Constitucionalismo histórico
¬ Mauro Benites G. viernes 9, Nov 2018Municiones
Mauro Benites G.
Con el triunfo electoral inobjetable del mes de julio pasado creímos verdaderamente los mortales que terminaba la campaña en general, lejos muy lejos de esta triste realidad el candidato triunfador y sus cercanos colaboradores entrarán en una crisis aguda de declaracionitis, degradantes, insultantes, humillantes, fuera de toda lógica, sentido común y sobre todo con un desconocimiento absoluto de la historia de nuestro país y sobre todo, de la historia política social que nos rige CONSTITUCIONALMENTE.
El escenario internacional es dominado fundamentalmente por dos tipos de Estados: los desarrollados; y los que se encuentran en vías de desarrollo.
La historia y evolución de cada uno de ellos, al tiempo que es convergente y también inversamente proporcional y diferente.
Si bien en el plano económico algunos crecen de manera galopante a la par de un encomiable desarrollo tecnológico, científico, social y cultural; otros progresan de forma discreta cargando sobre sus espaldas los remanentes de una historia colonial y con las constantes amenazas de sufrir un colapso económico-financiero.
De la misma forma, su organización política y estructura constitucional también es diversa. Mientras que en algunos países del Medio Oriente los regímenes son monárquicos y absolutistas; la gran mayoría de los países del continente americano apuestan por los sistemas presidenciales y las Repúblicas democráticas y federales; en tanto que, en Europa, las monarquías constitucionales; los gobiernos parlamentarios; semipresidenciales y directoriales son los modelos organizacionales en los que se funden los Estados. Lo mismo en esta región, que, en Asia, África y Oceanía.
Sin embargo, a pesar de las enormes diferencias entre unos y otros Estados, así como los distintos objetivos que persiguen hoy y en diferentes épocas; en todos los casos podemos encontrar un elemento fundamental: en el marco de un cierto grado de estabilidad, armonía, orden público y social, buscan procurar la supervivencia del propio Estado y el stablishment de la nación, mediante la satisfacción de las necesidades públicas que demandan sus habitantes, bajo el corolario de dirigir a sus sociedades hacia el progreso y el porvenir,
De ahí que los Estados y el marco jurídico e institucional sobre los que se sostienen y legitiman, no resultan estáticos inamovibles, sino dinámicos y perfectibles.
De hecho, esa es la esencia misma de la Reforma del Estado: el mejoramiento y redimensionamiento de la maquinaria del Estado, sus órganos de gobierno y mecanismos de administración para hacer frente a los retos del presente inmediato y el futuro, en ánimo satisfacer de manera eficaz las demandas de las sociedades.
Nuestro país a poco más de cien años de su independencia nacional y más aún el 100 Aniversario de la Revolución Mexicana.
Sin duda, dos convulsos y definitorios, procesos históricos que dieron un nuevo perfil al Estado mexicano y que sirvieron para que se avanzara hacia la búsqueda de un nuevo pacto político y social que se cristalizaría e inscribiría en letra mayor en la Carta Magna.