Ingobernabilidad, historia que se repite en el PRD
Sin categoría lunes 4, Jul 2016Como veo, doy
Jorg Palacios
- Posponen nombramiento de dirigente nacional “por falta de acuerdos”
- Corrientes hacen de las suyas en deterioro de su partido
Si alguien dentro o fuera del Partido de la Revolución Democrática (PRD) intentara buscar una explicación a lo que sucede al interior de ese partido, ingobernabilidad, es la palabra exacta que en las filas perredistas, entre sus seguidores y opinión pública en general dan como respuesta a quienes se interesan o por simple curiosidad preguntan sobre el futuro y los males que aquejan a la otrora tercera fuerza política del país.
Por ingobernabilidad, este fin de semana la cúpula dirigente del también llamado partido del sol azteca no alcanzó acuerdo alguno para nombrar a su nueva dirigencia nacional.
Por ingobernabilidad interna, Agustín Basave Benítez, anunció su renuncia a la presidencia del PRD, con fecha 2 de julio de 2016. “En virtud de que no estoy dispuesto a afiliarme a una corriente ni a formar parte de un bloque que en estas circunstancias la gobernabilidad es más que precaria, he decidido renunciar a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRD. Mi decisión es irrevocable”, dijo en su carta de renuncia hace aproximadamente 15 días.
Han sido también las luchas de las corrientes internas las que de alguna manera han hecho ingobernable al partido de las banderas amarillas, el que gobierna entidades como la Ciudad de México, Michoacán, Morelos, Tabasco y tres más que pronto gobernará gracias al triunfo alcanzado en la urnas el pasado 5 de junio, en alianza con el Partido Acción Nacional, donde específicamente en Quintana Roo el candidato fue a propuesta del PRD.
Y cuando hablamos de luchas intestinas sólo hay que echar una mirada hacia atrás, ya sea para recordar alguna elección de dirigente nacional o sobre la designación de sus candidatos a algún cargo de elección popular, las imágenes que nos quedan de esas reuniones del Consejo Nacional perredista no son precisamente de unidad, cordialidad y sana convivencia política, no, lo menos que se han visto son gritos, sillas volando, insultos y todo lo que constituya una rebelión, así ha sido la defensa férrea de cado uno de los cotos de poder que las corrientes consideran tener al interior de su partido y son precisamente esas las causas que hoy tienen al PRD al borde del precipicio político, ante un escenario de total incertidumbre y sin mucho futuro si las cosas siguen así.
Con la renuncia de Basave Benítez también se dio a conocer la convocatoria para su Séptimo Pleno Extraordinario del IX Consejo Nacional, celebrado el pasado 2 de julio, del cual se adelantó como asuntos únicos a tratar serían la formalización de la renuncia aludida y la designación por elección del nuevo dirigente, pero lo primero era ampliamente ya conocido y lo segundo, no pasó nada, las corrientes, entre ellos los llamados “chuchos”, hicieron de las suyas y bloquearon cualquier posibilidad de arreglo inmediato.
Una vez más se impuso la ingobernabilidad, las corrientes hicieron sentir su presencia y sus intereses de grupo. Beatriz Mojica Morga, secretaria general, asumió las funciones de encargada de la oficina hasta el 16 de julio, 15 días más para intentar alcanzar acuerdos, 15 días más de incertidumbre, y tal vez 15 días más para anunciar que “todo sigue igual”.
La reunión sirvió para que los presentes hablaran de las fortalezas de su partido, que tiene todo para repuntar, para seguir ganando elecciones, para seguir siendo la primera fuerza de la izquierda del país, para seguir enorgulleciéndose de su militancia, para ser competitivos en las tribuna política, eso y muchas otras maravillas y virtudes fueron destacadas en la reunión del Consejo Nacional, pero a la hora de tomar decisiones otra vez lo mismo, la confrontación, la ingobernabilidad que tanto ha caracterizado a los amarillos.
Todo eran buenos deseos en el consejo político, camaradería pura, vaticinios de escenarios halagüeños, muy pocos o casi nadie imaginó salir de esa reunión sin algún acuerdo e incluso horas antes se daba por hecho que el nombre de su nuevo líder saldría de una terna constituida por Beatriz Mojica, Alejandra Barrales o Pablo Gómez, nada, ante la falta de acuerdos lo más conveniente fue aplicar lo que al pie de la letra marcan sus estatutos y que en este caso se aplicó el orden de prelación, es decir de manera interina sube el segundo de a bordo y será la secretaria general del partido quien por 15 días cumpla con esas funciones, en tanto “las corrientes” buscan lo que muy pocas veces han alcanzado, el acuerdo, al menos no el que deje contentos a todos.
En fin, las cartas están echadas, los del PRD prometen que “ahora sí” llegarán a la toma de decisiones en 15 días y con ello alcanzarán la anhelada gobernabilidad, pero -aunque digan lo contrario- mientras eso sucede los de la casa de enfrente, los de la otra izquierda, siguen aprovechando los espacios que sus hermanos de leche les siguen poniendo en bandeja de plata, y hasta ahí porque como veo, doy.