¿Cómo conciliarán PRI-PAN-PRD?
José Antonio López Sosa viernes 15, Ene 2021Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Resulta inédito que tres fuerzas políticas tan distintas y distantes, por lo menos en sus plataformas ideológicas, busquen competir unidos en la próxima elección federal.
Por ahí dicen en las redes sociales, que más vale eso que seguir con Morena. Qué aspiraciones políticas tan minimalistas ante una realidad donde se requiere una oposición sólida, responsable y coherente.
En estos dos años y medio, ni el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ni el Partido Acción Nacional (PAN) han sido capaces de reinventarse o generar nuevos liderazgos sólidos que puedan competir con el partido en el poder. Sus intereses particulares y las consecuencias de una derrota no les permitieron volver a sus principios y generar nuevos cuadros. En el caso del Partido de la Revolución Democrática (PRD), sólo corroboraron el desastre en que se convirtieron en los últimos años con el clientelismo electoral.
En realidad, ¿esa es la oposición que merecemos los mexicanos?, ¿tres partidos resquebrajados que buscan unirse para obtener aritméticamente más votos?
¿Dónde está esa oposición seria que toda democracia requiere?
Pareciera que el opositor más visto es el ex presidente Calderón que está fuera de todo escenario político, es una realidad muy triste.
Unirse esos tres partidos no demuestran democracia, tan sólo denotan una ambición de poder por sobre todas las cosas, por sobre lo que sea, vaya, lo mismo que le están criticando a Morena.
Ojalá que en los tres siguientes años, se aglutine una oposición seria, con carácter auténtico y sin pretender rescatar al cascajo del pasado, a los mismos de siempre y con las mismas estrategias fuera de todo contexto actual.
Si los fundadores de cada uno de los partidos que quieren hoy unirse vieran lo que sucede, seguro sería una menuda decepción conociendo la voluntad ideológica que cada uno tuvo en su momento y su circunstancia.
Unirse para sacar a Morena, no es una justificación para una aberrante unidad frente a una inmensa diferencia ideológica, económica, política y social de cada uno.