Gobierno e Iglesia ¿enfrentados?
¬ Mario San Martí miércoles 15, Jun 2016Consensos y disensos
Mario San Martí
- Son tiempos de unidad, no de división
- “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”
De los resultados de la pasada jornada electoral hay un punto que requiere de un análisis con los pies en la tierra y lejos de cualquier fuero divino de todos los involucrados respecto a la iniciativa de reforma constitucional que recientemente envió el Ejecutivo Federal al Congreso de la Unión para reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo, y es que desde la presentación de dicha iniciativa los de sotana han enviado mensajes de claro enfrentamiento con los representantes del gobierno federal, donde los primeros parecen no estar dispuestos a dejar a un lado el púlpito para hacer política, yendo más allá de los simples sermones y llamados a misa.
Desde que el presidente Enrique Peña Nieto envió al Senado de la República, como Cámara de origen, la propuesta de reforma al Artículo 4º Constitucional en diversas partes del país los sacerdotes han aprovechado su influencia en el mundo de la religión, convirtiéndose en auténticos promotores de idearios que hasta ahora, al menos abiertamente, a la iglesia parecían estar vetados en el mundo terrenal: los postulados de los partidos políticos.
Diversas publicaciones han dado cuenta que previamente a las elecciones del 5 de junio los representantes de la iglesia católica promovieron entre sus feligreses emitir “un voto razonado a favor de los candidatos acordes con los principios de la Iglesia”, haciendo también un llamado abierto a rechazar la propuesta presidencial que reconoce la unión entre personas del mismo sexo y la posibilidad de que estos adopten un hijo.
> Como recordamos, el 17 de mayo, al encabezar la ceremonia por el Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia, el Presidente Enrique Peña Nieto (EPN) firmó una iniciativa que retoma el criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de que prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo es discriminatorio, y propone que se haga una reforma constitucional para que esos matrimonios sean permitidos “sin discriminación por motivos de origen étnico o nacional, de discapacidades, de condición social, de condiciones de salud, de religión, de género o preferencias sexuales”.
> Con el envío de esa iniciativa al poder legislativo, para su análisis, discusión y posible aprobación, en este espacio señalamos que el Presidente Enrique Peña Nieto (EPN) rompía una vez más con paradigmas que por muchos años fueron considerados temas tabú y que hasta cierto punto fueron censurados por los sectores más reaccionarios del país.
“Hoy lo hace con una iniciativa que favorece a la comunidad gay pero hace unas semanas lo hizo con la propuesta de la despenalización de la portación de la mariguana y su uso para fines medicinales, temas que en ambos casos choca con el pensamiento de la iglesia católica y por ende con la tradición de un pueblo eminentemente católico”, señalamos en esa entrega.
Además del debate legislativo (añadimos), la iniciativa presentada recientemente será tema de discusión y análisis entre los principales espacios de opinión y en general entre los diversos sectores de nuestra población.
“Por lo pronto, la iniciativa a favor del matrimonio igualitario y que se empieza a conocer como ‘ley de las bodas gay’, ya forma parte de la agenda legislativa y la discusión al respecto apenas empieza”, acotamos.
De entonces a la fecha seguimos pensando igual y es muy lamentable que los de sotana no quieran ver la realidad en su entorno, la quieran ocultar o, lo peor, con actitudes retrogradas quieran enfrentar a la sociedad por el sólo hecho de que México es un pueblo eminentemente católico, con aproximadamente 90 millones de creyentes pero no necesariamente practicantes.
> Lo sucedido en Aguascalientes no es un asunto menor, gobierno e Iglesia católica tendrán que hacer un esfuerzo mayor de diplomacia en la atención de este tema si es que quieren mantener las buenas relaciones que de alguna manera quedaron de manifiesto en la reciente visita que hizo a nuestro país el jerarca católico Jorge Mario Bergoglio, “El Papa Francisco”.
No se trata de imponer, pero la iniciativa en comento da la oportunidad a la iglesia de abrir su mente al pensamiento universal, a cambiar tradiciones añejas por unas más modernas y aceptadas en los principales centros urbanos del mundo. Insistir en lo contario, esta iglesia católica estaría contribuyendo principalmente a fomentan la discriminación y persecución contra la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero, que quieran o no son una realidad en nuestra sociedad, merecen respeto y además deben tener los mismos derechos como cualquier humano, ¿o acaso solamente “son hijos de Dios” cuando les pasan las charolas para las limosnas?, ¿no verdad?.
Sin duda es una iniciativa que todavía dará mucho de qué hablar en los próximos días, pero antes que eso suceda no estaría mal que Ejecutivo Federal y Legislativo mostraran su oficio para recordarle a la Iglesia, en este caso la católica, que existe un precepto constitucional que les impide participar en promoción del voto y todo tipo de actos políticos como lo acaban de presumir en Aguascalientes, eso si no queremos que los llamados a misa sigan sucediendo en la elecciones por venir, porque de seguir así las cosas entonces sí olvidémonos del precepto constitucional que habla de una separación entre el Estado y la Iglesia.
En este asunto no debe haber titubeos, “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.