Una miradita al Metro
¬ Salvador Estrada jueves 16, Mar 2017Folclor urbano
Salvador Estrada
La Ciudad de México es un caleidoscopio, al cual deben de observar antropólogos, sociólogos y estudiosos para conocer más de sus habitantes y sus costumbres diarias.
Al salir el sol los capitalinos empiezan a vivir su día y los puedes ver quizá aún con sueño, pero apresurados para abordar el Metrobús o el Metro, y en ambos transportes públicos se observa que los ciudadanos son “mochileros”, tanto hombres como mujeres.
Los usuarios del Metro aún no han aprendido a “tomar su derecha” para no chocar unos con otros, los que salen o los que entran de los vagones o los que suben o bajan escaleras. Las autoridades todavía no han colocado letreros que digan “tome su derecha”.
Para abordar o descender del Metro no hay orden y sales como puedes, entre apretujones, “mochilazos”, y a veces hasta con empujones. Pero he aquí, ¡bendita idea! que en el Metro Balderas los pasajeros se forman en línea para abordar y en el piso las tienen marcadas para formarse. Se evitan empujones y hay un orden. ¡Felicidades! Esta medida debe con urgencia aplicarse en todas las líneas del Sistema de Transporte Colectivo.
Y, si eres observador, échale una miradita al Metro y al Metrobús y te das cuenta de que las jóvenes una vez acomodadas en su asiento, empiezan a “cucharear”. Con una pequeña cuchara se “enchinan las pestañas” y con el rímel terminan su trabajo, para luego pintarse las cejas. Y se dan su “manita de gato” en sus mejillas y labios. ¡Ole guapas! ¡Ah! y quienes ya están “bonitas”, extraen de su bolsa su celular e inician “la marcha de los íconos” los mueven hacia arriba, para abajo, a los lados y con la destreza de sus pulgares escriben mensajes y con sus audífonos escuchan música o hablan por teléfono.
En los vagones conoces la moda: las chavas con tenis y pantalones y su blusa, su bolsa y otras también con mochila a la espalda. Los jóvenes con tenis, pantalones, chamaras y su mochila. Y en cada vagón de pie o sentados los puedes ver con celular en la mano. También aprecias que solo cinco hombres maduros visten de traje.
En las estaciones del Metro todavía se pueden ver los puestos de los que venden tacos, jugos, licuados, tortas, pan de dulce, atole y tamales. No los han desaparecido del todo. En los puestos de la delegación Gustavo A. Madero se han escrito “frases filosóficas”, como “La disciplina es el puente entre las metas y los logros”. “Un pensamiento positivo: convertir tus problemas en retos y nunca en obstáculos”.
Los vendedores, que las autoridades afirmaron ya no subirían a los vagones, hacen su aparición en las estaciones de mayor demanda, pero lo hacen en forma discreta e igual “los sonideros” que ya no cargan “bocinotas, sino bocinitas” y continúan con la venta de discos en diez pesos.
El Metrobús pronto subirá de precio y el que irá de Indios Verdes a Santa Fe, seguramente cobrará la nueva tarifa. El Paseo de la Reforma es la gran avenida en la que se trabaja para “hacerle caminito” a la nueva línea del Metrobús.