboración y las alianzas entre todos los sectores son cruciales para la adaptación de las instituciones educativas, los gobiernos y las empresas”.
Cuando se trata de desarrollar el talento de las personas y ayudarles a alcanzar su máximo potencial, el concepto de un mundo en el que nadie se quede atrás sigue siendo una perspectiva lejana. Y es así incluso en los países ricos con sistemas educativos bien desarrollados y un nivel de empleo sólido, revela el nuevo informe “Human Capital Report” del Foro Económico Mundial. El informe recoge el Índice de Capital Humano, un estudio de 124 países que cubre 46 indicadores.
El índice valora el capital humano con un enfoque de ciclo de vida, evaluando los niveles de educación, cualificaciones y empleo de que disponen las personas en cinco grupos de edad distintos, a partir de menores de 15 años hasta más de 65 años. El objetivo es evaluar el resultado de las inversiones pasadas y presentes en capital humano y analizar cuál será la base de talento en un país en el futuro.
Este reporte deja un panorama sombrío para nuestra región hemisférica, pues Chile quién está en el sitio 45 y Uruguay en el 47 lideran la paridad del capital humano de América Latina y el Caribe. Les siguen Argentina en el 48 y México con la posición número 58. Brasil, el país más poblado de la región, está en el lugar 78. Nicaragua (90), Venezuela (91) y Honduras (96) ocupan los últimos puestos. En general, la diferencia entre los países con mejor y peor puntuación en la región de América Latina y la región del Caribe es menor que en otras regiones.
A nivel mundial, Finlandia encabeza el ranking del Índice de Capital Humano en 2015, con un 86% de un máximo de 100. Noruega (2), Suiza (3), Canadá (4) y Japón (5) conforman el resto de los cinco primeros puestos. Se encuentran entre un grupo de sólo 14 naciones que han cruzado el umbral del 80%.
Entre las demás principales economías avanzadas, Francia está en 14 posición, mientras que Estados Unidos se encuentra en la posición 17, con un poco menos del 80%. El Reino Unido ocupa el 19 lugar y Alemania el 22.
Entre los BRICS, la Federación de Rusia (26) es la que obtiene mayor puntuación con un 78%, seguida de China con un 64, después de haber optimizado el 67% de su capital humano. Brasil ocupa el lugar 78, seguido por Sudáfrica (92) y la India (100).
Además de los 14 países que han alcanzado el 80% de optimización del capital humano, 38 países puntúan entre el 70% y el 80%. Otros 40 países se anotan entre el 60% y el 70%, mientras que 23 países alcanzan entre un 50% y 60% y nueve países permanecen por debajo del 50%.
Además de Finlandia, Noruega y Suiza, que ocupan los tres primeros puestos generales, otros cuatro países de Europa y Asia Central se encuentran entre los 10 principales, mientras que otros ocho de la región se encuentran entre los 20 primeros. Albania (66), Turquía (68) y Moldavia (71) ocupan los últimos lugares de la región.
Italia (35), Grecia (40) y España (41) se ven impulsados por las inversiones en capital humano realizadas en el pasado, pero las puntuaciones relativamente bajas obtenidas en relación con la calidad de las medidas de educación, las oportunidades de aprendizaje permanente, las tasas de actividad y el desempleo frenan su escalada en la clasificación.
En Asia y el Pacífico, donde se concentra la mayoría de la población mundial, el diferencial entre los países de mayor y menor rendimiento es de los más amplios. Después de Japón, los países con mejores resultados son Nueva Zelanda (9), Australia (13) y Singapur (24), mientras que Nepal (106), Myanmar (112) y Pakistán (113) ocupan las posiciones más bajas. Después de China y la India, ocupa el puesto 69 Indonesia, el tercer país más poblado de la región. Irán ocupa la posición número 80.
En Oriente Medio y África del Norte, Israel (29) lidera la clasificación, seguido por los Emiratos Árabes Unidos (54) y Qatar (56). Jordania (76) y Egipto (84) superan a las economías de ingresos más altos, como Arabia Saudita (85) y Kuwait (93). Marruecos (95) y Túnez (98) les siguen, mientras que Argelia (114), Mauritania (122) y Yemen (124) ocupan los últimos lugares en la región.
En el África Subsahariana, Mauricio (72) ocupa el puesto más alto en la región. Mientras que otros seis países se sitúan entre 80 y 100, otros 17 países de África están por debajo de 100 en el índice. Sudáfrica está en el lugar 92 y Kenia en el 101. El país más poblado de la región, Nigeria (120) se encuentra entre los tres últimos puestos de la región, mientras que el segundo país más poblado, Etiopía, ocupa el lugar 115. Con la excepción del país mejor clasificado, la región se caracteriza por una baja inversión crónica en educación y aprendizaje.
El Índice de Capital Humano clasifica 124 países con respecto al nivel de desarrollo y despliegue de su capital humano, centrándose en la educación, las cualificaciones y el empleo. Su objetivo es entender si los países están aprovechando o no su potencial humano. El informe mide la distancia respecto al ideal, o desaprovechamiento, mediante la desagregación de datos a través de cinco grupos de edad para captar el perfil demográfico completo de un país: Menores de 15 años: los miembros más jóvenes de la población para los que se considera que la educación es uno de los factores más cruciales; 15-24 años: jóvenes para los que se evalúan factores como la educación superior y el uso de cualificaciones en el lugar de trabajo; 25-55 años: la mayor parte de la fuerza de trabajo, para los que se evalúan el aprendizaje continuo y las oportunidades de empleo; 55-64 años: los miembros de edad avanzada de la población activa para los que se evalúan la consecución de empleo y las oportunidades laborales; 65 años y más: los miembros de más edad de la población, para los cuales se evalúan tanto las oportunidades continuas como la salud.
La lente generacional arroja luz sobre patrones, específicos de la edad, de exclusión del mercado laboral y de potencial de capital humano sin explotar.
En total, el Índice de Capital Humano abarca 46 indicadores. El valor de cada uno de los indicadores proviene de datos públicos recopilados por organizaciones internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además de datos objetivos, el índice utiliza un conjunto limitado de datos de encuestas cualitativas extraídos de la Encuesta de Opinión Ejecutiva del Foro Económico Mundial.
La metodología también permite hacer comparaciones dentro de un país, así como entre países. El Índice de Capital Humano se encuentra entre el conjunto de herramientas proporcionadas por el Foro como parte de su iniciativa global en materia de empleo, cualificaciones y capital humano. La iniciativa elabora análisis y opiniones centradas en la predicción del futuro del empleo en todos los sectores de la industria más importantes, así como las mejores prácticas de empresas que están tomando el liderazgo para abordar las deficiencias en las cualificaciones y el desempleo. También crea colaboraciones público-privadas en materia de empleo y cualificaciones en varias regiones del mundo y dentro de grupos de la industria, con un enfoque en la participación empresarial en el apoyo a la educación, el aprendizaje permanente, el desarrollo de cualificaciones y el espíritu empresarial, pero esto será motivo de otro análisis en posterior entrega de Hora 14.