La riqueza de “El Chapo”
Augusto Corro jueves 14, Ene 2016Punto por punto
Augusto Corro
El capo Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” se encuentra en la lista de los hombres más ricos del mundo.
Así lo publicó la revista “Forbes”, encargada de dar a conocer la élite de los multimillonarios de todas las latitudes.
Cómo le hace esa empresa editorial para conocer el capital del criminal, pues posiblemente a base de estimaciones y aproximaciones.
Pero como se supone que las ganancias del tráfico de drogas son mayúsculas, se da por aceptado que “El Chapo” es dueño de fortunas fabulosas.
Las utilidades son ilegales, los cárteles de las drogas se valen de un sinnúmero de mañas para “lavar” su dinero.
El tema viene a colación porque las autoridades hacendarias manifestaron que investigarán el “lavado” de dinero en el caso de “El Chapo”.
La idea es excelente, porque se conocerá en qué se utiliza el dinero del narco y quiénes son sus socios o colaboradores en los “lavaderos”.
Es, pues, una buena oportunidad para conocer hasta dónde llega el poder económico del criminal más rico del planeta. Sólo que sus millones de pesos no le sirvieron para nada en su última captura.
Intentó sobornar a los representantes de la ley que lo detuvieron a cambio de su libertad.
De acuerdo con la información en diferentes medios, “El Chapo” les ofreció a sus captores dinero y empresas para que lo dejaran en libertad.
“No tendrán que trabajar nunca más”, les dijo.
Los policías se concretaron a cumplir su función y no escucharon el canto de las sirenas.
No olvidar que aún queda gente honrada, honesta, que difícilmente se deja tentar por los criminales.
LA COLABORACIÓN DE EU
El presidente Estados Unidos (EU) Barack Obama, felicitó a México por la captura de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”.
Era muy importante ese reconocimiento, porque en la lucha contra la delincuencia todo mundo debe participar de acuerdo con los medios que cuente.
Sin embargo, EU debe trabajar más intensamente para erradicar el consumo de droga en su territorio. Tendrá que esmerarse en las revisiones fronterizas para evitar el contrabando de drogas y armas. Después realizar campañas antidrogas que por lo menos disminuyan su consumo.
México necesita la colaboración de diferentes países en la lucha contra el narcotráfico.
Se trata, pues, de una lucha en la que deben participar los gobiernos de los lugares donde se produce la droga y de donde se consume. La captura de “El Chapo” es positiva, por el lado que se le vea, pero, desafortunadamente, con su detención no termina el problema.
Sin embargo, algo es algo en esa lucha sin fin que daña a las sociedades en su salud y en su seguridad. Como se ven las cosas, parece que México es el único interesado en erradicar el problema del narcotráfico.
OAXACA Y SU CANDIDATO
En Oaxaca será electo su nuevo gobernador.
En un estado, casi fallido, no será fácil para los partidos políticos lograr el triunfo.
Luego que el gobernador Gabino Cué no supo qué hacer como mandatario, los oaxaqueños nada quieren saber de los políticos.
En esa entidad, los gobiernos priístas anteriores a la administración de Cué saquearon el tesoro público y esa acción no se olvida.
Por ejemplo, José Murat se enriqueció ilegalmente y tuvo la osadía de comprar casas y departamentos en el vecino país del norte.
“The New York Times”, el diario estadounidense más respetable en EU, publicó un reportaje con las propiedades de Murat, que incluía un departamento frente a Central Park, uno de los lugares donde los bienes inmuebles son carísimos.
El otro saqueador, Ulises Ruiz Ortiz, tuvo la desfachatez de comprar un hospital, ubicado en Periférico, y presumirlo ante propios y extraños.
Cué, su sucesor, cuando llegó al poder anunció que iba a llevar ante la justicia a Ruiz Ortiz, porque había metido mano en las arcas del estado.
No lo hizo. Al contrario, hizo las paces con su rival político y quienes respondieron por los delitos de la administración fueron los segundones de Ruiz Ortiz.
Oaxaca se vio sacudido por la violencia magisterial y sus líderes que actuaron con más fuerza y poder que el mismo gobernador.
Esa violencia llevó a la quiebras a un sinnúmero de negocios y empresas.
Los oaxaqueños, pues, nada quieren saber de los políticos, menos de aquellos que utilizaron el poder para saquear el tesoro público.