Solapada reincidencia criminal
Freddy Sánchez jueves 9, Feb 2017Precios y desprecios
Freddy Sánchez
El sistema penal acusatorio en la Ciudad de México será más ágil con el apoyo de nuevos jueces para la ejecución de sentencias.
Todo parece caminar “viento en popa” en torno a la práctica de este moderno procedimiento en materia de impartición de la justicia.
Sobre todo porque al ser más dinámica la intervención judicial en casos penales, se ha logrado abatir la corrupción, que es “la prima hermana” de la morosidad en la atención de las denuncias por actos punibles de personas que incurren en delitos.Un mal que con el sistema penal acusatorio, según se sabe, se ha logrado reducir drásticamente.
Once unidades de control con diez jueces cada una y alrededor de sesenta empleados de apoyo con distintas funciones, a “todo vapor” intervienen en las resoluciones judiciales para que posteriormente, cinco jueces de ejecución, procedan a dictar las sentencias correspondientes contra los presuntos responsables de ilícitos, lo que en adelante harán diez y ocho jueces de ejecución de sentencia.
La mayoría de los sentenciados, según datos extraoficiales, han sido hombres y mujeres dedicados al robo con violencia moral o física. Esto es lo que atañe a la intimidación con insultos para cometer un atraco, en el primer caso, y recurrir al uso de armas diversas con amago de hacer daño a sus víctimas de robo, en el segundo caso.
Los hurtos a tiendas de autoservicio y pequeños establecimientos mercantiles, constituyen otra porción importante a resolver mediante el sistema penal acusatorio que atiende en menor medida lo referente a homicidios culposos (cuando alguien atropella y mata a alguien en un accidente de tránsito), y los robos residenciales entre otros delitos.
De todos estos hechos, de acuerdo a información que ha trascendido, el sistema penal acusatorio ha procedido con prontitud a dictar las sentencias contra las personas bajo la acusación de haber cometido esa clase de ilícitos. La justicia pues se aplica de manera pronta y expedita.
Y hasta ahí todo estaría muy bien, aunque según se sabe, la mayoría de los que son sometidos a proceso penal, logran recuperar su libertad bajo caución, con pagos de garantía que van supuestamente de tres mil a cinco mil pesos.
Pero, no es eso en apariencia lo más inquietante, sino que un alto número de los sujetos a proceso penal acusatorio son reincidentes. De mayo pasado a la fecha en que funciona el nuevo sistema de cada diez procesados (según versiones no confirmadas), ocho sentenciados por la comisión de delitos de robo volvieron a las calles.
Y si alguien se pregunta a qué salieron, quizás la respuesta fluya en su mente de inmediato. De ahí la urgencia de que la sociedad conozca los números oficiales sobre reincidentes de delito que con un pago de caución, sin importar cuantas veces hayan delinquido anteriormente, simplemente son devueltos a las calles para seguir delinquiendo.
Una evidente falla de las leyes en que se sustenta el sistema penal acusatorio, que no puede seguir funcionado como una aduana en la que los maleantes pagan su cuota de paso, simplemente para volver a la libertad y seguir cometiendo toda clase de ilícitos, lo que aunado a la corrupción imperante en los centros de reclusión, (de lo que en varios videos difundidos en un medio de televisión se ha dado sobrada cuenta), no sólo representa el fracaso de la readaptación social de los internos carcelarios sino que constituye una solapada reincidencia criminal.