Adoctrinamiento
Alberto Vieyra G. miércoles 18, Nov 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Durante mis visitas a Rusia y a Cuba fui testigo del ponzoñoso adoctrinamiento sobre la ideología socialista y comunista bajo un férreo control dictatorial ultrajante de la dignidad humana. ¡Pobre Rusia y pobre Cuba!
¡Qué dios nos agarre confesados a los mexicanos de que algún día podamos vivir bajo un infierno de tal naturaleza!… Era mi reflexión cada que veía actos humillantes contra la población por parte de los regímenes comunistas ruso y cubano.
El inicio y cierre de transmisiones televisivas y radiofónicas en ambas naciones se hace con encendidos discursos contra el régimen capitalista, enemigo común del socialismo y comunismo, y exaltando siempre las revoluciones bolchevique y cubana.
En las casas donde permanecí dos semanas en Matanzas y La Habana, testigo fui de que en una cuadra había cuando menos media docena de células comunistas al servicio del régimen dictatorial de Fidel Castro. Qué hacía la gente, qué decía, a dónde iba, a qué hora regresaba, qué compraba y si alguien tenía una vaca o un puerquito y lo mataba, inmediatamente tenía que dar aviso al Estado para pagar sus impuestos o de lo contrario los informantes del gobierno lo harían saber más temprano que tarde, todo cuanto ocurría en ese pequeño perímetro era informado pormenorizadamente al gobierno por esas células, que no eran otra cosa que los mismos vecinos del barrio. Las tiendas no podían vender más de 2 productos por familia, todo era racionado y la gente de abajo tiene que pagar solamente con chavitos, la moneda de los fregados y los de arriba con dólares cubanos, cuyo valor siempre está por encima del dólar norteamericano; A esas élites sí se les vende en las tiendas de autoservicio productos ilimitados.
Desde épocas remotas de la humanidad, muchos gobiernos que algunos estudiosos han calificado como gobiernos del diablo se dieron a la tarea de adoctrinar a los pueblos pobres e ignorantes haciéndolos creer ciertas enseñanzas, falsas ideologías y creencias absurdas con el único ánimo de manipular a los pueblos. “Ya estamos hasta la madre…”, me decían muchos cubanos y durante mi estancia no menos de 2 decenas de mujeres me suplicaban de manera vehemente “¡Te doy lo que quieras, pero sácame de este infierno, llévame a México!”.
¿Por qué traigo al recuerdo semejantes cosas que duelen?
Mire usted: Durante este pandémico 2020 he tenido dos cambios de domicilio y en ambos casos me he topado con vecinos que son células comunistas del gobierno de AMLO. Unos lo dicen abiertamente, otros suelen ser muy discretos. No faltan los que se pasan horas y horas escuchando discursos de AMLO, de diputados, senadores morenistas y de todo lo que tenga que ver con los enemigos comunes de AMLO, es decir los conservadores fifís y el capitalismo. No faltan las conferencias cínicas de adoctrinamiento, a cargo de supuestos ideólogos del régimen amlista, quienes les hablan pestes y más pestes de los regímenes priistas, panistas, etcétera, etcétera. No dejan títere con cabeza porque tanto los discursos como las dichosas conferencias van impregnadas de altas dosis de veneno para dividir y confrontar al pueblo de México. Lo peor es que toda esa basura ideológica tienen que chupársela también los jóvenes, los niños y las mujeres y para que se sepa dónde hay una cínica célula comunista de AMLO, suelen ponerle a todo volumen las computadoras y reproductores sobre esas propaganda manipuladora con tintes de ponzoñoso fascismo hitleriano.
México se parece cada vez más a Venezuela, a Cuba, a Rusia, a China y a otras naciones comunistas donde imperan los regímenes dictatoriales y fascistas. Ahora dijo: ¡Pobre México! Ojalá que mi nación fuera un pueblo culto para que esos gobiernos del diablo no lo engañen, no ultrajen su dignidad, ni lo manipulen como cualquier trapo sucio.