“Los hijos del diablo”
¬ Salvador Estrada martes 7, Ene 2020Folclor urbano
Salvador Estrada
El incendio en los mercados capitalinos ha puesto de manifiesto que la causa presuntamente es el diablo, bueno sus hijitos los famosos “diablitos”, que como son tantos y están tan enmarañados hacen ¡pum¡ y surge la llama del corto circuito y ¡fuego, se quema el mercado¡
La Merced, un mercado de tradición, ha sufrido incendios frecuentes y el de San Cosme también lo que ha llevado a sus locatarios sufrir la pérdida de sus negocios y llorar por la falta de recursos económicos.
Pero esos mercados funcionan en las ruinas, los locatarios se acomodaron como pudieron para seguir vendiendo, sobre todo lo hicieron en las fiestas decembrinas, para sacar “el gasto” y esperar que la alcaldía correspondiente reconstruya el inmueble.
Ante esta situación el gobierno capitalino junto con Comisión Federal de Electricidad y las alcaldías integrarán, para este año, un fondo de doscientos millones de pesos para las obras de rehabilitación que sean necesarias principalmente en las redes eléctricas.
Para que la desgracia no vuelva a suceder es necesario “acabar con los diablitos” y en cuanto surjan por ahí, los mismos locatarios deben evitarlo o denunciarlo a las autoridades.
“Colgarse” de los cables de luz, ”con los diablitos” no es exclusividad de los mercados, también se pueden ver en los puestos callejeros y muchos a un lado de los mercados, lo mismo que en algunas “ciudades perdidas”.
En la Ciudad de México existen 329 mercados públicos, entre los que se encuentran La Lagunilla, Jamaica, Granaditas, Mixcoac, que son los de mayor aforo, por su tamaño, en los cuales se empezarán a revisar sus instalaciones eléctricas.
Lo ideal sería que los cables de luz fueran subterráneos en todos los mercados y terminar con los aéreos y que la reconstrucción de los mercados incendiados se hicieran así y con locales amplios, con lavabos para el lavado de los productos, como fruta y verduras, y un piso de mosaicos de fácil limpieza, para que el mercado se vea siempre con, luz y limpio, con un administrador honesto y unos sanitarios de “primer mundo”.
Actualmente los mercados tienen problemas entre los locatarios y su administrador, hay cacicazgo de familias que tienen control y poseen diversos locales.
Los locatarios pagan una cuota a la alcaldía, unos más y otros menos, y para ser honestos deben de pagar igual todos para evitar privilegios y que el administrador rinda cuentas del uso de los sanitarios que pagan los clientes de los mercados.
Esos centros de abasto, que se empiezan a rehabilitar, deben ser ejemplo de un mercado moderno, una vez terminados, para que los demás sean reconstruidos ahora y no esperar otros “cortos circuitos” ocasionados por los “hijos del diablo”.