El difícil paso a la reconstrucción
¬ Fernando Garcilita Herrera martes 26, Sep 2017Fernando Garcilita Herrera
A pesar del miedo y de la zozobra que se pueda sentir, tras el pasado terremoto que azotó a la Ciudad de México, Puebla, Morelos, Chiapas y Oaxaca, ahora nos toca dar el difícil paso hacia la vida, a continuar con nuestras rutinas, ya hay muchas empresas que, desde el día de ayer, regresaron a trabajar y sólo el uno por ciento de las escuelas fueron autorizadas por la Secretaría de Educación Pública para regresar a clases.
Basta ver si el gobierno está a la altura de los hechos, pues el día de ayer el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, acompañado del gobernador del estado de Chiapas, Manuel Velasco, a bordo de una camioneta, anunciaron que, en esa entidad se van a entregar tarjetas, después de tener un folio, que dictamina si sus casas tiene daños parciales o totales, para que puedan comprar materiales de construcción, dejando muchas incógnitas en el aire, ¿quién las va a construir?, ¿quién va a dar certeza y fe de que pueden volver a ser habitadas? ¿van a usar el mismo método en todas las ciudades afectadas?
Y es que nos vamos a volver a topar con el fantasma de la corrupción y se abre la puerta a las constructoras voraces, que pueden construir en las delegaciones y municipios, edificios donde antes eran casas, no hay un candado que los obligue a ser más prudentes a la hora de la construcción, pues el hambre voraz de vender, es una forma de sacar provecho de esta situación.
En la Ciudad de México, en colonias como la Roma y Condesa, existe el temor de que la plusvalía vaya a bajar, pues el pánico ha hecho que muchas personas se vayan de sus hogares, provocando un éxodo social, sin contar con los edificios que han sido desalojados por las autoridades por seguridad, ya que están cerca de construcciones afectadas.
Es fundamental, que se revise con lupa, que nadie abuse de la situación, pues hay casos como el Colegio Enrique Rébsamen, donde se mostró en las últimas horas, que arriba de los salones, se construyó un departamento con jacuzzi y mármol y nunca se dio aviso a las autoridades sobre esa modificación a la estructura de la escuela y como este ejemplo, por lo menos en esta ciudad, deben existir cientos, si no es que miles.
Del mismo modo que los ciudadanos, se han hecho cargo de la situación, en el futuro, se debe vigilar que las empresas dedicadas a la construcción, cumplan los reglamentos de la ley y quizá hacer una regulación para que los peritos en la materia, hagan revisiones exhaustivas para asegurar a la gente que compra con mucho esfuerzo una propiedad, que tenga la seguridad de que va a estar a salvo y que su familia, puede estar bien en su casa.
Este paso a la reconstrucción, es un paso que nos va a poner a prueba a todos, esperemos que las autoridades hagan algo por los damnificados y, sobre todo, que piensen a largo plazo, para que los que vivimos en las ciudades afectadas, tengamos la seguridad de que estamos bien protegidos y seguros en la ciudad que todos hacemos y es una parte intrínseca de nuestras vidas.
Se necesita de todos los que fueron voluntarios, para seguir adelante, porque esto no ha terminado, pero de algo estoy seguro, vamos a reconstruir la Ciudad de México y nos vamos a poner de pie, en menos tiempo de lo que nos imaginamos, pues si algo hemos aprendido es que los pasos difíciles, son más fáciles, cuando los damos de la mano.