Una fiscalía para atender a los niños
Augusto Corro jueves 20, Feb 2020Punto por punto
Augusto Corro
Una sociedad en constante cambio corre riesgos de inestabilidad si hace a un lado la atención a la niñez.
Tienen que ocurrir hechos espeluznantes, como el secuestro, tortura y asesinato de Fátima, para ver el abandono en que viven la población infantil.
Como secuela de la guerra contra la delincuencia organizada, los hogares mexicanos sufrieron cambios radicales en su estructura familiar.
Miles de niños quedaron en la orfandad, víctimas de abusos y de malos consejos de los adultos corruptores.
En el último lustro se denunciaron 539 casos de tráfico de menores y nueve mil 601 por corrupción y son innumerables las causas que llevaron a los pequeños a la situación de vulnerabilidad en que se encuentran actualmente.
Por ejemplo, los padres tienen que ir a trabajar y dejan a los niños al cuidado de los abuelos, de algún pariente o de plano se quedan solos.
¿Quién educa a los menores? ¿Los padres de familia? ¿Los maestros? Nadie. Eso lo vemos en el sinnúmero de hechos delictivos que se registran diariamente.
Vivimos en una sociedad enferma, en la que una gran mayoría perdió valores necesarios para una convivencia sana.
El número de feminicidios, asesinatos, secuestros, nos muestran un país desquiciado donde no hay leyes que brinden seguridad a sus pobladores.
Con profundo dolor vemos como la niñez es uno de los sectores más afectados por la delincuencia.
Nunca será tarde para que las autoridades se encarguen de proteger a los niños que son el futuro de México.
Por eso es bienvenida la idea del senador Ricardo Monreal de crear una fiscalía especializada en crímenes contra niñas, niños y adolescentes.
El cierre de fronteras
Los ciudadanos chinos enfrentan ahora un nuevo problema derivado del coronavirus que amenaza a la población mundial.
El gobierno ruso prohibió la entrada de todos los viajeros de China a su territorio.
A la hora de escribir estas líneas se informó que Rusia había cerrado las fronteras terrestres.
Este hecho singular afectará, sin duda alguna, el renglón turístico, pero también podría agudizar el repudio a los extranjeros.
La xenofobia es un problema que amenaza con crecer no solo entre los rusos, sino también en las sociedades inglesas y estadounidenses.
Por ejemplo, en el Reino Unido se impedirá la entrada de inmigrantes poco cualificados y que no hablen inglés.
Lo anterior obedece a una parte de la política de los ingleses que estuvo detrás del Brexit que consistía en el rechazo a los inmigrantes.
(Brexit es una abreviatura de las palabras inglesas Britain (Gran Bretaña) y exit (salida), y es el término acuñado para referirse a la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Esa medida afectará a los jóvenes que acudían al Reino Unido en busca de oportunidades.
En América, el gobierno de Estados Unidos anunció el incremento de la vigilancia en las ciudades santuarios, donde las autoridades se niegan a cooperar en la entrega de inmigrantes indocumentados.
Unidades tácticas serán enviadas a las ciudades mencionadas para reforzar a los agentes de la oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
En los tres casos de rechazo a los extranjeros provocará un sinnúmero de problemas. Quizá el asunto de China-Rusia podría resolverse en cuanto se controle la epidemia del coronavirus. Es cuestión de tiempo. Así parece.
No así el control de los trabajadores en busca de empleo en el Reino Unido, que les exigirá una mayor capacitación con dominio del idioma inglés.
No será fácil para aquellos migrantes que huyen de sus países de origen sin ninguna preparación y muy lejos de hablar dos idiomas. Un verdadero obstáculo.
De la actitud del gobierno estadounidense solo se puede esperar mayor cacería de los indocumentados.
Todo mundo sabe del problema xenofobia que padece el presidente Donald Trump. Su odio contra los migrantes le sirve para sus campañas políticas.
No perderá la oportunidad de anunciar medidas que le sume electores. Quiere continuar en el poder y ya sabe que debe hacer.
Por ejemplo, el presidente Trump tiene en el muro fronterizo Estados Unidos –México un instrumento para su campaña electoral. También sabe cómo amenazar al gobierno mexicano si no se ciñe a sus mandatos.
En fin, lo que ocurre en Rusia, Reino Unido y EU debe poner a reflexionar a propios y extraños sobre el odio, difícil de erradicar, en los sentimientos de los seres humanos.