Gobiernos estatales fallidos
José Antonio López Sosa viernes 25, Nov 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
No es de congratularse el hecho que la Procuraduría General de la República esté ofreciendo una recompensa de 15 millones de pesos para dar con el paradero del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte y el ex gobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington; lejos de enseñar la fortaleza de las instituciones, denota la debilidad que los distintos ordenes de gobierno tienen en el ejercicio del poder a nivel estatal.
Si tuviésemos una justicia efectiva, las investigaciones no hubieran esperado hasta que ambos dejaron de ser gobernadores para girar las ordenes de aprehensión y la búsqueda exhaustiva para hallarlos.
En ambos casos, la corrupción, los desvíos e incluso el nexo con el crimen organizado se dio a conocer en diversas investigaciones periodísticas, incluso ahora sabemos en el caso de Yarrington, que las autoridades estadounidenses informaron a sus pares mexicanos de esas conexiones, lo lamentable es que nuestro sistema de procuración de justicia no hizo nada cuando ambos estaban en funciones.
Como suele suceder, cuando ya no están para rendir cuentas y cuando han saqueado desde la gubernatura, es cuando comienzan las pesquizas.
Estas dos recompensas lejos de mostrar un México fuerte en pleno estado de derecho hacia fuera, nos dejan como una república frágil, con entidades en estado fallido y donde la federación prefiere mantener una política de prudencia actuando con omisión ante criminales gobernando estados (me refiero a ambos partidos, PAN y PRI al frente del ejecutivo en los dos casos).
¿Qué sucederá ahora?, los detendrán, sí, pero ¿por qué no se actuó cuando eran gobernadores?, ¿qué le falta a la justicia mexicana para que haya criminales en activo gobernando estados con impunidad?, ¿qué garantías mostramos ante el mundo con casos como estos?.
Gobierno estatales fallidos al servicio del gobernador como señor feudal y del crimen organizado como ente de control en una suerte de gobierno paralelo. Así hay y ha habido muchas entidades federativas, saqueadas con impunidad, convertidas en feudos medievales.
Me queda la duda, ¿qué sigue para César Duarte y Jorge Herrera Caldera en los casos de Chihuahua y Durango?, ¿veremos también a toro pasado recompensas millonarias cuando ya nadie sepa nada de ellos?