La política puede esperar
¬ Edgar Gómez Flores martes 5, May 2020Con mi mano izquierda…
Edgar Gómez Flores
Es increíble, en medio de la pandemia del coronavirus, ver cómo en América los mandatarios de nuestros países así como todos los políticos, tanto los simpatizantes de los grupos en el poder, como sus adversarios, no pierden tiempo para intentar montar sus temas y su agenda en la vida política. Escuchamos al presidente Trump hablar de migración o al presidente Andrés Manuel López Obrador hablar sobre los conservadores y neoliberales que pretenden acabar con su mal llamada Cuarta Transformación.
Sin embargo, en Sudamérica también vemos como el presidente Bolsonaro pelea con sus ex ministros y en Ecuador se sentencia al ex presidente Rafael Correa por presuntos actos de corrupción durante su mandato. Esto nos hace ver que, en América, no hay tregua. Nuestros políticos son de tiempo completo. Mientras vemos como en Europa los dirigentes están concentrados al 100%, en la agenda de salud y la económica. Esta actitud que ahora podemos ver, durante el confinamiento, nos permite conocer las verdaderas aspiraciones de nuestros gobernantes. Tener el control de la vida pública y de ser posible de la vida privada de nuestras sociedades.
Ahora, en México, tenemos los programas de entretenimiento del gobierno federal: La “mañanera”, que bien podría parecer un programa matutino de risa y comedia, o los programas de apoyo económico que se pueden asimilar a los programas de concurso que siempre generaban una esperanza para poder salir de nuestra condición de pobreza; o qué decir del propedéutico de salud pública que diario, durante sesenta segundos, nos propina el doctor López-Gatell, quien pudiera tener su sección “Información que Cura”. Entre este entretenimiento y en medio de una dolorosa cuarentena, el presidente López Obrador ha decidido seguir su agenda política. Ha adjudicado los tramos de construcción del Tren Maya, ha remitido a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la propuesta de ley para “en caso de emergencia” (no define la palabra emergencia) poder manipular el presupuesto federal entregado al principio del ejercicio.
Mientras las personas están pensando en cómo estirar sus últimos ahorros en el confinamiento y tratar, los que pueden, de conectar a sus hijos con sus clases en línea o en el peor de los casos salir a trabajar para poder sobrevivr en un momento que la economía está colapsada, el grupo de poder y sus adversarios desgastan sus energías y las de toda una sociedad, en mantener una agenda que protege únicamente intereses partículares.
Después de la tormenta pandémica algunos de nosotros, amigos, o familiares no estaremos aquí, o estaremos presentes con alguna secuela de la enfermedad o tendremos la salud completa, pero el bolsillo roto, tratando de entender la nueva dinámica socieconómica; pero nuestros dirigentes tendrán muy claro lo que quieren y lo que necesitan. Quizás en unos meses puedan corroborar que esto les cayó “como anillo al dedo”.
Más de quinientos años después, Europa ha conquistado a América; pero ahora con su madurez y solidaridad para afrontar un problema común. Hoy el Parlamente Europeo discute las nuevas reglas de la Unión Europeo, mientras en América tratamos de utilizar a la pandemia, el confinamiento y la crisis como nuestra próxima estrategia de campaña electoral. Nuestros gobiernos hacen de la tragedia un espectáculo para después vendernos los boletos, hasta en reventa.