Las pipas de Einstein
José Antonio López Sosa miércoles 7, Mar 2018Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Santiago de Chile.-De pronto entre la cotidianeidad de una gran ciudad como lo es Santiago, resulta complicado encontrar sitios que mantengan una tradición viva, es decir, que conserven lo que fue hace décadas en pleno Siglo XXI.
La industria del vino ha crecido enormemente en Chile, visitamos —por ejemplo— la casa Concha y Toro, sus modernas instalaciones y la forma en que han posicionado al vino chileno en el mundo entero.
Ahora bien, hace años, la forma de comprar y beber vino en Chile no obedecía a grandes viñedos o corporaciones, era algo mucho más sencillo y casero.
Los vinicultores ofrecían sus vinos a granel en tiendas donde la gente acudía a llevarlos a sus casas. Esa forma ha desaparecido practicamente salvo algunas excepciones.
Hallamos un sitio denominado Las Pipas de Einstein, un lugar que tal como sucedía en antaño, vende el vino a granel de un región de Chile en específico, Chillán.
Desde 1984 venden vinos y chichas (una suerte de vino blanco con mayor concentración de azúcares y mayor graduación alcohólica) a granel. La gente llega y pide un litro de Cabernet Savignon, de Carmenere, de mezcla tinta o de vinos blancos.
Igual venden mayoreo y que menudeo pero representan una de las últimas tiendas que, como antaño, venden vino verdaderamente artesanal, quizás sin toda la sofisticación que los enólogos han puesto a sus productos, pero con la autenticidad de los buenos elaboradores de vino que persisten hasta nuestros días.
Así hay muchos rincones en Santiago, esos que no están en las guías turísticas, esos que la entidad de turismo ProChile no considera un buen negocio para dar a concoer fuera del país.
En esta tierra de constrastes, hay sorpresas urbanas que nos conectan con el pasado y con el campo chileno, sin tener que salir de Santiago, la capital.