PRI, cuota cumplida
Ramón Zurita Sahagún lunes 7, Mar 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Finalmente, después de un nada sencillo jaloneo, el PRI cuenta con los doce aspirantes a gobernadores de igual número de entidades en que habrá comicios el próximo cinco de junio.
Los completó el mismo día en que cumplió 87 años de su fundación, a cuyo festejo acudieron la mayoría de ellos.
La tarea no fue sencilla para la dirigencia nacional, la que tuvo que ceder en muchos de los casos, dejando la selección de los candidatos en manos ajenas a las del presidente Manlio Fabio Beltrones.
Fueron varios los casos en que el aparente poder de negociación de Manlio Fabio Beltrones Rivera se vio frenado por la tozudez de otros actores políticos que llevaron de la mano a sus candidatos.
Eso sí, ganen o pierdan los resultados le serán cargados al sonorense, quien sabe que un promisorio futuro político, depende de que los mismos sean favorables para su partido.
Manlio tuvo que dejar en manos ajenas algunas de las decisiones, pero le dejaron que fuese él quien negociara con los prospectos que se quedaban al margen.
Su negociación funcionó y evitó que la senadora Juana Leticia Herrera abandonara las filas del partido y se conformara con la candidatura a la alcaldía de Gómez Palacios, aceptando a regañadientas la nominación a gobernador de Esteban Villegas Villarreal.
En Chihuahua sucedió algo similar y se logró que Héctor “Teto” Murguía aceptara la candidatura a presidente municipal de Ciudad Juárez, por tercera vez, quedando la postulación de candidato a gobernador en manos de Enrique Serrano Escobar.
El forcejeo por las candidaturas llegó al grado extremo en Quintana Roo, donde el gobernador Roberto Borge Angulo y el senador y ex gobernador Félix González Canto insistieron hasta el final con sus propuestas.
A final de cuentas el saldo no fue tan negativo para el priísmo, ya que solamente sufrieron dos bajas de consecuencia -una más que la otra- dentro del numeroso grupo de aspirantes a la nominación.
Joaquín González sabía que la dupla formada por Borge Angulo y González Canto le impedirían la candidatura, por lo que siguió el mismo camino de su hermana mayor, Addy Joaquín Coldwell, de renunciar al partido en que militaba y presentarse como opción ante el electorado.
Su principal adversario será el abanderado del PRI, Mauricio Góngora, alcalde con licencia de Solidaridad.
La otra baja priísta se registró en Zacatecas, aunque su nombre no representa tanto como el de Carlos Joaquín en Quintana Roo. Consciente de que no sería candidato del tricolor, Pedro de León Mojarro, buscó la nominación por la alianza PRD-PAN en Zacatecas, aunque finalmente se quedó en la raya y los tribunales definieron que el candidato de esa coalición fuese Rafael Flores.
Con estas escasas bajas, el daño no fue tan malo, aparentemente, ya que muchos de los aspirantes que firmaron el pacto de unidad se quedaron dentro de la militancia priísta, pero con una manifiesta inconformidad.
Son los mismos casos de los mencionados Héctor Murguía y Juana Leticia Herrera, en Chihuahua y Durango, respectivamente, además de otros como Javier López Zavala en Puebla, Eviel Pérez Magaña en Oaxaca, Alberto Silva, Eric Lagos y Jorge Carvallo en Veracruz.
Tlaxcala se ve tranquila, aunque el gobernador Mariano González impuso a su candidato. Y se ve tranquilo, porque las posibilidades de triunfo son para las candidatas del PAN, Adriana Dávila y del PRD, Lorena Cuéllar.
Hidalgo es una entidad que no generó mucha preocupación por la nominación de Omar Fayad, quien va adelante, por mucho, sobre los candidatos de otros partidos en los sondeos.
Aguascalientes es uno de los pocos estados gobernados por el PRI donde la nominación se impuso a los deseos del gobernador y Lorena Martínez es una candidata competidora, aunque se sitúa todavía por debajo de las expectativas del abanderado del PAN.
Tamaulipas es una de las entidades en las los candidatos se sacaron la rifa del tigre, ya que tanto el abanderado del PRI, Baltasar Hinojosa como el del PAN Francisco Javier García Cabeza de Vaca, saben que el triunfador tendrá que lidiar con uno de los estados más contaminados y penetrados por el crimen organizado.
Sinaloa viene siendo, conjuntamente con Hidalgo, los estados donde el partido tricolor tiene mayores posibilidades de ganar con amplitud, con todo y que la nominación de Quirino Ordaz Coppel no cayó del todo bien entre los militantes priistas de la entidad.
Del total de los doce estados en disputa, la dirigencia priista que encabeza Manlio Fabio Beltrones reconoció que esperan ganar nueve de ellos, incluido alguno de los que hoy gobiernan sus opositores (Oaxaca, Puebla y Sinaloa).
Según los focos rojos prendidos en el partido tricolor, la competencia más feroz será en Veracruz, Puebla, Oaxaca, Quintana Roo, Durango, Tlaxcala y Aguascalientes.
Sin caer en confianza de ninguna clase, catalogan con amplias posibilidades de triunfo, Tamaulipas, Hidalgo, Chihuahua, Zacatecas, Sinaloa.
En el alto mando del PRI saben que esos son los números actuales, pero que la lectura de los mismos puede cambiar conforme avancen las campañas.