Un alto precio
Alberto Vieyra G. miércoles 24, May 2017De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”.
La frase de Sebastián Lerdo de Tejada, popularizada por el archicondecorado general, Porfirio Díaz, cobra vigencia después del reconocimiento del régimen trumpiano de que la galopante violencia que azota a territorio azteca, Centroamérica y Colombia, es a causa del alto consumo de drogas en Estados Unidos.
Sí, durante el régimen de Felipe Calderón, los halcones de Washington hablaron de más de 150 mil muertos en México, a razón de la absurda guerra ordenada por Estados Unidos y declarada por Calderón a las mafias del narcocrimen.
En el régimen se cuidan de no dar cifras oficiales, pero se habla conservadoramente de 16 mil a 20 mil muertos por año, sin embargo, según un informe del área de inteligencia de la Procuraduría General de la República (PGR), hasta diciembre pasado iban más de 28 mil muertos durante el sexenio y más de 25 mil desplazados, de los cuales tan sólo más de 4 mil fueron de Sinaloa durante el 2016, a causa de la violencia ejercida por los grupos criminales.
México está pagando un alto precio por esaa vecindad con el coloso del norte. Allá están los dólares, los drogos, mafiosos en todos los estratos sociales, y México es el que pone los muertos; porque acá se combate esa industria que deja ganancias por más de 700 mil millones de dólares, de los cuales se lavan y planchan en la gigantesca tintorería norteamericana más de 500 mil millones de dólares anuales. Es el negocio del siglo.
Recuérdese que durante la Segunda Guerra Mundial, fue cuando el gobierno de Estados Unidos agarró a México como plantío de drogas, destacadamente el llamado Triángulo Dorado, entre Sinaloa, Sonora y Baja California, la cuna de los principales capos del narco: “El Chapo” Guzmán, Ismael Zambada García “El Mayo”, los hermanos Beltrán Leyva, Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Aguilar o Miguel Ángel Félix Gallardo, y tal y tal.
Desde la Segunda Guerra Mundial, el mafioso neoyorquino Lucky Luciano era el encargado de controlar oficialmente la droga que se utilizaba en los frentes de guerra para consumo de los soldados norteamericanos, así como en la elaboración de morfina para mitigar el dolor de los heridos. Ese trasiego oficial continuaría hasta la guerra de Vietnam.
¿Cómo poner fin a ese macabro alto precio? ¿Será mediante la legalización de todo tipo de drogas, no sólo la hierba mala?, que por cierto ya es permitida en más de 25 estados de la Unión Americana.
Recordaré también que en 1930, el gobierno gringo de Herbert Hoover, legalizó la venta de alcohol y con ello acabó con los Al Capones, porque el negocio se derrumbó para los mafiosos.
¿Ocurriría lo mismo con las drogas? Para que así, México no siga siendo sembradío de estupefacientes, gigantescas fosas comunes y siga pagando ese precio por el alto consumo de drogas en Estados Unidos.