El respeto se gana
Freddy Sánchez martes 26, Mar 2019Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Como las “consagradas figuras” de un espectáculo que casi “todo mundo” se agolpa para ver y aplaudir, los correligionarios de Andrés Manuel se han convertido tácitamente en los únicos actores estelares en el escenario nacional.
Tan es así, que una proeza necesitan tener en su haber los partidos de oposición para bajar a “Morena” del “nicho” de popularidad en que se encuentra.
Porque, a decir con franqueza, las críticas y diatribas de sus adversarios políticos, más que afectarles les favorecen
Como sucedió con el sardónico intento de hostigamiento del “Jefe Diego”, (uno de los panistas de alta investidura), que se refirió al presidente como “el Dios Manuel”, asegurando que tendrá que llegar el momento de decirle” adiós Manuel”.
Y es que, ciertamente, todo lo que comienza termina.
Pero, por ahora, los sarcasmos para Andrés Manuel lo tienen sin cuidado.
La razón, es obvia: en lo primeros cien días de su gobierno, la aprobación colectiva es abrumadora. Más alta que la que tenía antes de ganar la presidencia.
Su arrastre popular le alcanza incluso para tener a “Morena” en la cúspide del poder sexenal.
En ese contexto los opositores políticos partidistas que enfrenta el partido de Andrés Manuel, sólo tienen dos opciones para reposicionarse en el ánimo electoral de los mexicanos.
Por un lado, que el propio gobierno federal, con motivo de su ejercicio político y administrativo, deje de aportarle simpatías ciudadanas al presidente y al caer su popularidad, caiga también “Morena” en cuanto a confianza y apoyos populares.
Una expectativa, que la oposición al gobierno en turno, seguramente sustenta en el cálculo prospectivo de la persistencia y el agravamiento de la inseguridad, además de que comience a apagarse la aprobación ciudadana en favor de las acciones anti corrupción y conforme avance el régimen no se den suficientes ejemplos contra la impunidad de varios relevantes personajes de la mafia del poder.
De modo que en los altos niveles de las dirigencias de los partidos políticos de oposición, parecería correr una inercia contemplativa a la espera de que obre “el milagro” de que la buena fama pública del presidente, en vez de consolidarse comience a decaer por sí sola.
Pero, aun si tal cosa llegara a ocurrir, ningún mérito tendrían los opositores al gobierno de Andrés Manuel.
No al menos que desde las bases, (a contra corriente y a pesar de los menguados apoyos partidistas), haya gente “de a pie” dispuesta al sacrificio personal para estrechar el contacto con los ciudadanos que demandan atención a sus necesidades.
Un propósito que debería llevar a los integrantes de alto nivel en las dirigencias partidistas de oposición, a darse “baños de pueblo” para tratar de recuperar los millones de votos perdidos en las pasadas elecciones presidenciales.
Algo así como lo que Diego Arteaga, un representante panista en la alcaldía de Coyoacán, se esmera en hacer todos los días, ofreciendo ayuda a los vecinos para tocar distintas puertas de autoridades, a fin de conseguir solución a problemas de inseguridad, desazolve, alumbrado público, recolección de basura, balizamiento y la poda de árboles y jardines.
Un noble ejemplo de vocación de servicio que hoy más que nunca les urge asumir a los diputados y senadores de oposición, así como a sus respectivas directivas partidistas, siempre y cuando les interese ir a la reconquista del electorado en vez de seguir actuando como vociferantes críticos del gobierno, tratando de disimular su triste condición de alicaídos opositores.