El liderazgo del siglo XXI
¬ Fernando Garcilita Herrera jueves 5, Oct 2017Fernando Garcilita Herrera
Por mucho tiempo se creyó que el liderazgo era una cualidad que debían tener todos los políticos o personas que se quisieran dedicar al servicio público, pero últimamente esa idea, al igual que muchos conceptos, ha entrado en una crisis, dados los ejemplos que hemos tenido en los últimos años en todos los ámbitos.
El liderazgo, más que una noción, es una virtud, se refiere a la capacidad de ver más allá del problema inmediato, de trazar soluciones, para que las generaciones futuras no se topen con la misma piedra que estamos tratando demoler.
Pero la noción de ligar al liderazgo con la política, le abrió la puerta a mucha gente improvisada, que con la bandera de ser independiente, de no ser político, se vendió como una opción para todos aquellos desilusionados por el sistema.
Es así como llegó “El Bronco” a gobernar Nuevo León, es más, su lema de campaña o parte de su equipo creativo, era políticamente incorrecto.
Fue una campaña muy estruendosa, que efectivamente lo llevó a gobernar su estado, pero ya a la hora de ejercer, su nivel de aprobación ha bajado con los años, y hoy anuncia, que a dos años de que termine su periodo de gobernado, va a pedir licencia para lanzarse como candidato independiente a la Presidencia de la República, sin darse cuenta que no dejó a su estado mejor de lo que lo encontró, que su nivel de aprobación ha bajado y así es como pretende convencer al resto del país de que voten por él.
No es lo mismo ser mediático a tener liderazgo, no es lo mismo hacer mucho ruido y a la hora de trabajar, quedarse corto con las responsabilidades.
Bajo esta misma bandera, fue como llegó Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, llegó lleno de promesas demagógicas que lo hicieron arrasar en los votos colegiados, a pesar que Hillary Clinton, le ganara por el voto popular.
Desde su arribo a la Casa Blanca, su falta de contundencia ante los temas que lo llevaron a la presidencia, ha hecho que sus niveles de aceptación, bajen estrepitosamente, empezando por el tema del muro, algo que es prácticamente imposible geográfica y económicamente hablando, pues recordemos que dijo que México lo iba a pagar, como luego derogar el Obamacare, sin tener una propuesta clara para sustituirlo dejando a millones sin la cobertura medica que tanto necesitan.
Pero el colmo fue su reacción tardía y blanda, ante el huracán que azotó a Puerto Rico.
Las imágenes de él, lazando papel higiénico a los damnificados como si tratara de un rockero que avienta playeras a sus fans, es el ejemplo exacto de que no por ser mediático, eres empático o un buen líder.
La falta de seguridad o el hartazgo social, ha llevado a personajes como éstos a cargos que no merecen, y que no saben que hacer con ellos, que sólo demuestran que siguen una agenda personal, sin importarles las artimañas o argumentos que tengan que usar para llegar al poder.
Un verdadero líder, es el que dirige y ayuda, el que se pone en los zapatos de la gente a la que va a ayudar, a la gente que votó por él, y son necesarios, hoy más que nunca.