El circo y la barbarie
Alberto Vieyra G. jueves 20, Ago 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El nauseabundo circo romano de la edad antigua tiene su origen en la Grecia antigua, donde se conmemoraba el regreso de los guerreros con carreras de caballos y varias artes, en las que imperaba hasta la magia. Era una fiesta popular que degeneró completamente al ser adoptada por los romanos y su decadente imperio.
El pueblo romano, patricios y plebeyos, sentados en las graderías del circo sentían orgasmos colectivos al ver sangre y destrozos de hombres y animales en la arena hasta que el emperador agachaba el dedo como señal de darle muerte al rival y así terminar con la fiesta.
¿Ya adivino usted en qué se parece el circo romano a la barbarie circense de AMLO?
El antiguo circo romano no le llegaba ni a los talones al nauseabundo circo de Andrés Manuel López Obrador. Pero, hagamos un viaje al pasado para ejemplificar el paralelismo que hay entre la barbarie del circo romano y la barbarie política que impera en el régimen comunista de AMLO.
El más nauseabundo maquiavelismo político de AMLO lo vemos en el caso Lozoya, que el Presidente de la República lo ha usado como un muy rentable asunto para tapar el desastre humano causado por el coronavirus que en pocos días contabilizará oficialmente, 60 mil muertos, pero que de acuerdo con datos del Registro Nacional de Población y del Registro Civil, podría ser de más de 120 mil muertos y claro está, para allegarle votos a su partido Morena con el fin de perpetuarlo en el poder en las próximas elecciones federales de 2021. El caso Lozoya tapa todo. Se convirtió en un poderoso distractor circense en el que el “pueblo bueno y sabio” quiere ver sangre y nauseabundas escenas como ocurría en el circo romano, hasta que el señor emperador AMLO levante el dedo flamígero y purificador para decir “ya basta de barbarie política”.
El impúdico vídeo que muestra a dos panistas recibiendo fajas y más fajas de billetes, se dice que por un total de más de 2 millones de pesos para ser repartidos entre algunos legisladores panistas (con que poco se conforman), para que apoyaran la reforma energética promovida por Enrique Peña Nieto vino a cimbrar al PAN y la clase política y a escandalizar al “pueblo bueno y sabio” que está feliz con el nauseabundo circo de AMLO, en lugar de que éste esté dedicado a resolver la catástrofe económica, de salud pública o de la barbarie que dejan a su paso las incontenibles mafias criminales que hacen de las suyas a sabiendas de que en el régimen amlista hay “abrazos y no balazos”.
En el caso Lozoya, el Presidente ha suplantado olímpicamente y sin ningún pudor ni decencia a la Fiscalía General de la República, a cuyo fiscal Gertz Manero le pide o le ordena desde las marraneras, quiero decir mañaneras para que dé a conocer todo lo que Lozoya ha declarado, lo cual quiere decir que le esta dando órdenes para delinquir y violar la ley, pero sobretodo, el circo de AMLO nos muestra que impunemente le está dando en la madre a la Fiscalía que se supone era autónoma, pero ya vimos que es la misma gata, nomás que revolcada y siempre usada como vil instrumento de venganza del gobierno en turno contra sus enemigos políticos del pasado y el presente.
Pero fíjese usted, que quienes tienen memoria rescataron inmediatamente aquellos inmorales vídeos en los que Rene Bejarano recibió del empresario argentino, Carlos Ahumada, más de 40 mil dólares para ser entregados a su jefe, el entonces jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador para que le permitiera hacerle millonario negocios cuando éste fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y de pilón, también reapareció aquel otro vídeo que mostraba a Gustavo Ponce, titular de finanzas en el gobierno distrintense de AMLO, dándose la vida de rey como apostador en Las Vegas.
¿Qué nos dicen ambos hallazgos? Pues que el sistema político mexicano está podrido por dentro y por fuera, que la corrupción ¡son todos!, incluyendo el propio AMLO quien hoy dice combatir la corrupción enjuiciando y condenado a los opositores políticos que en su momento le pusieron piedras o piedrotas en el camino.
El nauseabundo circo de AMLO anuncia para sus próximas funciones el enjuiciamiento de los ex presidentes y sólo falta que AMLO regale trigo en el circo para que el pueblo tenga lo que merece, pan y circo.