“El Presidente ego”
Alberto Vieyra G. martes 6, Jul 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Un total de 9 vacíos “informes gubernamentales” ha rendido a los mexicanos, Andrés Manuel López Obrador desde que se sentó en la silla presidencial el 1 de diciembre de 2018 y a ese ritmo podría llegar, si es que termina su mandato a 18 o 20 peroratas al más puro estilo de los narcisistas personajes ego.
Pero ¿qué es el ego? El tumbaburros define que ego, del latín, significa ‘yo’. En psicología y filosofía, ego se ha adoptado para designar la conciencia del individuo, entendida ésta como su capacidad para percibir la realidad. Por otro lado, en el vocabulario coloquial ego puede designar el exceso de valoración que alguien tiene de sí mismo.
Mientras no se demuestre lo contrario, AMLO es un politicastro narcisista, es decir un individuo que tiene una complacencia de sí mismo. El término narcisismo alude al personaje mitológico Narciso, enamorado de sí mismo (se ahogó al intentar besar su imagen reflejada en el agua).
Sí, AMLO se siente un héroe, él cree que es el salvador de México, cuando la realidad es el gran destructor de las instituciones nacionales y del estado de Derecho, AMLO se autoproclama “humanista” y hasta se compara con Jesucristo. Qué aberración y qué falta de respeto que se compare con el hombre más grande de todos los tiempos. Lo malo, es que hay todavía compatriotas que se lo creen.
El “informe ego” número 9, del pasado jueves 1 de julio para conmemorar el tercer aniversario de su triunfo electoral, sirvió para presumir logros que no se ven por ningún lado y en cambio, su gobierno está siendo devorado por la insensibilidad humana como es el desabasto de medicamentos para niños con cáncer y para muchas otras enfermedades como la diabetes, hipertensión, enfermedades reumatológicas y, por supuesto, las vacunas del esquema básico que les faltan a millones de infantes.
Y también sirvió esa perorata para presentar en sociedad a la próxima señora presidenta, Claudia Sheinbaum, quien mientras no se demuestre lo contrario es una funcionaria que hace honor a la negligencia criminal por la catástrofe de la Línea 12 del Metro, que fue el Waterloo para Morena en la capital de la República en las pasadas elecciones del 6 de junio. Sólo un mexicano en estado demencial podría votar por alguien que ha dado sobradas muestras de incapacidad política, a pesar de que se pavonea como científica. De ciencia política no tiene nada la señora Sheinbaum y de no ser porque su “padrino” la ha rescatado de entre los escombros de la catástrofe de la “Línea Dorada”, ya estaría en capilla.
A ver, a ver ¿Cómo está eso de que no hay culpables en el metrazo?… Carlos Slim, dueño del Grupo Carso, que construyó ese tramo de la Línea 12, afirma que la construcción estuvo bien hecha. ¿Entonces, “si estuvo bien hecha” por qué se cayó? Cualquier arquitecto y hasta los albañiles de “media cuchara” saben que cuando algo está mal hecho, simplemente se cae y punto, pero tanto Slim como la señora Sheinbaum son cobijados por AMLO. El “Presidente ego” que de lunes a viernes utiliza todos los medios de comunicación públicos y privados para pavonearse como un consumado narcisista ego.
Me asalta una pregunta capciosa: ¿Para cuándo AMLO se dedicará a gobernar y dejará de estar dividiendo a los mexicanos y poniendo en peligro con su “ojera” de Palacio al gremio periodístico de México?