Funcionarios y diputados, hipócritas y cretinos
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 17, Jun 2019Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Marcelo Ebrard Casaubón ¿el grandulón?
- Inseguridad agobia a la Ciudad de México
Hablar de sucesión presidencial, a siete meses de haber iniciado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, parece muy prematuro y sin embargo hay elementos que nos dicen que ese ritual de la política mexicana ya comenzó al interior del gobierno en turno, sólo es cosa de observar o interpretar algunas señales que surgen al calor de la actividad pública.
Por ejemplo, el columnista del diario “El Financiero”, Raymundo Riva Palacio, en uno de sus análisis periodísticos, señala que, por los buenos resultados en la atención del tema migratorio y la amenaza de imposición de aranceles hecha por el presidente estadounidense, Donald Trump, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard Casaubón (MEC) se convirtió no sólo en un supersecretario sino en un vicepresidente, y esa lectura, sin duda, hace pensar en un miembro del gabinete con fuerza suficiente como para llegar a la disputa de la silla del águila.
Hasta ahora, desde el inicio de la actual administración del gobierno federal, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores parecía guardar un bajo perfil sobre su actuación en los asuntos de su encargo público, cosa que para muchos esta estrategia se agravó al grado de que se mencionó que hubo un distanciamiento con el jefe del Ejecutivo federal. La relación, se comentaba, se tornó francamente difícil a partir de la filtración de la polémica carta que el presidente mexicano envío a España, bueno hasta se rumoró que por ese hecho el secretario puso su renuncia a consideración de su jefe.
En ese contexto, a nadie le parecía extraño que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, iniciara su gestión administrativa con el señalamiento de ser la favorita del Presidente entre los demás integrantes del equipo y esa deferencia agarró más fuerza cuando los titulares de Energía y Pemex de plano se durmieron en sus laureles en la atención de la explosión de un ducto en el estado de Hidalgo con resultados lamentables de varias muertes. Fue Sheinbaum quien agarró el toro por los cuernos en este penoso asunto y pronto se convirtió en la vocera en el combate al huachicol.
Distracción o no, lo cierto es que la realidad muy pronto alcanzó a Claudia. Altos índices de contaminación, problemas de movilidad, aumento de delitos por robo, secuestro y narcomenudeo, son sólo algunos de los temas que de alguna manera mostraron a una jefa de gobierno débil, omisa y miedosa ante la problemática citadina, no obstante que la demanda más sentida entre los habitantes de la Ciudad de México sigue siendo el alto a la inseguridad.
Las quejas no se han hecho esperar entre los capitalinos, de su gobernante reclaman acciones eficaces y urgentes, y esto fue considerado por su protector político como un golpeteo, al grado que, como en las corridas de toros, tuvo que entrarle al quite: “La maltratan mucho unos grandulones, abusivos, ventajosos, pero no está sola, tiene el apoyo del presidente de la República y del pueblo de la capital”, destacó López Obrador después de varios días de reclamos a la mandataria por el secuestro y muerte de un joven universitario.
En el tema de la sucesión presidencial, luego de escuchar las palabras del presidente y referirse a “unos grandulones”, nos queda la duda si estas fueron dirigidas a adversarios ajenos a su gobierno y partidos de oposición o bien a alguien en especial que, por méritos propios, entre los integrantes de su equipo, podría poner piedritas a la trayectoria de su protegida.
Aquí la cuestión es que grandulones no hay muchos en el gabinete presidencial, y en todo caso si a alguien le queda muy bien el mensaje sería a MEC, y no precisamente por su estatura física, sino por su amplia experiencia política y administrativa, y tal vez se piense que todo eso en su conjunto podría hacer sombra a la preferida de ya saben quién.
Incluso, hasta el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, con el colmillo político que le caracteriza, se ha dado cuenta del poder adquirido por el canciller, que para muchos es un reconocimiento a su capacidad y lealtad al presidente. Durante la comparecencia que este personaje tuvo ante el Congreso mexicano, donde explicó a detalle los acuerdos alcanzados en política exterior con el vecino país del norte en materia de migración y economía, el legislador de Morena le dijo “No conviene que usted asuma todas las funciones…” y añadió “Que no lo inflen tanto, porque lo van a reventar”.
La observación, por simple que parezca, pareció un mensaje a Pedro para que lo escuchara Juan. En fin, de existir ya el ritual de la sucesión, sus encartados deberían poner más atención a sus encargos como servidores públicos, porque hay un dicho muy popular que sentencia que “del plato a la boca…”.
VA MI RESTO.– A propósito de mensajes cifrados, el viernes pasado el presidente López Obrador aclaró que su gobierno no impondrá la tenencia vehicular a nivel federal, llamándoles hipócritas y cretinos a quienes así lo proponen.
La acusación del mandatario del país, un hombre con información de primera mano para la mejor toma de decisiones, puede estar dirigida a cualquiera de sus opositores políticos, aquí la cuestión es que el referido planteamiento lo hicieron nada menos que el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, y el presidente de la Comisión de Presupuesto, el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, integrante de Morena. A quién de ellos específicamente se habrían referido, pues a ambos se les ha escuchado hacer ese planteamiento en materia de recaudación fiscal, pero pueden haber más, y hasta ahí porque como veo doy.