Los poblanos
Ramón Zurita Sahagún martes 25, Ago 2015De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Las candidaturas de los partidos opositores en Puebla se encuentran llenas de temor y de indecisión por parte de los personajes que pudieran tener posibilidades de participar.
Surgen dudas por todos lados, ya que saben que enfrente tendrán todo el aparato del gobierno del estado a favor de quien sea el abanderado del Partido Acción Nacional.
Los poblanos saben que se trata de un proceso electoral atípico, donde la apuesta principal se centra en el triunfo del partido gobernante, para refrendar el futuro del actual gobernador, Rafael Moreno Valle Rosas, como aspirante presidencial.
Por eso, los panistas buscan el refrendo de sus lazos amistosos con los partidos de izquierda que les dieron el soporte necesario para ganar ampliamente los comicios de 2010 y también con Nueva Alianza.
Los priístas saben que ganar en Puebla el año próximo les quitaría a un adversario de peso para el 2018, ya que Moreno Valle quedaría sumamente frágil con vistas a la elección presidencial.
Despejar el camino para el 2018 significa para el PRI el triunfo, pero refrendar la ruta hacia la candidatura presidencial representa la victoria para el panista Rafael Moreno Valle.
Y aunque los tricolores irán con todo, la nominación de su candidato al gobierno del estado se complica, toda vez que los principales aspirantes se retraen y solamente algunos alzan la mano en forma tímida para descubrir sus aspiraciones.
Los priistas cuentan con una larga lista de prospectos, los más de ellos sin posibilidades de competir con posibilidades de triunfo.
Cada uno de ellos cuenta con carreras políticas sólidas, aunque la mayor parte de ellos carece del crecimiento y la experiencia necesarios para competir en igualdad de condiciones contra la gran maquinaria política del gobernador Moreno Valle. En realidad, a decir de los analistas y encuestadores, con excepción de la senadora Blanca Alcalá y el diputado federal Enrique Doger, los otros aspirantes serían fácilmente superados.
La senadora Lucero Saldaña, el diputado Javier López Zavala, el subsecretario de Desarrollo Social, Juan Carlos Lastiri; el diputado federal electo Alejandro Armenta, el también diputado electo Jorge Estefan Chidiac y el senador Ricardo Ursúa Rivera completan dicha lista.
Blanca, a decir de los poblanos sería el mejor de todos los candidatos, ya que trae en sus alforjas dos triunfos rotundos, la alcaldía de Puebla y el senado de mayoría.
La situación es que Blanca prefiere esperar la candidatura del 2018, concluir el mayor tiempo posible con su trabajo senatorial y entonces sí, entrar en la competencia por la de seis años.
Sin embargo, en las altas esferas políticas se le reconviene para que participe como abanderada de su partido en 2016 y le otorgue posibilidades a ese organismo político de reconquistar la plaza, que será de suma importancia para la contienda presidencial del 2018.
Enrique Doger, diputado federa, ex rector de la BUAP, expresa su deseo de ser el candidato de dos años. Él no quiere esperar hasta la de seis y se declara listo para competir contra la maquinaria gubernamental y el panista que le sea enviado (se habla de Tony Gali).
Doger fue rector de la BUAP, alcalde de la capital del estado y diputado federal, aunque su presencia se reduce al área metropolitana, por lo que tendría que trabajar a marchas forzadas en el resto del estado.
Lucero Saldaña sin ser demasiado visible y tener legiones de seguidores, cuenta en su haber con la carrera legislativa más completa de todos los poblanos, una diputación local, dos del rango federal y en dos ocasiones llegó al Senado de la República (una de ellas por medio de la suplencia).
Ella alza la mano y dice que quiere la de dos años.
Juan Carlos Lastiri, diputado local y federal, además de alcalde de Zacatlán, titular de Desarrollo Social estatal, forman parte de su experiencia y actualmente subsecretario de Sedesol.
Alejandro Armenta es diputado federal electo, fue director el Registro Nacional de Población y ya fungió como dirigente estatal de su partido, además de delegado del partido en algunos estados y quiere entrar en la competencia por la candidatura de dos años.
Jorge Estefan Chidiac, tres veces diputado federal, ex tesorero del CEN del PRI y ex director de Bansefi y quien trae en su expediente la mancha del intento de soborno a un periodista que, supuestamente, le chantajeaba.
Ricardo Ursúa Rivera se presenta como una opción fresca para el PRI, aunque sus tres posiciones legislativas han sido de rebote. Fue diputado federal, diputado local y actualmente funge como senador.
Cierra el círculo Javier López Zavala que lo fue todo en el sexenio de Mario Marín y quiere repetir como candidato.
La larga lista no inmuta a los panistas que tiene en Tony Gali a su mejor exponente y saben que Luis Miguel Barbosa no guarda aspiración para la de dos años y sí puede ser su aliado en la contienda estatal.
CRUZADA CONTRA EL HAMBRE
Cuautitlán Izcalli es uno de los municipios que cuentan en su haber con un alto presupuesto (375 millones de pesos) para los programas sociales, por parte del gobierno federal.
Con base a ello, operan 25 comedores comunitarios que dan alimentación a más de dos mil 500 personas, según informó el subsecretario de Sedesol, Ernesto Nemer Álvarez, durante una gira de trabajo por ese municipio.
De acuerdo con el programa de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, el propósito es que lleguen beneficios a 7 millones de la población nacional.
El subsecretario de Sedesol precisó que la política social contribuye a hacer efectivos los derechos sociales, elevando la calidad de vida de los mexicanos que menos tienen mediante acciones de acceso a la educación.