La salud de los delincuentes
Augusto Corro jueves 20, Jul 2017Punto por punto
Augusto Corro
Los delincuentes pagan su maldad, por separado. Sus acciones los llevan al autocastigo, a problemas de salud derivados de la privación de la libertad y de remordimientos de conciencia. Eso creo.
El asunto es que los enemigos de la sociedad más renombrados en los últimos tiempos en México, padecen enfermedades que los tienen con enfermedades como la angustia, la ansiedad y la depresión.
Tal es el caso del ex gobernador, Javier Duarte de Ochoa, quien toma medicamentos desde hace cinco años, por un problema de hipertensión y desde hace ocho años tiene un tratamiento para controlar hígado graso.
También se controla la depresión con pastillas e ingiere gotas para atacar la ansiedad.
A pesar de encontrarse tocado en su salud, el ex mandatario no hizo el intento de solucionar los conflictos que lo agobiaban y que lo llevaron a coleccionar los males que lo aquejan. Siempre estuvo y está en el ojo de la tormenta. Así, no habrá medicamento alguno que lo cure.
Otro de los criminales famosos con padecimientos crónicos es el capo Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”.
El líder o ex líder del Cártel de Sinaloa tiene diabetes e hipertensión. Los excesos, el alcohol y las fiestas minaron la salud del narcotraficante. En otras ocasiones fue atendido por problemas cardiacos.
La ansiedad, la angustia y la depresión se derivan de la inestabilidad emocional de la persona. Por supuesto, los delincuentes no alcanzan a medir el tamaño de sus delitos. Ignoran las leyes que nos obligan a una convivencia sana, a evitar injusticias, abusos, etc.
Los desajustes mentales de los criminales los conducen a practicar el mal. Las consecuencias se encuentran a la vista: cárcel por muchos años. La conciencia, ese “algo” intangible, ¿jugará un papel determinante en la salud de los delincuentes? ¿Es posible? ¿Cuál es su opinión?
Sirve de algo la acumulación de miles de millones de pesos mal habidos, si tiene que pagar por ello un precio muy elevado, como es el daño a la salud. ¿Vale la pena sufrir años de prisión, alejados de su familia, por la ambición desmedida de la riqueza? ¿Cuál es su respuesta?
DUARTE Y LOS PERIODISTAS ASESINADOS
Durante el mandato del gobernador Javier Duarte de Ochoa fueron asesinados 18 periodistas en Veracruz.
Los familiares de las víctimas exigieron a las autoridades que investiguen al ex mandatario por la muerte de los reporteros.
Los asesinatos se registraron en el sexenio de Duarte de Ochoa, así como la desaparición de tres colegas.
En una carta difundida el martes, la Red Veracruzana de Periodistas denunció que ni la Procuraduría General de la República (PGR), ni la Fiscalía de Veracruz, presentaron cargos relacionados con las muertes de los reporteros.
Dijo la Red citada que tampoco fueron señaladas las numerosas agresiones contra la prensa. El tema fue ignorado.
Los comunicadores desaparecidos: Sergio Landa Rosado, de Cardel; Miguel Morales Estrada, de Poza Rica, y Gabriel Fonseca, de Acayucan.
Los reporteros asesinados: Yolanda Ordaz, Gabriel Huge, Misael Solana, Milo Vela, Guillermo Varela y Esteban Rodríguez, Regina Martínez, Víctor Báez, Armando Saldaña, Pedro Tamayo, Gregorio Martínez, Manuel Torres, Juan Mendoza y Moisés Sánchez, Anabel Flores, Juan Santos Carrera y Noel López.
Los criminales nunca fueron detenidos. Las investigaciones poco a poco se archivaron. Veracruz se convirtió en una región peligrosa para el ejercicio del periodismo, según Artículo 19 y Reporteros Sin Fronteras.
La citada Red Veracruzana dijo estar convencida de que Duarte de Ochoa, así como sus colaboradores, tienen que ser investigados, “pues tuvieron un alto grado de responsabilidad en los crímenes mencionados, tanto por acción como por omisión”.
EXTRADICIONES PENDIENTES
El ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, con un expediente de narcotraficante, no quiere dejar Italia.
Las autoridades de Florencia analizan su expediente para decidir su extradición. En septiembre se sabrá que le espera al ex mandatario.
Yarrington fue gobernador de Tamaulipas y es acusado, según las autoridades, “de facilitar a los cárteles del Golfo y de Los Zetas el transporte de drogas hacia Estados Unidos”. Tenía una orden de captura desde 2012. Fue detenido en Florencia el pasado 9 de abril.
Otro que se encuentra en calidad de extradición, es el ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, quien se encuentra en una cárcel panameña.
El ex funcionario fue detenido el 5 de junio antes de abordar un avión que lo llevaría a París, Francia.
Un juez liberó una orden de aprehensión en contra del ex gobernador quintanarroense y de otras cuatro personas, por la compra de terrenos que eran propiedad del estado, a precios de ganga, a través de prestanombres.