Las campañas políticas adelantadas
Augusto Corro viernes 28, Jul 2017Punto por punto
Augusto Corro
Las campañas electorales para la Presidencia de la República empezaron hace varios meses. La realidad es que los nombres de los aspirantes se escuchan por todos lados. Y no es el azar por los que se conocen, sino por el activismo político que desarrollan.
El tema viene a cuento porque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó investigar si Margarita Zavala de Calderón, aspirante a la candidatura presidencial por el PAN, realiza actos anticipados de campaña.
Claro que la aún panista efectúa actos proselitistas para promover su imagen con rumbo a las elecciones del 2018. ¿O para que tanta presencia en los medios, en las redes?
Margarita no es la única que, desde nuestro punto de vista, se pasa por el arco del triunfo las leyes electorales. ¿No ocurre lo mismo con Andrés Manuel López Obrador? ¿Con Rafael Moreno Valle? ¿Con Ricardo Anaya? ¿O con el mismísimo Miguel Ángel Mancera?
En el PRI, los movimientos políticos, por las características del partido, la lucha no es tan abierta, aunque los interesados ya asoman la cabeza, esperan al ungido oficialmente.
¿Cuál es el criterio de los tribunales electorales? ¿No ven las campañas políticas que se realizan a su alrededor, con cualquier pretexto? Eso de investigar a la esposa de Calderón es una tomadura de pelo.
Es, pues, una larga lista de aspirantes presidenciales, con mérito o sin él, que están entregados en cuerpo y alma en la búsqueda del máximo cargo político, como si ya estuvieran en el tiempo electoral reglamentario.
¿A esos políticos “adelantados” también los investigarán? ¿En caso de que se compruebe que violan el código electoral qué sucederá? Tenga usted la plena seguridad que no ocurrirá algo extraordinario.
Las precampañas o campañas políticas seguirán sin obstáculos. No olvidar que vivimos en México, donde es fácil pisotear las leyes, sin recibir castigos por ello. ¿Usted qué opina, amable lector? ¿Están o no en campaña los políticos mencionados líneas arriba?
EL PARTIDO VERDE CHIAPANECO
En el Partido Verde chiapaneco se le complicó la situación al gobernador de Chiapas, Manuel Velasco.
Como saben, entre los aspirantes a ocupar la silla presidencial se encuentran varios gobernadores. Uno de éstos es el mandatario chiapaneco, quien pensó que tendría el apoyo de la mayoría de principales dirigentes del partido verde.
No ocurrió como lo pensaba. Legisladores y alcaldes de la mencionada organización política llamaron, en un desplegado, a un diálogo con ciudadanos que pudieran encabezar la candidatura presidencial.
Esos militantes verdes destaparon a Julia Carabias, reconocida ecologista y a Cuauhtémoc Cárdenas, un cartucho quemado, como se dice coloquialmente.
La organización política citada hace varios años que empezó a hundirse. La desorganización que priva en su interior se nota en sus dirigentes. Ahí está, para citar un caso, el destape que hizo el senador Pablo Escudero de su colega Carlos Alberto Puente, un “madruguete” sin sentido.
¿Y el “Niño Verde”, el dueño del partido, qué hace?
Jorge Emilio González Martínez, el llamado “Niño Verde”, hace tiempo que dejó de figurar de manera importante en el ámbito político. Ahora es un senador con licencia. ¿Ante los conflictos en su partido derivados de la sucesión presidencial reingresará a la “grilla” para poner orden? Ya lo veremos. El Partido Verde (que no tiene nada de ecologista) necesita una atención esmerada para detener su hundimiento.
VIAJE DE LA MUERTE
Hace varios años se endurecieron las leyes para castigar a los “polleros” que viven de pasar a los migrantes indocumentados de México a Estados Unidos (EU).
Sin embargo, las autoridades se hacen de la vista gorda y a los “enganchadores” nadie los lleva ante la justicia. Son conocidos en la comunidad, pero nadie los detiene. Son los “polleros”, pues parte de esa maquinaria que lleva a los indocumentados a la muerte. Así se evidenció en el caso de las 10 víctimas que murieron en la caja de un tráiler.
Los enganchadores cobraron a cada uno de los sin papeles de 5 mil 500 a 6 mil 500 dólares para trasladarlos desde su lugar de origen a Texas, donde ocurrió la tragedia.
Los ilegales que perecieron, siete eran de México, un guatemalteco y dos más cuya nacionalidad quedaba por aclararse, dijeron autoridades de Aguascalientes.
De acuerdo con las declaraciones de los sobrevivientes, quienes viajaban en la caja del tráiler se desmayaban por la falta de aire.
Alguien alcanzó a comunicarse con su familiar por teléfono, para que le dijeran al conductor de la unidad que auxiliara a los indocumentados. No fue posible: se desencadenó la tragedia.
¿Y los “polleros”? Pues seguirán con sus actividades ilícitas, a la largo y ancho de la frontera de México con EU, con la barda o sin ella.
Feliz fin de semana.