El pescador
¬ Salvador Estrada jueves 22, Feb 2018Folclor urbano
Salvador Estrada
No es patriarca, ni mesías, ni es el ungido, sólo es un político inspirado que lo mismo “dice una cosa, como otra” y que en sus discursos, arengas u homilías, da de qué hablar y aumenta en esa forma su popularidad y sostiene así el primer lugar en las encuestas como candidato a la Presidencia de la República.
A Manuel López Obrador le aplauden unos y lo critican otros y en algunos momentos está de humor y responde a sus adversarios y en otros guarda silencio y “no ve ni escucha” y ahora para no violar la ley no concede entrevistas.
Sin embargo, su “discurso-homilía” al rendir protesta como candidato presidencial del Partido Encuentro Social, lo hace merecedor a que el Papa Francisco le envíe una misiva de felicitación porque propuso una “constitución moral” para su “república amorosa”. El político, como San Pedro, se transformó en “el pescador, de hombres”, que representarán cientos, miles de votos.
Ni los más destacados jerarcas de las iglesias católica, evangelista u ortodoxa, manejan “los principios” que López Obrador expresó en su toma de protesta, que parecía, por sus palabras homilía dominical.
Si ya está harto de los spots de las campañas políticas y de los discursos de los candidatos tome en cuenta “la homilía del pescador” . Reléalo, porque en esta época de temblores, transas, moches, robos, asaltos y crímenes, lo dicho por el político tabasqueño le puede coadyuvar a aliviarse del “estrés”.
Expresó, muy serio y concentrado en sus palabras:… “sólo siendo bueno se puede ser feliz. El que tiene la conciencia tranquila duerme bien y vive contento”.
“La felicidad no es lograr acumular riquezas, bienes materiales…la verdadera felicidad es estar bien con nosotros mismos, estar bien con nuestras conciencias y estar bien con el prójimo”.
Recordó La Biblia y dijo con énfasis: “en el Nuevo Testamento se señala que Jesús manifestó con sus palabras y sus obras su preferencia por los pobres y los niños, y para muchos Cristo es amor”.
Y para que no lo acusen de X o Z, de esto y de aquello, aclaró: “el tema no se contrapone con mi concepción de Estado laico. Jesús fue muy claro, fue el primero que expresó: a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”.
Es la primera vez que en una campaña presidencial se “habla de La Biblia”. Todos los candidatos que han sido siempre mencionaban a la Constitución. Y ahora, hasta se manejan “mensajes morales” con los cuales López Obrador sube sus bonos con sus adláteres “evangelistas del Partido Encuentro Social”.
Para concluir, el “obispo de la política” le cambió el nombre a su ”constitución moral” por “código del bien”, cuando expresó: “debe incluirse principios y derechos en nuestro tiempo. Los derechos actuales, conseguidos o por conseguir, como la no discriminación, el respeto a la diversidad, la pluralidad, el derecho a la libre manifestación de las ideas, en suma, estos fundamentos deben tomarse en cuenta para poder hacer realidad una “república amorosa” y debemos tener un código del bien.
Se recuerda a los seguidores de Morena que si leen cinco veces la homilía tabasqueña ganarán indulgencias para ser candidato a una curul o alcaldía y sus pecados serán perdonados por su presidente, como lo ha hecho con los políticos, a los que ha nombrado para que integren su gabinete. Amén.