Las imágenes hablan
¬ Salvador Estrada martes 23, Ene 2018Folclor urbano
Salvador Estrada
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero los precandidatos que van por las candidaturas de la ciudad y de la Presidencia no la toman en cuenta.
En las informaciones que se dan a conocer en las televisoras de los precandidatos, sus rostros son de enojo y sus palabras son negativas, todo lo contrario a sus spots.
Claudia Sheinbaum compite contra Alejandra Barrales, y en ese duelo tiene más carisma la representante de Por México al Frente que la morenista, por lo cual la precandidata, ex delegada en Tlalpan tiene que cambiar su look.
Existen profesionales de la imagen que puede consultar, porque su delicada belleza y la suavidad de sus mensajes no le ayudan a ganar adeptos.
La Barrales tiene más cancha y sabe lo que dice y a quién lo debe decir y su imagen le ayuda para jalar adeptos, y de acuerdo a las encuestas, está en primer lugar, pero en política nadie se puede confiar.
En cuanto a los precandidatos a la Presidencia, también la imagen es de vital importancia, porque los ciudadanos al no creer ya en los partidos, darán su voto al candidato que lo atrape con sus gestos, su presencia y sus discursos.
Andrés Manuel López Obrador, pese a todos los “atributos” que le achacan, tiene sentido del humor y eso le gusta a los ciudadanos. Al decirle que tiene contactos con Rusia y llamarlo “Manuelovich” ideó esperar el submarino ruso que le trajera el oro de Rusia. Y alguien le dio al clavo en su próximo programa de gobierno, al llamarlo que hará la “Pejerestroika”. Y para seguir con su “buena onda”, ideó que los nerviosos en la política tomen la “AMLOdopina”, que lleva sus iniciales.
El “Peje”, “soy peje, pero no lagarto”, solamente necesita usar uniforme de campaña, chamarra café oscura o camisa de igual color con vivos verdes, para que resalte el color de Morena. En algunos actos aparece de traje y en otros de guayabera. Va arriba en las encuestas, porque se hace simpático y tiene buena imagen, pero debe mejorarla. Consultar a los profesionales en la materia le dará más votos.
En cuanto a Ricardo Anaya, su imagen ya está acreditada. Medio pelón con lentes y como es “chaquetero”, luce chaleco azul y otras veces amarillo. Dice que va a ganar y ataca al gobierno priísta, pero eso no le ayuda, porque como presume de hablar inglés y francés, la oposición lo considera un “buen guía de turistas”. Necesita que los forjadores de imagen le den clases para ganar simpatías.
Y en el tercer lugar de las encuestas está José Antonio Meade, quien también debe cuidar su imagen y acudir con los que saben de esos menesteres, para que suba su popularidad. Como no es miembro de ningún partido, se ve mal que ande pidiendo el apoyo de los verdes y de los priístas. Debe pedir el voto de todos los ciudadanos, porque ellos tienen la mayoría. Ni el PRI, ni Nueva Alianza, ni los verdes juntos, pueden obtener los votos necesarios para ganar, si no es con los sufragios de los electores.
En fin, si los ahora precandidatos, ya casi candidatos, tienen en sus manos mejorar su imagen, y si no lo hacen perderán votos y el que tenga “más carisma” ganará esos votos.