Margarita Zavala, histórico su registro ¿Nada más?
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 19, Mar 2018Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Candidatura independiente presidencial, gran paso en la democracia
- Participación política de las mujeres, otro empujón
Fin de semana histórico en materia electoral. El Instituto Nacional Electoral (INE) dio a conocer que el próximo uno de julio por primera vez los ciudadanos estarán en posibilidades de votar por un candidato independiente, figura que de aquí en adelante, es un hecho, irá restando fuerza a las candidaturas presidenciales, producto del sistema de partido, que hasta ahora prevalecía como opciones únicas para el electorado en las carreras presidenciales.
Vaya como le vaya, será una mujer quien dispute la silla presidencial a los aspirantes apoyados por las nueve siglas partidistas que cuentan con registro nacional. Al menos por ahora, Margarita Zavala es quien pudo cumplir con los requisitos establecidos por el INE para aparecer en la boleta electoral para elegir al Presidente de la República, para el periodo 2018-2024.
En el camino, al parecer, se quedarán los esfuerzos independentistas del gobernador con licencia, de Nuevo León, Jaime Rodríguez “El Bronco” y del senador, también con licencia, Armando Ríos Piter, conocido como “El Jaguar”, quienes -según el árbitro electoral- la firmas que avalaban su solicitud presentaron algunas anomalías y por ese motivo se las anularon, acción que impugnarán los aspirantes aludidos, pero por lo pronto es la ex panista quien toma la delantera en este proceso de registro para las candidaturas independientes.
De no existir ningún revés de parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a la resolución del INE, el de Margarita Zavala será el único nombre de mujer que aparezca en las boletas electorales para el proceso presidencial, ya que el resto de los competidores para ese cargo son hombres.
No es la primera vez que el sexo femenino aparece en una boleta electoral en busca del más alto cargo político de la nación, aunque en este caso la señora Zavala se registrará en la historia como la primer candidata independiente, figura que el Congreso de la Unión aprobó en la reforma política de 2014, año en que los legisladores hicieron varias modificaciones a nuestra Constitución Política y se dio paso legal a figuras como las iniciativas ciudadanas, las candidaturas independientes y a la consulta popular, entre otras modificaciones que entraron en vigor a partir del proceso electoral de 2015.
Con las reformas impulsadas por el Legislativo federal, México da un paso firme hacia un nuevo escenario de participación política, donde los partidos políticos y sus militantes se están viendo obligados a ser parte de esa transición democrática con sentido de mayor compromiso y alta responsabilidad.
La aprobación del registro de Margarita Zavala, de alguna manera culmina los esfuerzos que en este tema en su momento impulsaron Jorge Castañeda Gutman, en 2004, y Manuel Clouthier Carrillo en 2012, ya que aunque ellos no vieron sus nombres en la cédulas electorales sí crearon un precedente y hoy esa figura es una realidad.
Sin duda, la inscripción de Margarita Zavala a la boleta electoral es un acción que fortalece la democracia mexicana, pero también es un paso importante de la participación de las mujeres en la vida política, sobre todo si consideramos que los censos poblacionales siguen indicando que en el país hay más mujeres que hombres y que también son las mujeres la que mayoritariamente acuden a sufragar en tiempos de elecciones, pero sobre todo, ha quedado demostrado que en ellas hay preparación y experiencia, y no sólo es equidad de género, por lo que no estaría mal que en las próximas elecciones se demuestren solidaridad para que su participación no nada más se quede en el intento ¿qué no?.
VA MI RESTO.- En los últimos años se han registrado acciones en la vida nacional que dan cuenta no sólo del interés de las mujeres por contar con mayores oportunidades e igualdad de derechos frente a los hombres, sino que por su preparación y experiencia es cada vez más frecuente que de ellas se diga “son las primeras en esto o aquello”.
Atrás se están quedando los acontecimientos que al paso de los años nuestra historia ha registrado como marginales, como el alcanzado por Elvia Carrillo Puerto en 1923, año en que se convierte en una de las tres primeras mujeres elegidas para formar parte de un cuerpo legislativo en México, en una época en que las mujeres no tenían todavía el derecho al voto; derecho por el que la misma Elvia luchó incansablemente hasta su obtención en 1953.
O qué decir de una Griselda Álvarez, quien en 1979, por el estado de Colima, fue la primer gobernadora. También en el siglo XX, en 1982, se da por primera vez una candidatura presidencial a una mujer, con Rosario Ibarra de Piedra, luego siguieron Marcela Lombardo (PPS) y Cecilia Soto (PT) en 1994.
En años más recientes, no se olvida la participación de Beatriz Paredes Rangel, como aspirante a la jefatura de gobierno del otrora Distrito Federal, en 2009 y 2012; tampoco se puede soslayar el nombre de la ministra Margarita Luna Ramos, quien fue considerada para la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 2015; también se recuerda la lucha que hizo Rosaura Ruiz Gutiérrez en busca de ser la primera rectora de la máxima casa de estudios, la UNAM, en 2015. En estos casos ninguna mujer alcanzó el éxito, pero su participación ha sido fundamental en los nuevos escenarios del México del siglo XXI, donde lo más seguro es que muy pronto esas luchas a la brevedad se hagan realidad, y por qué no, un día de estos nos amanecemos con una presidenta de la nación, y hasta ahí porque como veo, doy.