Verdaderos hombres de acero
Nacional viernes 29, Sep 2017- Don José Luis Ponce, de 64 años, y don Edgar, de 69, son dos de los sobrevivientes que pueden contar ahora su experiencia del 19-S
Arturo Arellano
Bien se dice en el mundo que los hombres y mujeres de México están hechos de un material insólito, son guerreros, correosos y aguantadores, así lo han demostrado los miles de voluntarios, brigadistas y autoridades al frente de los rescates, luego del sismo del pasado 19 de septiembre; sin embargo, también lo han hecho los mismos sobrevivientes. Recién platicábamos de dos ancianas de más de 70 años de edad que fueron rescatadas con vida y ahora lo hacemos de don José Luis Ponce, de 64 años, y don Edgar de 69, quienes dejan claro que las viejas generaciones son casi indestructibles ante este tipo de contingencias.
“Cuando tenga 64”
“When Im Sixty Four”, la canción de The Beatles plantea una duda sobre la vejez: “Cuando sea más viejo y se me caiga el pelo, dentro de algunos años, ¿me seguirás regalando por San Valentín o mi cumpleaños una botella de vino? Y si hubiese estado fuera de casa hasta las tres menos un cuarto ¿Me cerrarías la puerta? ¿Aún me seguirás necesitando?, ¿aún me seguirás alimentando?.. cuando tenga 64 años”. Bueno, pues la respuesta es sí, al menos lo es para el señor José Luis Ponce Illescas, un abuelo de 64 años, quien tendrá una historia impactante qué narrar, ya que él fue uno de los sobrevivientes rescatados del edificio Coquimbo y Sierravista, colonia Lindavista, de la Ciudad de México, y a quien seguramente ahora los capitalinos adoptarán como un abuelo bien amado.
Fueron 26 horas de incertidumbre en las que participaron cíen brigadistas, que iban ingresando de 22 en 22 para no quedarse sin oxígeno y poder auxiliarlo. Si bien el señor Ponce Illescas fue rescatado con vida y según Víctor Hugo Lobo se encontraba estable al momento de ser salvado, aún quedó pendiente el rescate exitoso de su hija Marisol y 4 vecinos más. Ya son muchas las personas en redes sociales las que se han manifestado en favor de don Luis, a quien esperan ayudar luego de su recuperación física, ya que la emocional llevará más tiempo y necesitará comprensión para lograrlo.
Verdaderos hombres de acero
Don Edgar, por su parte, de 69 años de edad, narra que pudo abandonar a tiempo el edificio Casa Latinoamérica, de Morelos. “Empezó a cimbrar la tierra, yo estaba viendo la televisión, en ese momento me levanté a ponerme los tenis y quise salir a la calle, pero una nube de polvo no me dejaba ver, así que cerré la puerta, fue espantoso, exageradamente fuerte, brusco, violento… Llevo 37 años viviendo aquí en Cuernavaca y cuando estaba en el departamento sólo le pedí perdón a Dios, hasta ahí, porque no se podía hacer nada más, estaba todo muy feo”.
Refiere que en instantes, luego que se detuvo el movimiento telúrico, “escuché algunos golpes fuertes en la ventana, me asomé y ya estaban los de Protección Civil. Me dijeron que tenía que salir, porque el edificio se colapsaría, así que me ayudaron a bajar por una escalera, después me atendieron los médicos y creo que todo va bien hasta ahora.
Los vecinos explican que no entendieron la magnitud del problema, sino hasta que comenzó a disiparse la nube de polvo y se dejaron ver las personas afectadas.
Al instante, choferes de las rutas aledañas y taxistas pusieron sus unidades al servicio de los heridos, de manera heroica y poniendo el bienestar de los demás primero que el suyo.