El mes de Francisco
¬ José Antonio López Sosa martes 2, Feb 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Es dentro de pocos días cuando el Papa Francisco visitará nuestro país. ¿Qué perjuicios o beneficios tangibles tiene para nuestro país?, ninguno, se trata de una visita en dos flancos, por un lado, la del jefe de Estado y por otra, la del líder de la Iglesia católica, en ambos casos la importancia radica más en el terreno de la fe, que en la relación que existe entre El Vaticano y nuestro país o, lo que se pueda obtener de la misma en términos reales.
Lamentablemente, se está usando y abusando del fanatismo de nuestro pueblo, desde coberturas especiales hasta el minuto a minuto de lo que el Papa haga desde el momento que pise suelo mexicano.
En México hasta de la fe se saca ventaja económica y política, desde las empresas que tienen que ver con su visita (transporte, alimentación, etcétera) que usan mercadológicamente el hecho (como si transportar al Papa o darle de comer hiciera mejor o peor a una empresa), hasta los estados y municipios que visitará, donde el concepto de Estado Laico descrito en la Constitución se tambalea cuando el político se mezcla con la religión.
Es tan penoso el espectáculo y es tan penoso el fanatismo que basta preguntarnos, ¿quiénes estarán presentes en las misas -de recinto cerrado-, del Papa?, además de artistas, empresarios y políticos, ¿habrá ciudadanos de a pie?, esos solo pueden asistir a las calles a las vallas humanas o bien, a las misas masivas, hasta entre los feligreses hay diferencias, todo indica.
Si bien la visita del Papa no corresponde —como dice la teoría de la conspiración—, a una cortina de humo diseñada por el gobierno o las televisoras, sí se aprovecha para desviar la atención de los asuntos trascendentes del país, en especial con el arranque que este 2015 ha traído en lo económico y en el tema de seguridad pública.
Las grandes empresas de comunicación, sobre todo la televisión, han decidido que es prioritario darle cobertura minuto a minuto a la visita del Papa, pase lo que pase, antes que cualquier otro hecho noticioso.
¿Qué tan trascendente es para la vida de los mexicanos la visita del Papa?, entiendo la importancia a nivel religioso, pero cuando el creyente pasa la línea del fanático, es cuando se dan las condiciones del abuso informativo y político, como ocurrió con las visitas de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Sí, es un líder mundial y la cabeza de la principal institución religiosa del país. Creo que debe tomarse todo con las debidas proporciones, su visita no mejorará ni empeorará la situación nacional, aunque sí, en términos reales, representaría un acto de solidaridad internacional que se reuniera con los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.
Ahí mediremos el grado de irreverencia y solidaridad del Papa Francisco.
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